Dos nuevos atentados yihadistas elevan la alerta en Mal¨ª a un mes de las elecciones

Mal¨ª ha sido el escenario este fin de semana de dos atentados terroristas que muestran, una vez m¨¢s, la profundidad de la crisis en materia de seguridad que atraviesa el pa¨ªs africano. Los ataques contra el cuartel general del G5 del Sahel?¡ªfuerza militar que lucha contra el yihadismo¡ª?en Sevar¨¦ (centro del pa¨ªs) y contra blindados franceses de la operaci¨®n Barkhane en Gao (norte) provocaron unos siete muertos y una treintena de heridos solo unas horas antes de la llegada a Mauritania del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, quien ha viajado a ?frica para abordar, precisamente, los desaf¨ªos en la lucha contra el terrorismo en el Sahel.

El primer atentado tuvo lugar el pasado viernes. Un coche cargado de explosivos y con al menos una persona a bordo saltaba por los aires enfrente del campamento militar de Sevar¨¦ que acoge el cuartel general del G5 del Sahel, la fuerza creada por cinco pa¨ªses africanos para luchar contra el terrorismo yihadista. Al menos tres personas fallecieron y una decena resultaron heridas, seg¨²n fuentes malienses. La responsabilidad del ataque fue asumida por?el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, bajo la ¨®rbita de Al Qaeda y liderado por Iyad Ag Ghali, uno de los terroristas m¨¢s buscados del Sahel.

Este domingo un segundo atentado se produjo en Gao, la principal ciudad del norte del pa¨ªs, cuando otro coche bomba conducido por un suicida explotaba al paso de una patrulla militar conjunta integrada por soldados franceses de la operaci¨®n Barkhane y militares malienses. Al menos cuatro personas murieron, todos ellos civiles que se encontraban en la zona, y hubo una veintena de heridos. Lo m¨¢s grave es que el ataque ocurri¨® en el interior de la ciudad, a pocos metros del control de la carretera de Bourem, lo que vuelve a poner de manifiesto la incapacidad de las fuerzas de seguridad para controlar la situaci¨®n.

Precisamente este lunes el presidente franc¨¦s Emmanuel Macron aterriza en Nuakchot, la capital mauritana, donde se est¨¢ celebrando una cumbre de jefes de Estado de la Uni¨®n Africana (UA), para reunirse con los presidentes de los cinco pa¨ªses miembros del G5 del Sahel: la propia Mauritania, Mal¨ª, Burkina Faso, Chad y N¨ªger. El pasado s¨¢bado, el presidente mauritano Mohamed Ould Abdel Aziz aseguraba que el ataque a su cuartel general revelaba ¡°enormes errores¡± en una fuerza militar de 5.000 soldados que no acaba de encontrar la financiaci¨®n necesaria para su plena operatividad.

Francia se ha convertido en el gran valedor internacional de la lucha contra la violencia yihadista en la regi¨®n, pero los compromisos econ¨®micos no se concretan. Los 420 millones de euros prometidos al G5 del Sahel por la Uni¨®n Europea en febrero no acaban de llegar y la falta de medios de esta fuerza militar es acuciante. Por otra parte, esta uni¨®n antiyihadista est¨¢ bajo sospecha por supuestas violaciones de derechos humanos en el centro de Mal¨ª contra civiles a los que se acusaba de complicidad con el terrorismo,?

Estos atentados, a los que se suman otras dos explosiones de artefactos caseros en Koro y Djibock tambi¨¦n este fin de semana, se producen a menos de un mes de las elecciones presidenciales en Mal¨ª. El pr¨®ximo 29 de julio, se enfrentar¨¢n el actual presidente Ibrahim Boubacar Keita, que en cinco a?os ha sido incapaz de dar respuesta a los enormes desaf¨ªos a los que se enfrenta este pa¨ªs y cuyo gobierno se ha visto envuelto en acusaciones de corrupci¨®n, y el candidato opositor Souma?la Ciss¨¦, quien ya fuera su rival en 2012. La amenaza terrorista pende sobre los comicios.