Estados Unidos acusa a Rusia de tratar de interferir en la campa?a de las legislativas

La Casa Blanca organiz¨® una rueda de prensa con l¨ªderes de las agencias de seguridad sobre la protecci¨®n de los comicios despu¨¦s de que en los ¨²ltimos d¨ªas hayan arreciado las acusaciones a Donald Trump de no tomarse en serio la amenaza de una nueva injerencia electoral tras la intromisi¨®n rusa en 2016. El temor se ha avivado despu¨¦s de que Facebook desbaratara el martes un esfuerzo ¡°coordinado¡± de difusi¨®n de desinformaci¨®n y que una senadora dem¨®crata, que opta a la reelecci¨®n en noviembre, asegurara la semana pasada haber sufrido un intento de pirateo ruso.

Coats, que coordina a todas las agencias de inteligencia y seguridad de EE UU, explic¨® que los esfuerzos de intromisi¨®n no se centran exclusivamente en las elecciones pero s¨ª afectan a asuntos relacionados con ellas. Destac¨® que, por ahora, no se ha detectado una ¡°campa?a robusta¡± como la de 2016 cuando Rusia lanz¨® una sofisticada estrategia de difusi¨®n de propaganda e informaci¨®n robada al Partido Dem¨®crata con el objetivo de ayudar a Trump y propiciar divisiones sociales. El republicano se ha mostrado titubeante sobre la autor¨ªa de Rusia, contradiciendo a sus propios esp¨ªas. Mosc¨² niega cualquier responsabilidad.

Todos los comparecientes trataron de enfatizar que la protecci¨®n de los comicios es una prioridad para el Gobierno y que se est¨¢n adoptando numerosas medidas. El director del FBI, Christopher Wray, explic¨® que por ahora no se han detectado esfuerzos para atacar la infraestructura de voto, pero advirti¨® de que los intentos de intromisi¨®n extranjera son constantes y que la amenaza es ¡°amplia y profunda¡±. ¡°Nuestra democracia est¨¢ en el punto de mira¡±, avis¨® la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen.

Investigaci¨®n de Mueller

La injerencia rusa en 2016 es objeto de investigaci¨®n del fiscal especial, Robert Mueller, que indaga en si el equipo de Trump se coordin¨® con la estrategia de Mosc¨² y, si como presidente, el republicano puede haber cometido un delito de obstrucci¨®n a la justicia al pedir el fin de las pesquisas y despedir a James Comey como director del FBI.

La gran inc¨®gnita de la investigaci¨®n es si Trump aceptar¨¢ ser interrogado por el fiscal especial de la trama rusa. El mandatario se ha mostrado p¨²blicamente dispuesto a ello en varias ocasiones y en los ¨²ltimos d¨ªas ha reiterado ese deseo a sus abogados. Pero su equipo legal le ha vuelto a recomendar no hablar con Mueller porque lo considera una jugada demasiado arriesgada.

El fiscal trata de disipar esos temores y ha lanzado un ¨²ltimo intento para convencer a los letrados del presidente, incluida la posibilidad de responder algunas preguntas por escrito. En caso de no llegar a un acuerdo, el riesgo es enorme: Mueller podr¨ªa tratar de emitir una orden judicial para interrogar al presidente, propiciando una pelea de alto vuelo en los tribunales poco antes de las elecciones legislativas de noviembre. Y si Trump se opusiera a hablar con ¨¦l, podr¨ªa parecer que tiene algo a ocultar.

Mueller comunic¨® a principios de semana su ¨²ltima propuesta a los abogados de Trump, seg¨²n han reconocido estos mismos. En una carta, el equipo del fiscal especial sugiri¨® que se reducir¨ªa el n¨²mero de preguntas en persona, respecto a la anterior oferta, y que aceptar¨ªan algunas contestaciones por escrito. Pero los investigadores quieren mantener la posibilidad de repreguntar a Trump en persona una vez reciban sus respuestas, algo que los abogados del presidente rechazan de plano.

Sin embargo, Trump, cada vez m¨¢s desesperado por una investigaci¨®n que califica de ¡°caza de brujas¡±, ha vuelto a presionar esta semana a sus letrados para que lleguen a un acuerdo sobre una entrevista, seg¨²n el diario The New York Times. El republicano, que alardea de sus supuestas dotes negociadoras, parece estar convencido de su capacidad de disipar en persona las posibles dudas que pueda tener Mueller, al que lleva meses tratando de desacreditar. En cambio, sus abogados temen que su conocida ret¨®rica hiperb¨®lica le pueda llevar a hablar m¨¢s de la cuenta y jugar en su contra.

El pasado mayo, se filtraron posibles 49 preguntas que quisiera hacerle Mueller a Trump y que abordaban todas las pol¨¦micas de la trama, desde las reuniones con Rusia de algunos de sus asesores como el despido de Comey.

Algo que preocupa mucho a los abogados del presidente es que est¨¢n a oscuras sobre la investigaci¨®n de Mueller. Desconocen si est¨¢ en una fase avanzada o no de sus pesquisas, ni qu¨¦ est¨¢ explorando exactamente. Y saben que, cuando se cierre la investigaci¨®n, es posible que las conclusiones sean entregadas al Congreso. Si los dem¨®cratas se hacen en noviembre con el control de la C¨¢mara de Representantes, tendr¨ªan la mayor¨ªa suficiente a partir de enero para impulsar un hipot¨¦tico proceso de impeachment (destituci¨®n) de Trump en el caso de que Mueller acuse al presidente de cometer un delito.