Lecciones de nataci¨®n y buceo contra reloj para sacar a los ni?os atrapados en la cueva tailandesa
Los socorristas tratan de reducir el nivel del agua antes de las lluvias previstas para el viernes
Mucho m¨¢s delgados despu¨¦s de nueve d¨ªas sin alimentarse, pero animados. Su situaci¨®n ya est¨¢ estabilizada. Se les han proporcionado mantas isot¨¦rmicas, han podido comer buenas raciones y, los que lo necesitaban, han recibido curas para sus heridas y rasgu?os. Ahora los 12 ni?os tailandeses atrapados en una cueva inundada junto a su entrenador han comenzado a prepararse intensivamente para su evacuaci¨®n. No se ha fijado una fecha para su salida, pero se intentar¨¢ acelerarla todo lo que sea posible ¡ªy sensato¡ªpara evitar posibles nuevas inundaciones por las lluvias. Los socorristas tratan de reducir el nivel del agua antes de las lluvias previstas para el viernes.
Un v¨ªdeo divulgado por los buceadores de la Marina tailandesa muestra a los ni?os, entre los 11 y los 16 a?os, hablando uno por uno a la c¨¢mara.?Tras decir su nombre, saludan con un wai ¡ªel gesto tradicional tailand¨¦s que une las palmas de las manos, en se?al de saludo y respeto¡ª y aseguran estar ¡°en buen estado de salud¡±. En otro v¨ªdeo se ve c¨®mo uno de los m¨¢s peque?os, vestido con una camiseta de la segunda equipaci¨®n del Real Madrid, recibe tratamiento para un corte en el pie.
Si durante nueve d¨ªas estuvieron a oscuras y a solas, la c¨¢mara de la cueva de Tham Luang (norte de Tailandia) donde se encuentran bulle ahora de actividad. Les acompa?an enfermeros, psic¨®logos, infantes de Marina y buceadores les han llevado alimentos y medicinas que podr¨¢n durar cuatro meses, para ponerse en el caso m¨¢s extremo: que las lluvias contin¨²en bloqueando hasta finales de la temporada del monz¨®n, en octubre, las entradas de la cueva.
Los ni?os, que no sab¨ªan nadar ¡ªalgo muy com¨²n en las zonas rurales de Tailandia¡ª, han comenzado a recibir clases intensivas de nataci¨®n y de buceo. Unos conocimientos que necesitar¨¢n para poder salir de all¨ª si en los pr¨®ximos d¨ªas no se encuentra alguna grieta en la monta?a que d¨¦ un acceso m¨¢s f¨¢cil a la gruta, cuyos t¨²neles alcanzan los 10 kil¨®metros.
La prioridad ahora se centra en extraer la mayor cantidad de agua de la cueva lo m¨¢s r¨¢pidamente posible, con un ojo puesto en el pron¨®stico de lluvias. El ambiente es optimista: ya se han extra¨ªdo m¨¢s de 120 millones de litros, y de momento no se esperan fuertes precipitaciones. Una vez que se haya llegado a niveles considerados seguros, se intentar¨¢ la evacuaci¨®n. No antes, a no ser que no quede m¨¢s remedio. La ruta a trav¨¦s de los t¨²neles es complicada, con varios desniveles, angosta en algunos puntos, llena de piedras en otros, y con escasa visibilidad en casi todos.
Narongsak Osottanakorn, el gobernador de la provincia de Chiang Rai, donde se encuentra la cueva, ha insistido en declaraciones a la prensa que ¡°si hay el m¨¢s m¨ªnimo riesgo, no les sacaremos¡±. ¡°La situaci¨®n est¨¢ muy tranquila porque los ni?os ya est¨¢n atendidos, as¨ª que no pasa nada si tenemos que retrasar las cosas un poco¡±. La evacuaci¨®n, ha explicado, ser¨¢ gradual y depender¨¢ del ritmo de recuperaci¨®n f¨ªsica de cada uno de los ni?os tras 10 d¨ªas sin alimentarse. Tambi¨¦n de la rapidez con que aprendan a nadar y utilizar el equipo de buceo. ¡°No tienen que salir todos al mismo tiempo. El que est¨¦ listo el primero, saldr¨¢ el primero¡±.
Hasta el momento, solo se ha sufrido un peque?o rev¨¦s. Los buceadores esperaban poder instalar una l¨ªnea telef¨®nica que permitiera a los ni?os hablar con sus padres, que les aguardan en la base de operaciones instalada a la entrada de la gruta. Pero hasta el momento solo han podido tender 300 metros de los 1.500 necesarios: el equipo que manejaban se cay¨® al agua y ha quedado inservible, seg¨²n la p¨¢gina de noticias tailandesa Khaosod.
Los 12 ni?os forman parte de un equipo de f¨²tbol local, los Jabal¨ªes Salvajes. El 23 de junio hab¨ªan participado en un entrenamiento y al acabar fueron, junto con su entrenador, de 25 a?os, a la cueva. A¨²n se desconoce exactamente por qu¨¦, si quisieron entrar a explorar esta atracci¨®n tur¨ªstica que ya conoc¨ªan bien, o si intentaban resguardarse de las fuertes lluvias.
Las lluvias acabaron inundando la cueva e impidiendo su salida. La madre de uno de los ni?os, que celebraba ese d¨ªa su cumplea?os, dio la alerta al ver que su hijo no regresaba a casa. Al d¨ªa siguiente se localizaban las bicicletas de los 13, a la entrada de la gruta. A¨²n siguen all¨ª atadas, esper¨¢ndoles.
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