El movimiento contra la discriminaci¨®n avanza en Israel
Voces de la oposici¨®n y de las minor¨ªas se alzan frente a la ley del Estado naci¨®n jud¨ªo aprobada por la coalici¨®n de Netanyahu
La imposici¨®n de una reforma de calado constitucional con una ajustada mayor¨ªa pol¨ªtica suele acarrear descontento. Las voces de la oposici¨®n y de las minor¨ªas ¨¦tnicas y religiosas se han alzado en Israel contra la aprobaci¨®n de la ley del Estado naci¨®n, una norma que establece el car¨¢cter jud¨ªo del pa¨ªs, declara el hebreo como ¨²nica lengua oficial y es vista como una consagraci¨®n de la discriminaci¨®n por ¨¢rabes de origen palestino (un 20% de los 8,7 millones israel¨ªes), drusos (2%) y cristianos (2%). Con el ajustado voto a favor de 62 de los 120 esca?os, la Kneset (Parlamento) sancion¨® hace 12 d¨ªas que el derecho a la autodeterminaci¨®n en Israel pasa a estar reservado en exclusiva al pueblo jud¨ªo. El reconocimiento de la igualdad entre todos los ciudadanos proclamada en la declaraci¨®n de independencia de 1948 no est¨¢ ahora recogido en la nueva ley fundamental del Estado.
Los miembros de la Lista Conjunta ¨¢rabe boicotearon el pleno durante la votaci¨®n del pasado d¨ªa 19 de julio. Otro parlamentario de ascendencia palestina integrado en el laborismo renunci¨® despu¨¦s al acta para expresar su queja. Tres diputados drusos han recurrido ahora ante el Tribunal Supremo la norma por considerarla inconstitucional. Lo mismo han hecho los del partido Meretz (izquierda pacifista). Dos oficiales del Ej¨¦rcito, tambi¨¦n de la minor¨ªa drusa, han presentado la dimisi¨®n ante el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. Decenas de altos mandos retirados del Ej¨¦rcito y la Polic¨ªa han alertado en una carta conjunta del riesgo de que la controvertida normativa abra una fractura en la ciudadan¨ªa. La sociedad civil ha convocado una gran marcha de protesta en Tel Aviv este s¨¢bado contra una legislaci¨®n acusada de avalar la discriminaci¨®n. La oposici¨®n en bloque ha forzado un debate sobre la ley del Estado naci¨®n la semana pr¨®xima en la C¨¢mara, pese al receso parlamentario de verano. Incluso el presidente de Israel, el conservador moderado Reuven Rivlin, ha anunciado que solo promulgar¨¢ la ley con su firma en caracteres ¨¢rabes en se?al de disgusto.
El movimiento contra la discriminaci¨®n que encarna la ley del Estado naci¨®n jud¨ªo parece estar cobrando una magnitud con escasos precedentes en Israel desde la movilizaci¨®n de los j¨®venes indignados en 2011 contra la carest¨ªa de la vida. ¡°Hemos sufrido un retroceso de nuestros derechos por una decisi¨®n de un Gobierno racista¡±, denunciaba este martes en una comparecencia ante la prensa en Jerusal¨¦n el diputado druso de Uni¨®n Sionista (alianza de centro-izquierda encabezada por el laborismo) Saleh Saad.
Los drusos constituyen una minor¨ªa ¨¦tnica y religiosa que se extiende por Israel, L¨ªbano y Siria. Se caracterizan por su lealtad al pa¨ªs en el que se asientan y por el secretismo de sus ritos de culto basados en la reencarnaci¨®n. Los m¨¢s de 130.000 israel¨ªes de esta comunidad se han venido declarando integrados en el Estado durante los ¨²ltimos 70 a?os. La gran mayor¨ªa de los hombres cumple el servicio militar obligatorio y muchos de ellos se alistan despu¨¦s como profesionales en las fuerzas de seguridad. ¡°Serv¨ª durante 12 a?os en el Ej¨¦rcito¡±, asegura Saad, ¡°y ahora me enfrento a esta ley injusta que excluye a los ¨¢rabes y a minor¨ªas como los drusos, los beduinos, los cristianos o los circasianos [musulmanes de origen cauc¨¢sico]¡±. En la reclamaci¨®n que ha dirigido al Supremo exige que el car¨¢cter cooficial del ¨¢rabe (la lengua materna de su comunidad) sea restablecido, la dotaci¨®n de infraestructuras y viviendas para los pueblos de las minor¨ªas, generalmente relegados por la Administraci¨®n y una declaraci¨®n expresa de la igualad de todos los ciudadanos en la nueva ley b¨¢sica o constitucional.
El primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, proclam¨® el pasado domingo en la reuni¨®n semanal del Consejo de Ministros que ¡°Israel es el Estado naci¨®n del pueblo jud¨ªo, con igualdad de plenos derechos para todos sus ciudadanos¡±. El l¨ªder de Likud ¡ªque encabeza una coalici¨®n de seis partidos conservadores, nacionalistas, de extrema derecha y ultraortodoxos jud¨ªos, considerada como la m¨¢s derechista en la historia de Israel¡ª ha intentado justificar la aprobaci¨®n de la ley del Estado naci¨®n alegando que la igualdad ya estaba legalmente garantizada en el Estado hebreo mientras que ¡°nunca se hab¨ªan recogido los derechos nacionales del pueblo jud¨ªo en una ley b¨¢sica¡±.
Netanyahu ya ha advertido de que no reformar¨¢ la nueva norma pese a la creciente ola de cr¨ªticas en la sociedad. Pero ha intentado tender puentes con la minor¨ªa drusa ¡ªcon estrat¨¦gica importancia en las fuerzas de seguridad por su dominio del ¨¢rabe¡ª y se ha reunido con sus dirigentes para tratar de aplacar su inquietud. El l¨ªder espiritual druso, jeque Muwafaq Tarif, le ha exigido en un comunicado que enmiende la pol¨¦mica ley para recoger expresamente los derechos de todas las minor¨ªas. La dimisi¨®n de dos oficiales de este grupo ¨¦tnico ha llevado a intervenir al jefe del Estado Mayor, general Gadi Eisenkot, para evitar nuevas renuncias en cadena.
El Patriarcado Latino de Jerusal¨¦n, cabeza de la Iglesia cat¨®lica en Tierra Santa, ha asegurado a su vez que la ley del Estado naci¨®n es "discriminatoria" y "viola tanto la legislaci¨®n israel¨ª como el derecho internacional". En un comunicado citado por el portal digital Times of Israel, el Patriarcado llama a los cristianos a sumarse a las protestas convocadas contra la norma de rango constitucional. ¡°La ley no contempla garant¨ªas para preservar los derechos del pueblo ind¨ªgena [en alusi¨®n a los ciudadanos de origen ¨¢rabe] ni de otras minor¨ªas que viven en el pa¨ªs. Los ciudadanos palestinos de Israel representan una quinta parte de la poblaci¨®n y han sido flagrantemente excluidos del ¨¢mbito de la ley¡±. La Iglesia cat¨®lica sostiene que la norma infringe la resoluci¨®n 181 de Naciones Unidas que estableci¨® en 1947 el Estado de Israel tras la partici¨®n de la Palestina bajo mandato brit¨¢nico y la propia declaraci¨®n de independencia, de 1948, que garantizaba la igualdad de todos los ciudadanos de Israel al margen de su origen nacional, etnia o credo.
Maniobras ante las urnas
Amparado en la bonanza econ¨®mica de Israel ¡ªcon una tasa de desempleo situada por debajo de 5% y el PIB creciendo a un ritmo anual superior al 3%¡ª, y en sus buenas relaciones con Estados Unidos y Rusia ¡ªestrechas con el presidente Donald Trump, fluidas con Vlad¨ªmir Putin¡ª, a Netanyahu le sonr¨ªen las encuestas electorales. A pesar de las investigaciones por varios casos de corrupci¨®n que pesan sobre el primer ministro israel¨ª, el conservador partido Likud que lidera volver¨ªa a ganar las elecciones con m¨¢s de una cuarta parte de los esca?os, en una fragmentada Kneset cada vez m¨¢s escorada a la derecha.
Un sondeo de la consultor¨ªa demosc¨®pica Panels para el diario digital Walla! refleja que el 58% de los israel¨ªes apoya la controvertida ley del Estado naci¨®n, y la encuesta mensual Peace Index del Instituto de la Democracia en Israel constata tambi¨¦n que el 52,3% de los ciudadanos respaldaba la oportunidad de la norma. En este clima pol¨ªtico Netanyahu parece dispuesto a adelantar las legislativas ¡ªprevistas en principio para el oto?o de 2019¡ª con el objetivo de rentabilizar en las urnas los buenos augurios de los sondeos.
¡°Frente a una legislaci¨®n que alienta el tribalismo en lugar de la identidad nacional del Estado (¡) Netanyahu ya ha pedido a sus correligionarios pol¨ªticos que dejen de pedir disculpas por la aprobaci¨®n de la ley del Estado naci¨®n¡±, sosten¨ªa el columnista Nahum Barnea en el diario Yedioth Ahoronoth haci¨¦ndose eco de la opini¨®n de muchos israel¨ªes. ¡°Los sondeos le hacen creer que las protestas van a ser d¨¦biles y fragmentadas. Habr¨¢ que demostrarle que est¨¢ equivocado. Cuando se da un vuelco a la escala de valores no queda m¨¢s remedio que salir a la calle¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.