Saman Kunan, el buzo voluntario que muri¨® por salvar a los ni?os tailandeses
"Que la suerte nos acompa?e y podamos traer a los ni?os a casa", dijo en su ¨²ltimo mensaje
El rescate exitoso de los 12 ni?os y el entrenador atrapados en la cueva Tham Luang, en el noroeste de Tailandia, ha tenido un triste nombre propio: Saman Kunan. El buzo de 38 a?os retirado de la Marina tailandesa que muri¨® el pasado 6 de julio cuando distribu¨ªa bombonas de ox¨ªgeno entre los rescatistas, ha sido muy recordado en el pa¨ªs asi¨¢tico mientras se celebraba que estuviesen a salvo todos los miembros del?equipo de los Jabal¨ªes Salvajes.?Maha Vajiralongkorn, el rey de Tailandia, orden¨® incluso que Kunan fuese enterrado en Bangkok con honores reales por su sacrificio.?
"Que la suerte nos acompa?e y podamos traer a los ni?os a casa", dijo Kunan en un mensaje grabado horas antes de llegar a Mae Sai, donde se llevaban a cabo las complicadas operaciones para rescatar a los 13 tailandeses atrapados.?Kunan se hab¨ªa presentado voluntario para las operaciones. "Tras haber entregado una reserva de ox¨ªgeno, se qued¨® inconsciente en el camino de vuelta. Su compa?ero intent¨® revivirlo y sacarle, sin ¨¦xito", declar¨® Passakorn Boonyaluck, vicegobernador de la provincia de Chiang Rai.
"Hemos sido entrenados para trabajar bajo presi¨®n. La enfermedad y la muerte son lo que nuestros miembros deben enfrentar. No perderemos nuestra moral por lo que sucedi¨®", dijo el comandante de la marina, Apakorn Yukongkaew, el pasado 6 de julio. Entonces se comprometi¨® a continuar con el recate hasta sacarlos a todos con vida para que "la p¨¦rdida del suboficial Kunan no haya sido en vano".
Kunan era de Isan, una regi¨®n pobre en el noreste de este pa¨ªs. Despu¨¦s de formar parte de las fuerzas especiales de la Marina, se retir¨® a trabajar con antiguos compa?eros como guardia de seguridad en el aeropuerto de Chiang Rai y formaba parte de una unidad de asistencia en rescates. "Quer¨ªa mucho a sus amigos y cuidaba de todo el mundo. Era muy fuerte y le gustaba practicar deportes como triatl¨®n. Estaba llego de energ¨ªa", dijo a la BBC el teniente Chalong Panpong, quien lo hab¨ªa entrenado en la escuela de la Marina y confes¨® haberse quedado en shock cuando se enter¨® de la noticia.
El que muchos consideran ya 'el m¨¢rtir de Tailandia' estaba casado, pero no ten¨ªa hijos. La Marina estudia ascender p¨®stumamente a Kunan, quien era suboficial de primera clase cuando dej¨® su puesto. Pero como Kunan no era un miembro activo, barajan otros derechos y beneficios que se le puedan dar a petici¨®n del monarca. El pasado 6 de julio miembros de las fuerzas armadas de este pa¨ªs lo despidieron con honores reales en el aeropuerto de Chiang Rai. Su cuerpo fue finalmente trasladado a su pueblo natal, Roi Et, donde descansa en paz.
Para sus compa?eros de la Marina, Kunan es el h¨¦roe de la cueva Thuam Luang. Para el mundo es un voluntario que dej¨® de respirar para llevarle aire a los ni?os que llevaban desde el 23 de junio encerrados. Uno de sus amigos,?Saeree Ruangsiri,?con quien practicaba deportes de aventura, lo describi¨® as¨ª: "una persona desinteresada?que amaba cuidar a otros". Y as¨ª lo hizo hasta su muerte.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.