As¨ª se fragu¨® el atentado contra Maduro
Drones de 6.000 d¨®lares y explosivos pl¨¢sticos fueron utilizados en el sospechoso ataque contra el presidente venezolano. El r¨¦gimen ha usado el incidente para intensificar su persecuci¨®n a la oposici¨®n
La confusi¨®n y la represi¨®n marcan la rutina de Venezuela desde que el pasado 4 de agosto el presidente Nicol¨¢s Maduro sufriera un atentando durante una celebraci¨®n militar. El r¨¦gimen acusa al expresidente de Colombia Juan Manuel Santos, al Gobierno de Estados Unidos y a la oposici¨®n pol¨ªtica interna de estar detr¨¢s de lo que denomina ¡°intento de magnicidio¡±. Pero la versi¨®n oficial se diluye d¨ªa a d¨ªa cada vez que un portavoz comparece para explicar qu¨¦ sucedi¨® en Caracas hace una semana. O cada vez que un testigo accede a hablar o cada vez que se consulta a un experto. Un efecto que se multiplica cuando las instancias oficiales han perdido la credibilidad en cada declaraci¨®n.
Jorge Rodr¨ªguez, vicepresidente de Comunicaciones, fue el primero en dar detalles del suceso. ¡°Explotaron tres drones¡±, explic¨® en una entrevista exclusiva para la cadena de noticias rusa Sputnik, uno frente a la tarima presidencial, en la avenida Bol¨ªvar, que provoc¨® la activaci¨®n del protocolo de seguridad, seg¨²n el relato del funcionario. El segundo revent¨® hacia el lado derecho del estrado donde se encontraba Maduro y la plana mayor de las Fuerzas Armadas. El ¨²ltimo colision¨® contra el edificio Don Eduardo, en la c¨¦ntrica avenida Este 12 con la avenida Sur de la capital del pa¨ªs.
Una fuente vinculada al Ej¨¦rcito venezolano, que estuvo cerca de la tarima presidencial confirma la versi¨®n de Rodr¨ªguez y agrega que uno de los drones fue derribado por disparos de francotiradores del Gobierno. La voladura del artefacto fue lo que ocasion¨® heridas a los siete cadetes y soldados que en ese momento desfilaban por la avenida Bol¨ªvar. Otra fuente, un militar extranjero, sin embargo, sostiene que no oy¨® ning¨²n disparo y que por tanto ese dron no fue abatido por los tiradores del Ej¨¦rcito. ¡°Adem¨¢s, es virtualmente imposible darle con un fusil a un dron volando¡±, se?ala la misma fuente. Estas versiones contradictorias subrayan la dificultad de establecer los hechos en ausencia de una versi¨®n oficia cre¨ªble.
La versi¨®n del titular de Comunicaciones qued¨® tambi¨¦n en entredicho poco tiempo despu¨¦s cuando N¨¦stor Reverol, ministro de Interior y Justicia, asegur¨® que intervinieron solo dos drones del tipo DJI-Matrice 600, un modelo que se utiliza para tomar fotograf¨ªas a¨¦reas y de uso industrial, seg¨²n la web del fabricante. Cada aparato, seg¨²n la declaraci¨®n de Reverol, iba cargado con un kilo C4, una variedad com¨²n de explosivos pl¨¢sticos. El ministro explic¨® que uno de ellos fue destruido por francotiradores y el segundo se estrell¨® contra una residencia. Los vecinos entrevistados por EL PA?S de la avenida Este 12 confirman que solo escucharon dos fuertes detonaciones.
El estallido del ¨²ltimo dron solo afect¨® a un apartamento y a la fachada del edificio. Se puede inferir que la carga explosiva no lleg¨® a detonar por completo. ?lvaro Jim¨¦nez, director de la Campa?a Colombiana contra Minas, pone como ejemplo que solo se necesitan 30 o 50 gramos de esta sustancia para volar la cerradura de una puerta. ¡°Con un kilo se puede causar una destrucci¨®n muy importante¡±, sostiene el experto. Este material es de uso habitual de organizaciones militares, sus comercializadores son estadounidenses y se consigue con ¡°dificultad¡± en el mercado negro. Es manipulable, semejante a la plastilina, y se activa con dispositivos el¨¦ctricos.
Reverol, en su explicaci¨®n, detall¨® que uno de los drones fue neutralizado por los equipos inhibidores de se?ales instalados en la avenida Bol¨ªvar durante la celebraci¨®n. ¡°En los aeropuertos y zonas de seguridad existen inhibidores de se?ales, pero no creo que en la avenida Bol¨ªvar¡±, dice Ren¨¦ Ramos, un experto venezolano en esas aeronaves, poniendo tambi¨¦n en duda la versi¨®n oficial.
?Los drones DJI-Matrice 600 cuestan unos 6.000 d¨®lares, aproximadamente. Los cineastas y productores audiovisuales los usan por su capacidad para recorrer una distancia horizontal de cinco kil¨®metros sin interferencias. ¡°Los pilotos de los drones tuvieron que estar cerca de la zona, seguramente se devolvi¨® una de las aeronaves a su origen porque perdi¨® se?al y no necesariamente por un inhibidor. Estos drones tienen un sistema que autom¨¢ticamente los regresa a su punto de partida al alejarse mucho¡±, dice Ramos.
Maduro, Reverol y el fiscal general Tarek William Saab aseguraron que uno de los aparatos fue piloteado desde el piso 10 del Centro Empresarial Cipreses de la avenida Sur de Caracas, a unos 70 metros de la tarima presidencial.
El edificio Don Eduardo, en el que cay¨® uno de los aparatos, a dos cuadras de donde se realizaba la celebraci¨®n, fue tomado por cuerpos de inteligencia policial. Algunos de sus habitantes solo declararon lac¨®nicamente a la prensa haber escuchado una explosi¨®n, pero varias horas despu¨¦s se negaron a repetir su declaraci¨®n por miedo a represalias.
En Venezuela el uso de drones est¨¢ regulado por el Instituto Nacional de Aeron¨¢utica Civil desde 2016, para tener un registro de sus propietarios que, previamente, deben obtener permisos para volarlos. ¡°Si el ataque hubiese sido planificado por un gobierno como el colombiano o el estadounidense, tal vez hubieran usado drones militares capaces de recorrer gigantescas distancias, hasta el punto de ser manejados desde otra ciudad, y de no ser detectados por inhibidores de se?ales. Es claro que los que cometieron este atentado son inexpertos¡±, opina Ren¨¦ Ramos.
Aumenta la?represi¨®n
?A las pocas horas de sufrir el atentado, Nicol¨¢s Maduro compareci¨® en la televisi¨®n p¨²blica venezolana para denunciar que el complot estaba supuestamente orquestado por los gobiernos de Colombia y Estados Unidos en connivencia con la oposici¨®n venezolana, lo que el mandatario denomina ¡°la extrema derecha¡±. No son los ¨²nicos que para el oficialismo fraguaron el ataque, Osman Alexis Delgado Tabosky y el militar Oswaldo Valent¨ªn Garc¨ªa Palomo tambi¨¦n est¨¢n acusados, ambos ya ten¨ªan investigaciones en marcha por su posible conspiraci¨®n en planes antigubernamentales en 2017.
Delgado est¨¢ involucrado como el presunto responsable de financiar el asalto contra el Fuerte Militar Paramacay, en el Estado de Carabobo (centro-norte del pa¨ªs), en agosto del a?o pasado. Al coronel retirado de la Guardia Nacional Garc¨ªa Palomo se le busca por su presunta participaci¨®n en la ¡°Operaci¨®n Armaged¨®n¡±, un golpe militar frustrado en mayo.
El Gobierno de Venezuela una vez m¨¢s los culpa de ser los principales financiadores del atentado contra Maduro, junto a los tambi¨¦n ciudadanos venezolanos Jos¨¦ Eloy Rivas D¨ªaz y Rayder Alexander Russo M¨¢rquez.
El oficialismo asegura que les ofrecieron 50 millones de d¨®lares y residencia en Estados Unidos como recompensa. Todos ellos fueron entrenados en la finca Atlanta en Chin¨¢cota, en el departamento Norte de Santander, en el norte de Colombia. Le pagaron alojamientos y traslados a hoteles y adem¨¢s compraron drones y C4 en el mercado negro para perpetrar el ataque, siempre seg¨²n la versi¨®n oficial,
Russo y Delgado son los m¨¢s conocidos por la opini¨®n p¨²blica venezolana porque se les relaciona con el movimiento dirigido por el piloto rebelde ?scar P¨¦rez, que atac¨® las sedes del Supremo y del Ministerio de Interior en 2017, y fue asesinado en enero por grupos policiales. Aunque, el mismo P¨¦rez denunci¨® en su cuenta de Twitter que estos dos hombres eran ¡°infiltrados del r¨¦gimen¡± dentro de los grupos opositores.
La familia de Delgado, supuestamente radicado en Florida, tiene negocios principalmente en Carabobo: un centro comercial, una cl¨ªnica privada, una finca y apartamentos, que en este momento est¨¢n tomadas por la polic¨ªa. N¨¦stor Reverol, ministro de Interior y Justicia, asegura que muchas son ¡°empresas de malet¨ªn¡± (empresas pantalla) usadas para financiar ataques antigubernamentales.
De manera paralela, el r¨¦gimen de Maduro ha aumentado en los ¨²ltimos d¨ªas la persecuci¨®n contra varios l¨ªderes de la oposici¨®n. El Supremo ha solicitado prisi¨®n para Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional, exiliado en Bogot¨¢; y ha detenido de forma ilegal y por la fuerza en su domicilio al diputado opositor Juan Requesens, acusados de ser los supuestos autores intelectuales del atentado. Requesens apareci¨® el viernes en un v¨ªdeo emitido por el Gobierno autoinculp¨¢ndose del atentado y haciendo responsable tambi¨¦n a Borges.
Observadores independientes dudan de que esta declaraci¨®n sea voluntaria y la familia asegura que fue drogado para conseguir que se atribuyera el atentado. Paralelamente se difundi¨® en redes sociales un denigrante v¨ªdeo donde se ve a Requesens en ropa interior, muy deteriorado y con la mirada perdida. El periodista que distribuy¨® las im¨¢genes las atribuye a una filtraci¨®n de la polic¨ªa de inteligencia, SEBIN, que se las hicieron llegar junto a la frase ¡°indignaci¨®n entre los funcionarios por como trataron al diputado Requesens¡±.
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