De Mijis, seguridad y reconciliaci¨®n
A nuestras pol¨ªticas p¨²blicas y en particular a la de seguridad, le ha faltado entender los contextos diferenciados en los que nacen y se desarrollan las juventudes en M¨¦xico
La reciente pol¨¦mica generada en torno al diputado electo en San Luis Potos¨ª El Mijis muestra la exclusi¨®n y estigma que se han normalizado en nuestro pa¨ªs. Es el resultado de enormes brechas entre los que cuentan con realidades favorables y los que no. Tambi¨¦n debe ser parte fundamental de lo que una estrategia de reconciliaci¨®n, paz y seguridad integral debe considerar.
En M¨¦xico tenemos un bono poblacional de 38 millones de j¨®venes. Seg¨²n la OCDE, el 22% de estos no estudia ni trabaja. Adem¨¢s, la primera causa de muerte de 15 a 29 a?os es el homicidio y seg¨²n datos de la ECOPRED del INEGI, el 71,6 % de los j¨®venes cuenta con amigos involucrados en al menos un factor de riesgo. A nuestras pol¨ªticas p¨²blicas y en particular a la de seguridad, le ha faltado entender los contextos diferenciados en los que nacen y se desarrollan las juventudes en nuestro pa¨ªs. Existen muchos j¨®venes con historias similares a la del Mijis, juventudes que les ha faltado acceso a todo. Ning¨²n ser humano nace delincuente. Son factores de riesgo y situaciones los que, de manera acumulada, generan el fen¨®meno violento.
Aspirar a una construcci¨®n de paz real y duradera, implica ser incluyente y entender realidades distintas a las propias. Implica, considerar la experiencia y resiliencia de personas como el Mijis, como Antonio Briones o Dany Mundo en Ciudad Ju¨¢rez, como Carlos Cruz o MIBE en la Ciudad de M¨¦xico e Hidalgo, como Elisa-Rank en Acapulco y muchos m¨¢s que a trav¨¦s de sus historias de vida y trabajo hacen que j¨®venes salgan de la exclusi¨®n.
Es momento que aquellos que de manera directa viven las dificultades y complejidades sociales, sean vistos no solo como el objeto de la pol¨ªtica p¨²blica sino como actores fundamentales del cambio. Que sirva, su origen y pasado, de experiencia y diagn¨®stico. Su capacidad de reinsertarse y salir adelante, impulsando el sentido de pertenencia e identidad necesarios para contribuir a que otros lo hagan tambi¨¦n, que sirva, como una aportaci¨®n invaluable para generar pol¨ªticas de estado cercanas y reales, a la medida del reto que tenemos de frente. Historias como la del Mijis lejos de asustarnos, nos deben motivar. Pedro Carrizales cuenta con el privilegio, la responsabilidad hist¨®rica y el reto de representar a todos aquellos que no la tienen f¨¢cil.
Estamos esperanzados con el cambio de tim¨®n que en materia de seguridad nos han prometido. Una visi¨®n integral de la seguridad implica estar consciente que el asunto va m¨¢s all¨¢ de balas, polic¨ªas, control y reacci¨®n. Significa ir a las causas y no solo a los efectos de la violencia y el delito. La prevenci¨®n social es parte fundamental del sistema de seguridad y no el ¨¢rea social de cualquier dependencia. La focalizaci¨®n en ¨¢reas y poblaciones en riesgo y por tipo de delito son clave para contar con los tiros de precisi¨®n y efectos duraderos que han faltado en nuestro pa¨ªs.
Las carencias que en materia educativa, trabajo, movilidad, recreaci¨®n y desarrollo social y familiar que sufren millones de j¨®venes y ni?os, acompa?ado de la falta de estado de derecho y respuestas sin integralidad para reducir la violencia, han dado como resultado una enorme dispersi¨®n del crimen. La pr¨®xima administraci¨®n plantea dotar de becas a los ninis. Enfoque correcto, sin embargo, para ir m¨¢s all¨¢ de lo asistencial debemos dotarlos de habilidades para la vida al tiempo de brindar alternativas econ¨®micas y sociales que le den sustentabilidad a la estrategia.
No podemos esperar resultados diferentes haciendo lo mismo, ni en el gobierno ni en la sociedad. Estar abiertos y darnos la oportunidad de romper con paradigmas es la ¨²nica v¨ªa para lograr una aut¨¦ntica reconciliaci¨®n social. Lo fundamental es entender que todos somos seres humanos y el verdadero enemigo a vencer no es al que llamamos delincuente, sino las circunstancias y las causas que ocasionaron su inclusi¨®n al fen¨®meno. Nada cambia, si no cambiamos nada.
Eunice Rend¨®n es experta en seguridad y migraci¨®n
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