El asesinato de periodistas y el futuro de Colombia

El asesinato del equipo de prensa del diario ecuatoriano El Comercio secuestrado el 26 de marzo en la frontera con Colombia arroja una fotograf¨ªa terrible de lo que queda por combatir en la regi¨®n. El fiscal general, N¨¦stor Humberto Mart¨ªnez, confirm¨® este lunes la identificaci¨®n de los tres cuerpos hallados la semana pasada en el municipio de Tumaco, lo que supone un avance en la gesti¨®n de un caso marcado por informaciones apresuradas, tensiones entre los dos pa¨ªses, el dolor y la incertidumbre de los familiares de las v¨ªctimas. Los reporteros, encontrados en una fosa cercada por minas antipersona, ser¨¢n repatriados el mi¨¦rcoles. Pero el expediente no est¨¢ cerrado.

El redactor Javier Ortega, el fot¨®grafo Paul Rivas y el conductor Efra¨ªn Segarra murieron por contar qu¨¦ ocurre en uno de los territorios m¨¢s conflictivos de Colombia. ¡°He empe?ado la palabra del Estado y, por supuesto, de la Fiscal¨ªa General de la Naci¨®n para manifestarles a las familias que este horrendo crimen no va a quedar en la impunidad¡±, prometi¨® el fiscal. El Gobierno de Juan Manuel Santos firm¨®, a finales de 2016, un acuerdo con las FARC que puso fin a m¨¢s de medio siglo de conflicto armado. La guerrilla m¨¢s antigua de Am¨¦rica se desmoviliz¨® y entreg¨® las armas. Se abri¨® el proceso de transici¨®n m¨¢s profundo en la historia reciente del pa¨ªs andino. No obstante, la violencia no ha desaparecido y Tumaco, en la frontera con Ecuador, es una de esas zonas que resume todos los males de Colombia: bandas armadas, supuestas insurgencias, el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), paramilitares, narcotr¨¢fico, c¨¢rteles internacionales, incluso mexicanos. Los expertos en seguridad calculan que una docena de organizaciones se disputan el control de 23.000 hect¨¢reas de hoja de coca.

Las autoridades buscan desde hace meses al responsable de esos asesinatos en el departamento fronterizo de Nari?o, donde el Ejecutivo lleg¨® a desplegar a 11.000 militares. Se trata de Walter Patricio Arizala, alias Guacho, de nacionalidad ecuatoriana, quien encabeza un grupo de las FARC, llamado ?liver Sinisterra, que no se acogi¨® a los acuerdos de paz. De facto, un criminal que dirige un frente mafioso. Hace dos semanas, durante un viaje a Tumaco, los relatos de los habitantes daban cuenta de la hist¨®rica ausencia del Estado en el municipio: un desaf¨ªo que, al igual que en algunos territorios de las fronteras con Venezuela y Panam¨¢, es urgente solucionar.

La Fundaci¨®n para la Libertad de Prensa (FLIP), que ha lamentado la gesti¨®n p¨²blica del caso, se?ala que el ¡°el hallazgo de los restos tambi¨¦n refuerza el llamado a los Estados para que tomen medidas efectivas para garantizar el derecho a informar acerca de la grave situaci¨®n de derechos humanos que atraviesa la frontera colombo-ecuatoriana¡±. La violencia, que como record¨® recientemente esa ONG es la mayor amenaza contra la libertad de prensa y la forma m¨¢s abominable de censura, hace que esa misi¨®n sea hoy all¨ª pr¨¢cticamente imposible. En el futuro, contar lo que pasa sobre el terreno y sin temores ser¨¢ uno de los principales bancos de pruebas para determinar la eficacia de la paz a largo plazo.