Tres opciones, y todas complejas, para rescatar a los ni?os atrapados en una cueva en Tailandia
La inundaci¨®n en la gruta debido al monz¨®n complica las salida del grupo a superficie. El equipo de rescate intenta drenar la gruta y ense?ar a los adolescentes a bucear
Si encontrar a los doce ni?os tailandeses extraviados junto a su monitor en una cueva inundada no ha sido f¨¢cil, los trabajos para rescatarles se presentan a¨²n m¨¢s complicados. Ninguna de las posibles opciones es sencilla, y todas conllevan riesgos. Unos riesgos a los que contribuye la propia orograf¨ªa de la cueva, cerca de la frontera con Myanmar (antigua Birmania) y la cuarta m¨¢s larga del pa¨ªs. Los t¨²neles, parcialmente anegados, se extienden a lo largo de diez kil¨®metros en los que cambian varias veces de pendiente.
Estas son las opciones a las que se enfrentan los equipos de rescate para sacar a los ni?os y el entrenador:
- Bucear: es la manera m¨¢s peligrosa, seg¨²n se muestran de acuerdo todos los expertos. En este caso, adem¨¢s, complicada por el hecho de que los ni?os, como suele ocurrir en la Tailandia rural, no saben nadar. Pero tambi¨¦n es el modo m¨¢s r¨¢pido, y el temor a que las lluvias monz¨®nicas que inundaron la cueva puedan causar una nueva subida de las aguas puede ser decisivo para optar por este m¨¦todo. El pron¨®stico apunta a nuevas tormentas en los pr¨®ximos d¨ªas.
Los ni?os se encuentran en un punto bastante adentrado de la cueva, a unos cuatro kil¨®metros de la entrada. En recorrer ese trayecto, los buceadores militares -adultos entrenados profesionalmente y en perfecto estado de forma- emplean tres horas de ida y tres de vuelta. Incluso para ellos es complicado atravesar unos pasajes muy estrechos en ciertos puntos, con un agua llena de barro y un fondo lleno de pedruscos. Algo que puede ser mucho m¨¢s dif¨ªcil a¨²n para unos ni?os debilitados por la falta de alimentos y sin ninguna experiencia de inmersi¨®n. Y que en los pasajes m¨¢s estrechos tendr¨ªan que pasar en fila de a uno, sin poder ir acompa?ados en ese momento por los adultos expertos.
La profundidad de las aguas llega a los cinco metros en algunos puntos y la temporada de lluvias continuar¨¢ hasta octubre
Para facilitar el ¨¦xito, los equipos de rescate van a ense?ar a bucear a los ni?os. Se plantean tambi¨¦n opciones como el tendido de gu¨ªas, el reparto de botellas de ox¨ªgeno suplementarias a lo largo del camino o la colocaci¨®n de focos que aumenten la visibilidad. Excepto en los pasadizos demasiado estrechos, dos submarinistas experimentados acompa?ar¨ªan a cada futbolista.
¡°La inmersi¨®n submarina dentro de cuevas es muy t¨¦cnica, y peligrosa, sobre todo para los buceadores novatos. Posiblemente sea mejor irles suministrando ayuda dentro de la cueva hasta que puedan salir por otros medios¡±, ha declarado a la agencia AFP el coordinador de la Comisi¨®n Nacional de Salvamento Subterr¨¢neo de Estados Unidos, Anmar Mirza.
Los equipos de salvamento tendr¨¢n que drenar unos t¨²neles enrevesados y kilom¨¦tricos ?o ense?ar al grupo a bucear en condiciones muy peligrosas: en la oscuridad, por pasajes estrechos y en aguas cargadas de barro
- Drenaje de las aguas: Esperar en la isleta donde se encuentran hasta que bajen las aguas parece, a priori, la idea m¨¢s sensata. Los ni?os est¨¢n estabilizados y se les ha empezado a suministrar alimento, en forma de geles energ¨¦ticos, y agua. Parte de los equipos de rescate, especialmente los expertos japoneses, trabajan en el drenaje de los t¨²neles desde el comienzo de la b¨²squeda. Pero est¨¢ previsto que la temporada de lluvias dure hasta octubre y mientras tanto, el agua puede continuar filtr¨¢ndose en la gruta. Esperar puede suponer que se produzca una nueva crecida, que resultar¨ªa ser desastrosa. Y un largo tiempo atrapados puede dejar graves da?os ps¨ªquicos y f¨ªsicos, as¨ª como aumentar el riesgo de infecciones.
- Horadar un t¨²nel que abra otro acceso: Otro grupo de los equipos de rescate trabaja sobre esa posibilidad, buscando posibles entradas alternativas a la gruta oculta en la jungla. Por el momento, han encontrado tres pozos cegados, e intentan reabrirlos. Pero no est¨¢ claro que permitan llegar al punto donde se encuentran los peque?os jugadores de f¨²tbol y su entrenador.
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