Trump redobla la escalada y amenaza con aranceles a productos chinos por otros 200.000 millones

M¨¢s madera. Donald Trump difundi¨® esta noche un comunicado para amenazar a China con una nueva ola de aranceles, esta vez del 10%, en productos importados por valor de 200.000 millones de d¨®lares al a?o (unos 172.000 millones de euros), incrementado la escalada entre las dos mayores potencias econ¨®micas. EE UU aprob¨® el viernes los grav¨¢menes del 25% a un millar de productos chinos cuyas importaciones suman 50.000 millones. El Gobierno chino respondi¨® con la misma moneda. Ahora Washington vuelve a golpear. Si el ojo por ojo y diente por diente no se detiene, la guerra sacudir¨¢ la econom¨ªa global.

Que la medida puesta hoy sobre la mesa por Trump tiene un car¨¢cter puramente pol¨ªtico, un ¨®rdago en la negociaci¨®n, lo demuestra la forma en la que el propio presidente de EE UU lo comunica. ¡°He pedido al representantes de EE UU para Comercio que identifique productos chinos por valor de 200.000 millones de d¨®lares para aranceles adicionales del 10%¡±. No sabe a¨²n qu¨¦ art¨ªculos merecen esa nueva tasa, ni menciona por qu¨¦ el gravamen se sit¨²a en el 10%, y no en el 8% o el 15%, teniendo en cuenta que a¨²n no est¨¢ decidido qu¨¦ bienes son los afectados.

Pero la cifra es voluminosa y s¨ª deja muy claro a qu¨¦ responde: a las represalias impulsadas por el r¨¦gimen de Xi Jinping. El viernes, tras la puesta en marcha de los aranceles por parte de Washington, Pek¨ªn aprob¨® tasas del 25% para 659 tipos de productos agr¨ªcolas estadounidenses - soja, ma¨ªz, arroz, vacuno o cerdo, entre muchos otros- por el mismo montante, 50.000 millones de d¨®lares. La decisi¨®n toca de lleno muchos territorios rurales claves en el voto trumpista.

¡°Esta ¨²ltima acci¨®n de China indica claramente su determinaci¨®n a mantener a EE UU en una desventaja permanente¡±, critic¨® Trump en su comunicado. De ah¨ª los 200.000 millones sobre la mesa. ¡°Despu¨¦s de completarse este proceso legal, estos aranceles entrar¨¢n en vigor si China rechaza cambiar sus pr¨¢cticas y tambi¨¦n si insiste en seguir adelante con los aranceles que ha anunciado¡±, a?adi¨®.

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Pek¨ªn ha contestado r¨¢pidamente al nuevo ¨®rgado de Trump. Si estas tasas entran en vigor, China contraatacar¨¢ con "m¨²ltiples medidas tanto cuantitativas como cualitativas", asegur¨® este martes el Ministerio de Comercio del pa¨ªs asi¨¢tico. Las autoridades dejan la puerta abierta, por tanto, no solamente a la aprobaci¨®n de aranceles sobre productos estadounidenses, sino tambi¨¦n a otras acciones que perjudiquen los intereses de Estados Unidos en China. Entre ellas, seg¨²n los analistas, est¨¢ la posibilidad de maniobrar para inclinar a favor de China la balanza de servicios -actualmente es Estados Unidos el que registra el super¨¢vit en esta categor¨ªa- con medidas que dificulten el turismo o la educaci¨®n de ciudadanos chinos en este pa¨ªs, complicar las operaciones de las empresas americanas en su territorio, jugar con el valor de su divisa o modificar el ritmo de compras de deuda p¨²blica estadounidense.

"Estados Unidos ha iniciado una guerra comercial y violado las leyes del mercado, y est¨¢ da?ando los intereses no solamente de China y Estados Unidos, sino del resto del mundo", dijo el Ministerio en un comunicado. El organismo calific¨® el anuncio de Trump como una "pr¨¢ctica de presi¨®n extrema y chantaje que no se corresponde con el consenso alcanzado por ambas partes en m¨²ltiples ocasiones".

Las varias reuniones que han mantenido ambas administraciones en materia comercial no han servido para resolver las quejas de Estados Unidos, que busca revertir el abultado d¨¦ficit comercial y acabar con lo que considera pr¨¢cticas desleales por parte de Pek¨ªn como su pol¨ªtica industrial o las limitaciones de acceso a su inmenso mercado. Si bien en un principio se alcanz¨® un vago consenso por el cual Pek¨ªn se compromet¨ªa a aumentar sus compras de productos estadounidenses, este compromiso de desvaneci¨® una vez Trump volvi¨® a la carga con grav¨¢menes que afectan a productos chinos de alta tecnolog¨ªa cuyo valor asciende a 50.000 millones de d¨®lares, unas tasas que entrar¨¢n en vigor el 6 de julio.

El neoyorquino advirti¨® de que no bajar¨¢ el rev¨®lver en lo que parece un duelo en toda regla. Si ahora China responde con la misma moneda, es decir, con sus propias nuevas tasas a otros productos estadounidenses por valor de 200.000 millones, Washington responder¨¢ con otros 200.000. China importa de Estados Unidos productos por valor de 130.000 millones de d¨®lares en total, con lo que cualquier respuesta de magnitud similar por parte de Pek¨ªn supondr¨ªa gravar todas las mercanc¨ªas estadounidenses. Incluso una medida de este calibre no ser¨ªa suficiente, de ah¨ª la referencia del Ministerio chino a llevar a cabo acciones "cualitativas".

La Administraci¨®n de Trump quiere reducir el enorme d¨¦ficit comercial que tiene con China (de 376.000 millones) y acusa al r¨¦gimen de Xi Jinping de apropiarse de tecnolog¨ªa estadounidense al obligar a las multinacionales a asociarse con firmas locales para poder invertir en el pa¨ªs, entre otras malas pr¨¢cticas. Pero en su batalla contra el desequilibrio comercial la Casa Blanca tambi¨¦n ha apuntado a la Uni¨®n Europea y sus vecinos de Canad¨¢ y M¨¦xico.

En los primeros compases, la guerra comercial se declar¨® con mucho ruido y pocas nueces, es decir, con frases gruesas de Trump, pero cifras econ¨®micas reducidas. Las potencias se cruzaron aranceles a mercanc¨ªas por 3.000 millones de d¨®lares por cada lado (el acero y aluminio chinos en Washington y la carne de cerdo, ciertas frutas, vino y tubos de acero en Pek¨ªn), cuando el volumen de comercio bilateral sum¨® a 630.000 millones el a?o pasado. La etapa de los gestos ha terminado, las cifras actuales son la guerra total.

Las bolsas de valores asi¨¢ticos se resintieron por esta nueva escalada de amenazas entre ambas potencias. La Bolsa de Tokio cedi¨® un 1,77% y la de Se¨²l un 1,52%, mientras que el parqu¨¦ de Shangh¨¢i sufr¨ªa un batacazo del 3,8% a pocos minutos del cierre, situ¨¢ndose en m¨ªnimos de dos a?os. ZTE, la tecnol¨®gica china que se ha utilizado como moneda de cambio en estas negociaciones comerciales y cuyo futuro est¨¢ ligado a su resultado, vio como sus t¨ªtulos en Hong Kong se desplomaban un 23,5%.