La ONU denuncia expulsiones masivas de subsaharianos en el desierto por parte de Argelia
Miles de subsaharianos han sido abandonados cerca de la frontera con N¨ªger
El director general de la Organizaci¨®n Internacional de Migraciones (OIM), William Lacy Swing, expres¨® este martes en un comunicado su preocupaci¨®n por el hecho de que miles de migrantes subsaharianos ¡°sean abandonados a su suerte, varados en el desierto, en tierra de nadie entre la frontera de Argelia y N¨ªger¡±. El responsable de este organismo perteneciente a la ONU indic¨® que entre los migrantes irregulares hay ¡°muchas mujeres embarazadas y ni?os¡±. A?adi¨® que no deber¨ªan ser abandonados ¡°sin comida ni agua o forzados a caminar durante kil¨®metros bajo temperaturas abrasadoras de 30 grados para encontrar un lugar seguro en el desierto¡±.
Las declaraciones de Swing se producen un d¨ªa despu¨¦s de que?la agencia Associated Press publicara un reportaje en el que, citando como fuente a la propia OIM, contaba que desde mayo de 2017 Argelia ha expulsado a 11.276 hombres, mujeres y ni?os en la frontera con Niger y a 2.500 en la de Mal¨ª. En total, m¨¢s de 13.000 personas, seg¨²n la agencia de la ONU han tenido que caminar durante horas en el desierto en condiciones inhumanas.
El comunicado que ha publicado este martes la OIM explica que los empleados que se encuentran en la instalaci¨®n que tiene la agencia en la remota localidad de Assamaka (en el norte de N¨ªger, en la frontera con Argelia) han descrito la llegada de miles de migrantes venidos del desierto, caminando durante 15 kil¨®metros hasta Assamaka. ¡°Cuando estos grupos llegan¡±, se?ala el escrito, ¡°la OIM organiza misiones de b¨²squeda y rescate para auxiliar a los m¨¢s vulnerables. Una vez los recogemos, les proporcionamos autobuses para los que deseen regresar a sus casas de forma voluntaria. Pero el desaf¨ªo es creciente¡±.
Un analista destacado en Argel, que solicita el anonimato, indic¨® a este diario: "Argelia tiene un acuerdo firmado con N¨ªger desde 2014 para repatriar a sus ciudadanos. Las autoridades argelinas niegan siempre que haya deportaciones masivas y dicen que todas se efect¨²an bajo el amparo legal de aquel acuerdo. Yo creo que la verdad debe estar en medio, que hay expulsiones regladas y otras no regladas. Y lo que suele ser frecuente en Argelia son las redadas masivas para detener subsaharianos. En ellas tambi¨¦n detienen a gente que tienen sus papeles en regla. Los llevan a unos campos de calificaci¨®n, que es como les llaman, para separar a los que disponen de documentos de los que no los tienen. Y en esos campos las condiciones de vida no son muy buenas. Despu¨¦s, una vez que los conducen a la frontera, all¨ª est¨¢n los pasadores al acecho. As¨ª que el que se puede permitir pagarse el regreso, vuelve a entrar en Argelia".
La citada fuente indic¨® que la inmensa mayor¨ªa de los subsaharianos intentan llegar a Europa a trav¨¦s de Libia o de Marruecos. "Los que parten desde Argelia son argelinos, que les pagan a las redes locales".
Las principales agencias internacionales de derechos humanos vienen alertando desde hace m¨¢s de un a?o de la forma en que Argelia detiene y expulsa a los migrantes subsaharianos. Pero nunca hasta esta semana se hab¨ªa difundido una denuncia tan contundente. Un miembro de Amnist¨ªa Internacional en Argelia indic¨® a este diario que no dispone de informaci¨®n para validar las cifras publicadas por la agencia AP. ¡°Nosotros nos remitimos a lo que ya hemos publicado¡±, se?al¨®. Y lo que public¨® Amnist¨ªa Internacional en febrero ya es bastante elocuente: ¡°Entre agosto y diciembre las autoridades expulsaron hacia N¨ªger y Mal¨ª a m¨¢s de 6.500 migrantes originarios de diversos pa¨ªses del ?frica subsahariana. La operaci¨®n se emprendi¨® sobre la base de los perfiles ¨¦tnicos de los migrantes¡±.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Abdelaziz Benali Cherif, declar¨® al d¨ªa siguiente respecto al estudio de AI: ¡°Las falsedades y otras acusaciones infundadas mencionadas en este informe no hacen, lamentablemente, nada m¨¢s que reproducir mec¨¢nicamente los estereotipos anticuados, evaluaciones parciales y conclusiones simplistas¡±.
En julio de 2017, Ouyahia Ahmed, un hombre fuerte del r¨¦gimen como director del Gabinete del presidente Abdelaziz Buteflika, declar¨® que los extranjeros irregulares traen a Argelia ¡°el crimen, la droga y otras plagas¡±. Tres meses despu¨¦s, Amnist¨ªa Internacional ya alertaba sobre ¡°un n¨²mero alarmante de comentarios xen¨®fobos¡± publicados en las redes sociales en los que se reprochaba a los subsaharianos traer el sida al pa¨ªs y quitar el trabajo a los argelinos.
Respecto a las detenciones efectuadas hasta el momento, Amnist¨ªa Internacional denunciaba en octubre de 2017: ¡°Los polic¨ªas y los gendarmes no buscaban saber si los migrantes resid¨ªan legalmente en Argelia, no verificaban sus pasaportes ni otros papeles. Entre los expulsados, algunos no ten¨ªan documentos, pero otros dispon¨ªan de visados en curso de validaci¨®n¡±. Heba Morayef, la directora de investigaciones de la organizaci¨®n en ?frica del Norte, se?al¨®: ¡°Nada podr¨ªa justificar la expulsi¨®n por la fuerza de cientos de personas en funci¨®n de su color de piel de su presunto pa¨ªs de origen. Se trata de un caso flagrante de limpieza ¨¦tnica de gran amplitud¡±.
El ministro del Interior argelino, Noureddine Bedoui, indic¨® en marzo que Argelia ha expulsado en los ¨²ltimos tres a?os a 27.000 subsaharianos. Pero aclar¨® que las expulsiones se realizaron en el ¡°estricto respeto de los derechos humanos¡±.
Leila Beratto, corresponsal en Argel de la emisora francesa RFI confirm¨® mediante conversaci¨®n telef¨®nica que, al menos en la capital, las detenciones de subsaharianos comenzaron hace un a?o. ¡°Los deten¨ªan los mi¨¦rcoles y los jueves y los expulsaban los viernes. Esto se ha hecho a lo largo de varios meses, en distintas oleadas. La mayor¨ªa de los migrantes los dejaban en la frontera con N¨ªger. Los gendarmes argelinos les indicaban en qu¨¦ direcci¨®n ten¨ªan que caminar hacia el pa¨ªs vecino y ellos caminaban durante horas por un camino marcado con piedras. Hay varias asociaciones que han recogido firmas para impedir estas expulsiones, pero el Gobierno no ha respondido ni ha cambiado su pol¨ªtica¡±.
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