Luna de miel 2.0

La noche de la elecci¨®n presidencial, reconocido su triunfo por autoridades y adversarios, el candidato ganador es aclamado por miles de personas en un lugar emblem¨¢tico de la historia del M¨¦xico. La multitud le grita; ¡°no nos falles¡±: el candidato responde: ¡°no les voy a fallar¡± y pide que todos los mexicanos ¡°nos demos la mano¡±. La euforia se extiende por el pa¨ªs y comentaristas observan que un resultado electoral impensable apenas unos a?os antes se haya dado con tersura y sin sobresaltos.

Unos d¨ªas despu¨¦s de la elecci¨®n un famoso historiador escribe que el candidato ganador ¡°ha limpiado el aire hist¨®rico de M¨¦xico¡± y dice que ¡°por su capacidad de trabajo, inventiva y liderazgo (tendr¨¢) un margen corto de tiempo para fundar, como dir¨ªa Carlos Fuentes, un nuevo tiempo mexicano¡±. Tambi¨¦n un influyente periodista que ha sido cr¨ªtico implacable del viejo r¨¦gimen escribe: ¡°Ahora puedo ver hacia el pasado con m¨¢s calma y hacia el futuro de M¨¦xico con esperanza¡±.

Cualquiera pensar¨ªa que estos pasajes describen las ¨²ltimas dos semanas. En realidad, son pasajes de hace casi dos d¨¦cadas. El candidato ganador que promet¨ªa no fallar era Vicente Fox la noche del 2 de julio de 2000. La ¡°capacidad de trabajo, inventiva y liderazgo¡± era la de Fox, ponderada por el historiador Enrique Krauze en un art¨ªculo en Reforma el 9 de julio de 2000. Un d¨ªa antes, tambi¨¦n en Reforma, el que miraba al futuro con esperanza era el periodista de Univisi¨®n Jorge Ramos.

Tras el triunfo de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador el 1 de julio pasado, es f¨¢cil olvidar que esta pel¨ªcula ya la hab¨ªamos visto hace 18 a?os y que la luna de miel se acab¨® en un par de a?os cuando Fox result¨® no estar a la altura de las expectativas y la oposici¨®n prefiri¨® comportarse de manera oportunista, interesada en su propia ganancia.

Una tercera parte de los electores mexicanos estaba entre naciendo y terminando la primaria aquel 2 de julio de 2000. Quiz¨¢ para muchos de m¨¢s edad, las bufonadas de Fox, desde que estaba en la Presidencia, pero sobre todo despu¨¦s, hacen inveros¨ªmil pensar que en aquel verano de 2000 era generador de grandes expectativas en M¨¦xico y sujeto de atenci¨®n en muchos pa¨ªses.

El optimismo ha sido muy positivo para el pa¨ªs en los ¨²ltimos d¨ªas, pero hay que mantener cierto desapego

Leyendo la entrevista con Porfirio Mu?oz Ledo que public¨® El Pa¨ªs este viernes pasado, en la que el diputado electo por Morena afirma que M¨¦xico ¡°comenz¨® a cambiar¡± con la elecci¨®n de L¨®pez Obrador, es inevitable preguntar si el veterano pol¨ªtico recuerda lo que dec¨ªa hace 18 a?os cuando tambi¨¦n estuvo cerca de otro triunfo electoral hist¨®rico. El 6 de julio de 2000 dijo que ve¨ªa ¡°un M¨¦xico nuevo, estoy seguro de que se est¨¢ dando un cambio¡±. D¨ªas despu¨¦s reclamaba que ¡°estarle regateando m¨¦ritos al presidente electo Vicente Fox es estar cobrando facturas o estar provocando pleitos laterales¡±. Mu?oz Ledo acababa de ser nombrado por Fox coordinador de la Mesa de Transici¨®n, una transici¨®n que ahora nadie sabe d¨®nde qued¨®, quiz¨¢ ni ¨¦l mismo.

En alg¨²n lado existe la memoria para tener cuidado con las expectativas, porque ya vimos que el sistema pol¨ªtico tiene formas de cambiar para no cambiar, o para empeorar. La elecci¨®n de 2018 no es la primera vez que el PRI cae a tercer lugar. Despu¨¦s de perder la Presidencia en 2000 el PRI administr¨® sus cotos de poder, pero cay¨® en una crisis seis a?os despu¨¦s, que tiene paralelismos con la actual. ¡°El PRI no gan¨® la elecci¨®n en ninguna entidad, incluyendo bastiones como el Estado de M¨¦xico, Veracruz o Puebla (¡­) La carrera descendente del PRI se aceler¨® y a las causas estructurales se agreg¨® el talante de la candidatura que escogi¨® o que le fue impuesta¡±. Este an¨¢lisis bien pudo escribirse hace dos semanas, pero en realidad lo hizo Miguel ?ngel Granados Chapa en julio de 2006.

Entonces se dec¨ªa que el PRI estaba en la lona. Un gobernador en ese a?o dec¨ªa que los priistas deb¨ªan ¡°reflexionar c¨®mo encarar su responsabilidad, c¨®mo trabajar un nuevo papel y un mejor reposicionamiento¡±. El gobernador era el del Estado de M¨¦xico, Enrique Pe?a Nieto. Imposible saber cu¨¢nto y qu¨¦ tan profundo reflexionaron los priistas, pero lo cierto es que el nuevo papel y el reposicionamiento del que hablaba el futuro presidente se construy¨® sobre los hombros de personajes como Humberto Moreira, Javier Duarte, C¨¦sar Duarte, Eugenio Hern¨¢ndez, Roberto Borge y Andr¨¦s Granier, entre otros personajes envueltos en esc¨¢ndalos de corrupci¨®n.

El PRI estaba en la lona en 2006 pero durante el sexenio de Fox hab¨ªa logrado consolidar a sus gobernadores como virreyes y esa ruta la continu¨® con m¨¢s fuerza en el sexenio de Felipe Calder¨®n, de modo que su resurgimiento coincide con una de sus ¨¦pocas m¨¢s oscuras.

Hay quienes dir¨ªan que 2018 no es el mismo escenario y es cierto que no lo es. El PRI est¨¢ a un paso de la irrelevancia sin un elemento crucial que tuvo hace 12 a?os. En 2006 estaba hundido pero la miop¨ªa de un PRD que mantuvo una oposici¨®n a rajatabla al gobierno de Calder¨®n hizo que ¨¦ste se apoyara en la tercera fracci¨®n del Congreso, la priista, para lograr mayor¨ªas. Los gobernadores del PRI, a su vez, usaron a sus diputados y senadores como palanca para infinidad de abusos y evadir la rendici¨®n de cuentas con la complicidad del calderonismo. El PRI no tiene eso ahora, con L¨®pez Obrador al mando de mayor¨ªas legislativas. Pero el PRI ha probado ser capaz de encontrar la salida a sus crisis, aunque esa salida no necesariamente ha sido la m¨¢s ben¨¦fica para el pa¨ªs.

El optimismo ha sido muy positivo para el pa¨ªs en los ¨²ltimos d¨ªas, pero hay que mantener cierto desapego. Es muy f¨¢cil decepcionar y por eso no es casual que en los ¨²ltimos d¨ªas algunos empezaron a llevar la cuenta de cu¨¢ntas promesas L¨®pez Obrador hab¨ªa matizado o de plano desconocido, o que varias voces se hayan alzado contra su negativa a una fiscal¨ªa independiente. Hay que recordar nada m¨¢s c¨®mo los ¡°peces gordos¡± de los que hablaba Fox en 2000, cuando dec¨ªa que combatir¨ªa la corrupci¨®n sin tregua, se convirtieron en ¡°charales¡± apenas lleg¨® a la Presidencia.

El PAN est¨¢ sumido en su propia crisis en gran parte porque no supo capitalizar las dos ocasiones que gan¨® la Presidencia. Las promesas de gran crecimiento econ¨®mico o de combate a la corrupci¨®n nunca se materializaron. Los gobiernos panistas empoderaron a personajes que hoy ocupan la ignominia, apenas algunos cuantos una celda.

Hay que hacer algo de memoria para recordar la euforia que se vivi¨® en aquel momento, tambi¨¦n para tener en cuenta que antes de esa elecci¨®n se hac¨ªan advertencias apocal¨ªpticas y catastr¨®ficas sobre la posibilidad de que el PRI perdiera la Presidencia. Las mismas advertencias se hicieron sobre un triunfo de L¨®pez Obrador y ya vimos que no pas¨® nada. Eso es alentador. Pero hace 18 a?os tambi¨¦n vivimos la misma esperanza y tampoco pas¨® nada que estuviera a la altura de las expectativas de aquella noche de esperanza.