¡°M¨¢s de 800 hombres de las disidencias de las FARC se han entregado al Ministerio de Defensa¡±
El alto comisionado para la paz de Colombia cree que las "posiciones extremas se han venido moderando" despu¨¦s de la campa?a
Para el Gobierno de Juan Manuel Santos, que dejar¨¢ la Presidencia de Colombia el pr¨®ximo 7 de agosto, son tiempos de balance y defensa de un legado. Rodrigo Rivera (Pereira, 1963) repasa su gesti¨®n como Alto Comisionado para la Paz, cargo que ocupa desde hace un a?o en sustituci¨®n de Sergio Jaramillo, y describe el proceso que llev¨® a la desmovilizaci¨®n y desarme de las FARC con los que califica de ¡°hechos tozudos¡±. Cerca de 13.000 miembros de la antigua guerrilla han iniciado su reinserci¨®n en la sociedad y alrededor de 800 combatientes de alg¨²n frente de la disidencia se han entregado voluntariamente al Ministerio de Defensa. La organizaci¨®n insurgente se constituy¨® como partido pol¨ªtico, el viernes se estren¨® en el Congreso, pero la verdadera reconciliaci¨®n del pa¨ªs a¨²n est¨¢ pendiente. Ese desaf¨ªo quedar¨¢ pronto en manos del pr¨®ximo Ejecutivo, liderado por Iv¨¢n Duque.
Pregunta. El proceso de paz ha sufrido retrasos. ?Cu¨¢l ahora su estado de salud?
Respuesta. Creo que el proceso de implementaci¨®n del acuerdo de paz ha venido avanzando con gran din¨¢mica durante los ¨²ltimos meses. Lo que podr¨ªamos llamar los cimientos del edificio de la paz ya se han construido. Eso tiene que ver con reformas constitucionales, que fueron seis, reformas legales y reglamentarias, alrededor de 100 piezas legislativas. La mayor parte han pasado el examen de la Corte Constitucional exitosamente y se han establecido nuevas instituciones. Hay que recordar que es un acuerdo que se va a implementar en 15 a?os, que va a demandar el liderazgo de cinco presidentes de Colombia, incluido el presidente Santos, y que va a demandar unos 129 billones de pesos, unos 40.000 millones de euros, b¨¢sicamente para una muy ambiciosa transformaci¨®n de la ruralidad del pa¨ªs. Tambi¨¦n para una ampliaci¨®n de la democracia y de los espacios de participaci¨®n, la reparaci¨®n de las v¨ªctimas y la sustituci¨®n de toda la econom¨ªa il¨ªcita, fundamentalmente alrededor de los cultivos de coca por fuentes alternativas l¨ªcitas. Se viene avanzando con gran dinamismo.
P. Tambi¨¦n ha habido obst¨¢culos.
R. Estuvimos muy afectados por la campa?a electoral, primero del Congreso y luego la presidencial. Las prioridades de la campa?a tienen que ver con ganar elecciones y no necesariamente con tomar las decisiones m¨¢s ecu¨¢nimes. Pero la campa?a pas¨®, lo que estamos viendo es que ya el pa¨ªs est¨¢ en una etapa distinta, que es la etapa de transici¨®n, de entregarle de la mejor manera posible al nuevo Gobierno las riendas del poder. Lo estamos haciendo con gran aplicaci¨®n, en un clima y un ambiente bastante cordial, respetuoso, franco. Y en la medida de que la campa?a pas¨®, las posiciones extremas y cr¨ªticas se han venido moderando. Las aguas est¨¢n regresando a su cauce, donde las fuerzas pol¨ªticas que han respaldado al Gobierno del presidente Santos van a seguir haci¨¦ndolo en relaci¨®n con todo lo que signifique continuidad, mejoramiento de la implementaci¨®n y la construcci¨®n de paz.
P. Hemos asistido en las ¨²ltimas semanas a unas cr¨ªticas dirigidas por parte del Centro Democr¨¢tico a la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz. El viernes pasado la c¨²pula de las FARC se sent¨® en el banquillo de ese tribunal. ?Por qu¨¦, seg¨²n el Gobierno, es importante que ese sistema de justicia siga su curso?
R. Porque es fundamental que se demuestre claramente que el acuerdo de paz no fue un acuerdo de impunidad. Fue un acuerdo que, a pesar de suscribirse con una guerrilla no derrotada, incluy¨® compromisos para que los m¨¢ximos responsables de esa guerrilla y de otros actores del conflicto armado que hubieran incurrido en graves violaciones de derechos humanos, pues asumieran su responsabilidad, dieran la cara, contaran la verdad y repararan las v¨ªctimas. Si no lo hacen, entonces van a la c¨¢rcel hasta por 20 a?os. Esto fue muy desfigurado por la cr¨ªtica extrema motivada pol¨ªticamente por quienes se opusieron al acuerdo, pero lo que muestra esa foto es que los m¨¢ximos responsables de las FARC ya est¨¢n compareciendo ante la JEP. Otra cosa que estamos viendo es la comparecencia de generales del Ej¨¦rcito. No est¨¢n obligados a hacerlo.? El general Mario Montoya, el responsable de la Operaci¨®n Jaque, que representa buena parte de los golpes m¨¢s duros que en el a?o 2008 se les dieron a las estructuras de las FARC y hoy ha decidido presentarse ante la JEP. Esto lo que muestra es que esta es una justicia de cierre del conflicto.
P. ?Es posible esa reconciliaci¨®n?
R. Lo que el acuerdo de paz es una oportunidad para la reconciliaci¨®n. Pero la reconciliaci¨®n no acuerda entre las partes ni se ordena por decreto. Depende de la voluntad de cada individuo, dir¨ªa que de cada colombiano. En m¨¢s de 200 a?os de historia de esta naci¨®n es francamente la asignatura en la que hemos fallado. Hemos repetido la violencia, hemos terminado ciclos de violencia con acuerdos de paz, pero siempre hemos fracaso en esa asignatura de la reconciliaci¨®n, por eso la violencia regres¨® a Colombia. Lo que tenemos ahora es una oportunidad y el llamado que hacemos es que esta vez no fallemos.? El gran reto es ser capaces de entender que el acuerdo con las FARC realmente es un hecho hist¨®rico que resolvi¨® el problema. Lo enfrentamos por m¨¢s de 50 a?os, con fuerza militar, con intentos de negociaci¨®n y todos fracasaron. Ninguno resolvi¨® el problema de las FARC. Este acuerdo de paz arregl¨® el problema de las FARC, en el sentido de que las FARC desaparecieron. Se acabaron. Ahora son un partido pol¨ªtico. Y la firma de Rodrigo Londo?o representa que hoy 13.003 integrantes de esa organizaci¨®n ya est¨¦n acreditados por el Gobierno para iniciar el proceso de incorporaci¨®n. ?Cu¨¢nto habr¨ªamos tenido que demorarnos para lograr algo siquiera comparable por la v¨ªa de la confrontaci¨®n militar? Creo que eso es lo que muestra el gran valor de este acuerdo de paz.
P. Antes ha hablado de ruralidad. El Gobierno ha tratado de combatir la producci¨®n de hoja de coca tambi¨¦n con un plan de sustituci¨®n voluntaria de cultivos. ?Es eficaz?
R: Es una apuesta, tal vez la m¨¢s audaz, en materia de construcci¨®n de la nueva ruralidad de pa¨ªs. Alrededor de 70.000 familias han firmado acuerdos individuales comprometi¨¦ndose a erradicar o arrancar las matas de coca. M¨¢s de 40.000 ya han arrancado las matas y tiene una primera verificaci¨®n de ONU. Y est¨¢ puesto en marcha todo un aparato para acompa?ar esas familias en su tr¨¢nsito hacia la legalidad¡ Al mismo tiempo estamos en una carrera muy intensa para llevarles carreteras, para llevarles otros bienes p¨²blicos que en esas zonas apartadas no existen. Donde el Estado no ha llegado la mafia para comprar la pasta de coca o las pepitas de oro fruto de la miner¨ªa ilegal. De alguna manera, es una competencia del Estado contra esa l¨®gica de la mafia. Conf¨ªo en que esta pol¨ªtica se vaya a mantener y donde no hay voluntad, que siga la erradicaci¨®n.
P. Colombia afronta una ola de violencia y asesinatos de l¨ªderes sociales que no cesa. ?C¨®mo puede afrontar el Estado ese drama?
R. El Gobierno est¨¢ permanentemente evaluando la situaci¨®n y ajustando la coordinaci¨®n entre todas las autoridades del Estado para enfrentar ese desaf¨ªo. Lo primero con medidas de protecci¨®n, individuales y colectivas, que implican un despliegue sin precedentes de fuerzas militares y polic¨ªas en cientos de veredas. En esas zonas donde el plan de despliegue de fuerzas est¨¢ operando realmente hemos tenido reducci¨®n sustancial [de los ataques], en muchos casos a cero. A diferencia de lo que pasaba hace 10 o 15 a?os, hoy se ha fortalecido la capacidad de investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa. Alrededor del 50% de los cr¨ªmenes ya est¨¢n esclarecidos, con autores materiales e intelectuales identificados. Un par de elementos m¨¢s. La primera v¨ªctima cuando afloran episodios de violencia es la verdad y la verdad que necesitamos es la judicial. El ¨²ltimo elemento es la reconciliaci¨®n. Hay una cultura de estigmatizaci¨®n, de violencia verbal y heridas abiertas que hay que enfrentar. Ahora estamos empoderando consejos de paz en los municipios.
P. A principios de junio se instal¨®, por ejemplo, el de Tumaco, un lugar que se ha convertido en el s¨ªmbolo de los males de Colombia, est¨¢ amenazado por la disidencia de las FARC encabezada por Guacho¡
R. Va a caer. Tambi¨¦n caer¨¢. Cayeron los m¨¢s poderos carteles de droga del mundo en Colombia, los m¨¢s poderosos jefes de la guerrilla de las FARC, de los paramilitares. Por supuesto que caer¨¢. El Gobierno le ha dado toda la prioridad. El despliegue es de m¨¢s de 12.000 hombres de la fuerza p¨²blica all¨ª, se est¨¢ obrando con toda intensidad, pero el mismo tiempo promoviendo que la ciudadan¨ªa se organice, participe en esos consejos de paz, que haya una masa cr¨ªtica de actores sociales promoviendo reconciliaci¨®n, construyendo una masa cr¨ªtica de legitimidad y de no violencia.
P. ?Cu¨¢n preocupante es la hip¨®tesis de refundaci¨®n de las FARC a partir de las disidencias?
R. Los hechos son tozudos.? Entre agosto de 2016 y junio de este a?o, adem¨¢s de esos 13.003 hombres que nosotros tenemos identificados como miembros de las FARC, m¨¢s de 800 hombres y mujeres que pertenecieron a las FARC se han presentado individualmente al Ministerio de Defensa para desmovilizarse despu¨¦s de haber pertenecido a alguna de esas estructuras de disidencia, en las que tuvieron que permanecer porque si no los fusilaban. Pero a la primera oportunidad se han ido. Lo que no se ha contado es que hay m¨¢s de 800 que se entregaron al Ministerio de Defensa con fusiles. La tiene que estar pasando muy mal la disidencia para que 800 se hayan ido¡ ?Qu¨¦ hacen los otros para seguir delinquiendo? Reclutan ni?os a la fuerza. Est¨¢n tratando de crear algo pero no lo han podido hacer. Sus cr¨ªmenes, el asesinato de los periodistas y dos empresarios ecuatorianos, no demuestran su capacidad militar. Tenemos el cartel de Sinaloa tratando de meterse, el ELN que todav¨ªa tiene capacidad para pescar en r¨ªo revuelto y el Clan del Golfo que por cierto est¨¢ pidiendo someterse a la justicia. Lo que estamos viendo es un Estado muy fuerte.
P. ?Es posible un acuerdo con el ELN?
R. Creo que la oportunidad est¨¢ servida para que logremos unos avances sustantivos en la mesa con el ELN. El momento hist¨®rico no es el de la violencia, es el de la paz. Las comunidades donde ha tenido influencia el ELN, todas ellas condenando los hechos de violencia y pidiendo que firme un acuerdo de cese al fuego como el que hubo en octubre. Ese es el camino. La comunidad internacional tampoco es neutral. Est¨¢ pidiendo al ELN que no m¨¢s, que demuestre realmente que es sincera su voluntad o sus palabras de paz. El Gobierno del presidente Santos va a hacer hasta el ¨²ltimo d¨ªa todos los esfuerzos para poder avanzar en esa negociaci¨®n. Creo que es evidente que para avanzar en esa direcci¨®n se requiere que el ELN pruebe que s¨ª est¨¢ comprometido con la paz,
P. ?Qu¨¦ mensaje le trasladar¨ªa a su sucesor?
R. Se los he trasladado. En torno al acuerdo con las FARC, que este es un acuerdo integral, donde se pact¨® lo que se pact¨® bajo el principio de que nada estaba acordado hasta que todo estuviera acordado. Por lo tanto, es un acuerdo con las imperfecciones que tenga, sin embargo, tiene el valor de haber solucionado el problema de las FARC, y hay que preservarlo de esa manera y darle todo el respaldo a los miles de hombres y mujeres que le apostaron por la paz.? Lo que resolvi¨® el problema de las FARC fue la negociaci¨®n y el acuerdo
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Juan Manuel Santos
- Partido de la U
- Proceso paz Colombia
- Colombia
- Conflicto Colombia
- FARC
- Proceso paz
- Guerrillas
- Conflictos armados
- Gobierno Colombia
- Partidos pol¨ªticos
- Sudam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Grupos terroristas
- Gobierno
- Guerra
- Am¨¦rica
- Terrorismo
- Conflictos
- Administraci¨®n Estado
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Redacci¨®n Colombia
- Edici¨®n Am¨¦rica