Mal¨ª escoge presidente entre acusaciones de fraude y riesgo de una deriva violenta
El presidente IBK y su rival Souma?la Ciss¨¦ repiten el pulso de 2013 en un pa¨ªs intervenido militarmente y sumido en una profunda crisis
Mal¨ª celebra elecciones presidenciales este domingo con dos opciones claras sobre la mesa: la continuidad representada por el actual presidente Ibrahim Boubacar Keita (IBK) y el cambio que lidera el candidato Souma?la Ciss¨¦, conocido como Soumi. Se trata de?los mismos aspirantes que en 2013. Sin embargo, la existencia de un censo electoral con 1.241.574 electores m¨¢s de los previstos inicialmente, revelada por la oposici¨®n y reconocida a rega?adientes por el Gobierno como un ¡°error inform¨¢tico¡±, ha disparado las sospechas de fraude y el temor a una reacci¨®n violenta en la calle si IBK fuera proclamado vencedor en primera vuelta.
¡°Nos quieren robar la Rep¨²blica y no lo vamos a permitir. Son unos criminales. Estamos dispuestos a todo¡±. Bajo una persistente lluvia, el c¨¦lebre locutor de radio y activista Ras Bath disparaba el pasado viernes por la noche toda su munici¨®n contra el Gobierno subido a un tr¨¢iler y en presencia de un millar de seguidores de Soumi. La campa?a electoral m¨¢s tensa que se recuerda en este pa¨ªs africano llegaba a su fin. ¡°Estos cinco a?os han sido un accidente¡±, remata Soumala Ciss¨¦, ¡°y ahora quieren mantenerse en el poder para seguir robando, pero haciendo trampas¡±.
La revelaci¨®n de la existencia de un censo electoral con 1.241.574 electores m¨¢s respecto a los 8.000.462 auditados por la Organizaci¨®n Internacional de la Francofon¨ªa (OIF), y aceptados por todas las partes, ha sido como un terremoto. El primer ministro, Soumeylou Boub¨¨ye Ma?ga, ha intentado reducir los da?os en los ¨²ltimos d¨ªas con diversas reuniones con todos los candidatos y asegurando que los errores se iban a corregir con total transparencia, pero la oposici¨®n, convencida de que hay un pucherazo en camino, apela a las misiones de observaci¨®n internacional para intentar impedirlo.
La distribuci¨®n de carn¨¦s electorales biom¨¦tricos y la posibilidad de retirarlos por delegaci¨®n tambi¨¦n est¨¢n en el coraz¨®n de la pol¨¦mica. El Gobierno asegura que se ha superado el 70% de reparto de los carn¨¦s, incluso en las regiones del norte, pero la oposici¨®n teme que estos registros no se corresponden con la realidad de un pa¨ªs donde el Estado est¨¢ apenas presente en sus dos terceras partes, sobre todo en regiones del norte y centros como Gao, Menaka, Kidal, Tombuct¨² y Mopti, donde para decenas de miles de ciudadanos ser¨¢ imposible acudir a votar dada la inseguridad y la enorme cantidad de poblaci¨®n desplazada.
Mal¨ª es, hoy por hoy, el pa¨ªs m¨¢s amenazado, fr¨¢gil e inestable de ?frica occidental. Y uno de los m¨¢s pobres. En enero de 2012, una coalici¨®n de rebeldes tuareg y grupos terroristas asentados en el des¨¦rtico norte desde hace d¨¦cadas iniciaron un conflicto que, lejos de extinguirse por la intervenci¨®n militar francesa y la presencia de Naciones Unidas, adquiere cada vez m¨¢s amplitud. A los continuos ataques yihadistas y atentados que han llegado incluso a la capital, Bamako, se une la violencia intercomunitaria, que ha causado m¨¢s de 300 muertos en el centro del pa¨ªs solo en los ¨²ltimos siete meses.
En este contexto, los cinco a?os de IBK en el poder han sido decepcionantes para buena parte de los malienses. ¡°No es s¨®lo el problema del norte. El paro es imparable y los casos de corrupci¨®n han afectado a todos los Gobiernos que ha habido en los ¨²ltimos a?os. La Educaci¨®n no funciona y la Sanidad est¨¢ casi paralizada por las huelgas de m¨¦dicos¡±, asegura Makan Diabat¨¦, un cargo medio de una empresa de distribuci¨®n comercial. ¡°No creo que ninguno de los candidatos pueda arreglar este pa¨ªs, es un desastre¡±, a?ade.
La desmotivaci¨®n y el hast¨ªo de buena parte de la poblaci¨®n podr¨ªan jugar en contra de quienes aspiran a un cambio mientras la coalici¨®n gubernamental en torno a IBK ¡ªcorruptelas aparte¡ª?exhibe m¨²sculo con un poderoso despliegue de campa?a que ha inundado de carteles con las fotos del candidato todas las ciudades del pa¨ªs, y pide a la oposici¨®n que no siembre dudas sobre unas elecciones que no duda en calificar de ¡°limpias y transparentes¡±. La conocida empresaria del mundo de la moda Moussou Sora asegura que ¡°los avances necesitan tiempo e IBK es la mejor opci¨®n" que tienen.
El presidente saliente cuenta en su haber con la baza de ser un aliado fiel de la comunidad internacional y de Francia en particular, pa¨ªs que mantiene un importante despliegue en el terreno y que apoya sin fisuras al reci¨¦n creado G5 del Sahel, impulsado por Mal¨ª (entre otros). Con una amplia experiencia pol¨ªtica, Boua (El viejo, en b¨¢mbara, la lengua nacional) cuenta con alcanzar un segundo mandato. Souma?la Ciss¨¦, ingeniero inform¨¢tico nacido en Tombuct¨², tiene un perfil m¨¢s t¨¦cnico. Presidente durante a?os de la comisi¨®n de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria de ?frica Occidental (Uemoa), lleva 16 a?os intentando ser presidente de Mal¨ª en sucesivas elecciones.
El pasado viernes, mientras el cielo se ennegrec¨ªa amenazando tormenta, un grupo de ni?os de apenas 12 o 13 a?os se asomaba a la carretera de Bako Djikoroni, en Bamako, con carteles de Ciss¨¦ y gritando ¡°IBK, IBK¡±, en un desafinado intento de cumplir con su tarea. A unos kil¨®metros de distancia, en el barrio de Hippodrome, seguidores del presidente repart¨ªan tres euros a cada joven que se cruzaba en su camino y llenaban el dep¨®sito de gasolina de sus motos Jakarta a cambio de una promesa de voto. Ca¨ªda la noche, al final llovi¨®, pero tampoco fue para tanto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.