Trump hace temblar a los republicanos ante las legislativas

El de Donald Trump y el Partido Republicano es un matrimonio de conveniencia con diferencias de ra¨ªz que asoman cuando sus intereses divergen. Trump ha devuelto a los republicanos al poder despu¨¦s de ocho a?os de mandato del dem¨®crata Barack Obama, pero su estrategia a corto y medio plazo es personalista y en las altas esferas conservadoras se teme que pueda da?ar al partido. El presidente mantiene su discurso de extremos con el objetivo de mantener alta la adrenalina de su base electoral de cara a las presidenciales de 2020. El partido, por su parte, se juega mantener su preponderancia en las legislativas del 6 de noviembre y considera que ser¨ªa mejor aparcar las guerras populistas del jefe de la Casa Blanca hasta despu¨¦s de esa fecha clave.

El aparato republicano quisiera ce?ir el discurso a ensalzar el crecimiento econ¨®mico del pa¨ªs ¡ªun s¨®lido 4,1% en el segundo trimestre¡ª y centrar sus esfuerzos en el Senado para sacar adelante antes de las elecciones el nombramiento para el Tribunal Supremo del juez conservador Brett Kavanaugh. Pero Trump va por libre y no logran embridarlo. El domingo el neoyorquino lanz¨® una granada en Twitter que pill¨® al partido desprevenido. Amenaz¨® con forzar un cierre del presupuesto federal ¡ªque limitar¨ªa la Administraci¨®n a servicios esenciales¡ª el 1 de octubre si los dem¨®cratas no ayudan a aprobar fondos para la construcci¨®n del muro en la frontera con M¨¦xico. Esta medida crear¨ªa descontento entre los ciudadanos y la culpa caer¨ªa sobre las espaldas del Partido Republicano a solo 37 d¨ªas de las legislativas, que renuevan la C¨¢mara de Representantes y un tercio del Senado. Y los republicanos saben que no llegan fuertes a las urnas. La ¨²ltima encuesta de la Universidad de Quinnipiac sit¨²a a los progresistas 12 puntos arriba en la estimaci¨®n de votos para la C¨¢mara Baja.

El ob¨²s de Trump cogi¨® a contrapi¨¦ a los suyos cuando cre¨ªan que lo ten¨ªan m¨¢s o menos controlado. Seg¨²n The New York Times, los l¨ªderes republicanos aseguraban la semana pasada que hab¨ªan llegado a un acuerdo con el presidente para calmar las aguas de la pol¨ªtica nacional hasta pasados los comicios. Pero el domingo el jefe sac¨® el mazo para advertir del posible apag¨®n administrativo y este lunes inici¨® su jornada de tuits cabalgando un d¨ªa m¨¢s su caballo populista favorito, la ret¨®rica antinmigraci¨®n, exigiendo m¨¢s seguridad en la frontera, atacando las llamadas ciudades santuario que no persiguen a los indocumentados y reclamando, en may¨²sculas, ¡°?el muro!¡±.

Trump sabe que su base quiere un discurso duro en materia de inmigraci¨®n, pero es dudoso que esto favorezca tambi¨¦n al partido. ¡°La masa de Trump puede no ser suficiente para que los republicanos no pierdan la C¨¢mara de Representantes e incluso el Senado. El ¨¦xito de los conservadores en estas elecciones no se juega en los polos ideol¨®gicos, sino en el terreno intermedio donde se gana el voto moderado y el independiente¡±, afirma Eduardo Gamarra, polit¨®logo de la Universidad Internacional de Florida. En lo que respecta a inmigraci¨®n, por ejemplo, las encuestas apuntan en esa direcci¨®n. Datos de Gallup de junio indican que un 57% de la poblaci¨®n se opone a expandir el muro y un 75% ¡ªr¨¦cord hist¨®rico¡ª cree que la inmigraci¨®n es positiva.

En junio, la separaci¨®n de padres e hijos inmigrantes en la frontera levant¨® tal escandalera que Trump dej¨® en suspenso la orden. Esta crisis ha podido da?ar su imagen y la del partido, desde donde salieron dardos contra el presidente como el de un arist¨®crata republicano, Jeb Bush, que critic¨® que se trataba de una pol¨ªtica ¡°sin coraz¨®n¡±.

Y si en lo que toca a inmigraci¨®n las ideas de Trump violentan el enfoque m¨¢s moderado de la tradici¨®n republicana, en el campo econ¨®mico el inquilino del Despacho Oval roza el anatema. Si alg¨²n principio define el alma republicana, es el del libre comercio, y Trump lo est¨¢ desafiando con su apuesta por la guerra comercial a escala global y el proteccionismo. La preocupaci¨®n del partido es que el efecto negativo de estas pol¨ªticas se note y repercuta en el voto en regiones manufactureras decisivas en las urnas.

Apoyo en campa?a

Un s¨ªntoma claro de que Trump est¨¢ tocando el nervio m¨¢s sensible de los republicanos ha sido la cr¨ªtica frontal que le hizo este domingo el magnate industrial Charles Koch, cabeza de la principal red de donantes a las campa?as republicanas. Koch advirti¨® de que el proteccionismo es ¡°perjudicial¡±, carg¨® contra la ¡°divisi¨®n¡± pol¨ªtica en EE UU e hizo ver que su grupo de influencia ¡ªque prev¨¦ invertir 400 millones de d¨®lares en estos comicios¡ª est¨¢ abierto a apoyar a dem¨®cratas: ¡°No me importan las iniciales que vayan delante o detr¨¢s [de un candidato]¡±.

Otra figura relevante de su c¨ªrculo, Brian Hooks, lament¨® la ¡°tremenda falta de liderazgo¡± de Trump y el ¡°deterioro¡± institucional que est¨¢ causando su pol¨¦mica gesti¨®n. La respuesta lleg¨® este lunes del ¨¢ngel ca¨ªdo Stephen Bannon, ex estratega jefe de Trump en la Casa Blanca. Rostro del trumpismo m¨¢s ultra, Bannon mand¨® ¡°callar¡± a Koch y apoyar ¡°la presidencia y el programa de Trump¡± para ganar en noviembre.

El presidente conf¨ªa en hacer compatible su ret¨®rica tronante con el ¨¦xito de los republicanos en las legislativas, cruciales tambi¨¦n para ¨¦l para conservar el respaldo en las C¨¢maras y no verse obligado a remar contra una mayor¨ªa dem¨®crata. El viernes, en una entrevista con su cadena amiga Fox News, Trump asegur¨® que ha pedido a su equipo una lista de un par de docenas de feudos electorales dif¨ªciles para los suyos para socorrerlos con m¨ªtines. ¡°Trabajar¨¦ muy duro¡±, asegur¨®.