Cuando tu vecino es Donald Trump
La respuesta a los continuos ataques del inquilino de la Casa Blanca marcar¨¢ la relaci¨®n del pr¨®ximo presidente de M¨¦xico con su hom¨®logo y con Estados Unidos
La influencia de Donald Trump en las elecciones mexicanas ha sido escasa, por no decir nula. En contra de lo que se pudiera pensar, a tenor de su facilidad por desestabilizar con un mero tuit la agenda del vecino del sur, a menos de 48 horas de que M¨¦xico elija nuevo presidente, el mandatario de Estados Unidos no ha hecho gui?o alguno sobre ning¨²n candidato. Ni para mostrarse partidario ni para sugerir su disconformidad con los aspirantes. Nada. Sin embargo, todos miran de reojo hacia el norte, ante la inc¨®moda presencia del inquilino de la Casa Blanca.
Que la relaci¨®n con Estados Unidos es el mayor desaf¨ªo para la pol¨ªtica exterior mexicana es una perogrullada. Lo ha sido siempre y no va a cambiar gane quien gane el pr¨®ximo domingo, por mucho que todos los candidatos y sus equipos de campa?a, cada cierto tiempo, se hayan esmerado en desarrollar el discurso de que M¨¦xico debe ampliar sus lazos diplom¨¢ticos y comerciales con otros pa¨ªses y regiones; que deba mirar hacia China e India; la Uni¨®n Europea o hacia Sudam¨¦rica, olvidada hasta que la deriva autoritaria de Venezuela ha hecho inevitable que todos los pa¨ªses miren hacia el sur, m¨¢s a¨²n si, como en el caso de M¨¦xico, puede servir de arma arrojadiza en la pol¨ªtica interna.
La gran inc¨®gnita ser¨¢ ver c¨®mo gestiona el pr¨®ximo presidente la relaci¨®n con el vociferante Trump, que ha dado sobradas muestras de que no considera a M¨¦xico ni un socio ni un interlocutor de nada, en tanto la renegociaci¨®n del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y Canad¨¢ sigue abierta y los retos en materia de seguridad y migraci¨®n son cada vez mayores. En el primer caso, todos los candidatos han dado se?ales de querer mantener el TLC. En el caso de L¨®pez Obrador, el favorito en todas las encuestas para lograr la victoria el domingo, ha designado ya a una persona para que se incorpore al equipo negociador, que seguir¨¢ liderado hasta finales de noviembre por Ildefonso Guajardo, actual secretario de Econom¨ªa.
¡°L¨®pez Obrador ha sido muy moderado, entendi¨® muy bien que aunque el libre comercio no es el mundo que ¨¦l hubiese querido construir, no conviene salirse del tratado¡±, opina Carlos Elizondo, profesor del Tecnol¨®gico de Monterrey, para quien ¡°la variable de Trump es muy complicada, mientras siga la negociaci¨®n del TLC no creo que nadie vaya a atizar el fuego¡±. En materia de seguridad, el aspirante que se ha mostrado m¨¢s rotundo ha sido Ricardo Anaya, a quien las encuestas le colocan en un lejano segundo lugar. El candidato del Frente ha supeditado la futura colaboraci¨®n migratoria con Estados Unidos a que Trump cese de menospreciar a los mexicanos. Jos¨¦ Antonio Meade, excanciller, ha sido el m¨¢s tibio de los tres aspirantes, pero m¨¢s firme si cabe que el actual secretario de Relaciones Exteriores.
Para otros analistas, la presencia del presidente de Estados Unidos debe leerse m¨¢s en clave interna. ¡°Pe?a Nieto pudo haber utilizado los agravios de Trump para fortalecerse, lo pod¨ªa haber usado como un elemento de uni¨®n entre todos los mexicanos. M¨¦xico recibi¨® muchas se?ales para liderar el rechazo a Trump en el mundo. No lo supo hacer, tampoco quiso, sus decisiones fueron muy torpes¡±, se?ala Carlos Bravo Regidor, profesor del Centro de Investigaci¨®n y Docencia Econ¨®micas (CIDE). La decisi¨®n de invitar a Trump cuando a¨²n era candidato, horas antes de lanzar un discurso en contra de la inmigraci¨®n ¨Cy de M¨¦xico-, es algo de lo que a¨²n no se ha podido reponer Pe?a Nieto ni el actual canciller, Luis Videgaray, art¨ªfice de aquella reuni¨®n. La m¨¢s que probable victoria de L¨®pez Obrador que auguran las encuestas traer¨ªa un viraje en la relaci¨®n con Trump. M¨¢s all¨¢ de las frases grandilocuentes que le ha dedicado el candidato, diciendo que exigir¨¢ respeto y que M¨¦xico no ser¨¢ la pi?ata de su Gobierno, Bravo Regidor considera que L¨®pez Obrador ¡°podr¨ªa utilizar la figura de Trump para reafirmarse como un l¨ªder interno¡±.
M¨¢s all¨¢ de c¨®mo gestione la relaci¨®n con el inquilino de la Casa Blanca, si en algo coinciden todos los analistas es que, en caso de vencer, la pol¨ªtica exterior no ser¨¢ una de las prioridades de L¨®pez Obrador. ¡°La l¨®gica dominante en ¨¦l es tener el m¨ªnimo de su atenci¨®n fuera de M¨¦xico, no le gustan los viajes ni relacionarse con l¨ªderes extranjeros¡±, apunta Elizondo. El a?o pasado hizo la ¨²nica gira internacional que se le recuerda. En un variopinto periplo, se reuni¨® con Michelle Bachelet, entonces presidenta de Chile; Lenin Moreno, mandatario de Ecuador y tambi¨¦n, en Reino Unido, con el l¨ªder de los laboristas, Jeremy Corbyn. Por ¨²ltimo, recal¨® en Espa?a, donde se reuni¨® con Miguel ?ngel Revilla, presidente de Cantabria, la regi¨®n donde naci¨® el abuelo de L¨®pez Obrador.
¡°La mejor pol¨ªtica exterior ser¨¢ una pol¨ªtica interior fuerte¡±, ha repetido hasta la saciedad el l¨ªder de Morena, al igual que ha insistido en que no es partidario de injerencias en pa¨ªses extranjeros, cuando se le ha preguntado por su opini¨®n sobre la crisis que azota a Venezuela. En el ¨²ltimo a?o y medio, el Gobierno de Pe?a Nieto ha encabezado las cr¨ªticas al autoritarismo de Nicol¨¢s Maduro en Am¨¦rica Latina, recuperando, en cierta manera, un liderazgo que M¨¦xico hab¨ªa dejado de lado desde los procesos de paz en Centroam¨¦rica. No da la impresi¨®n de que L¨®pez Obrador vaya a seguir ese camino, no tanto por sinton¨ªa pol¨ªtica con Maduro, algo que cada vez resulta m¨¢s lejano, sino por su convencimiento de que debe cambiar a M¨¦xico primero.
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