La extravagancia pol¨ªtica m¨¢s cara de Boris Johnson

Todo ocurri¨® el pasado 25 de junio. El Parlamento brit¨¢nico votaba la construcci¨®n de una tercera pista para ampliar el aeropuerto londinense de Heathrow. El proyecto hab¨ªa desatado la oposici¨®n de los vecinos de la zona y de organizaciones ecologistas. Johnson, siempre dispuesto a sumarse a una causa popular, lleg¨® a asegurar a los electores de su distrito que "se tumbar¨ªa frente a las excavadoras para impedir que la pista comenzara a construirse". Poco despu¨¦s, Theresa May -que con mucha dosis de ingenuidad pens¨® que era mejor atar en corto a su principal rival pol¨ªtico- le nombr¨® ministro de Exteriores.

Como la disciplina de partido obligaba al pol¨ªtico que ha hecho de su rebeld¨ªa una marca a votar a favor del proyecto del Gobierno. Johnson decidi¨® nadar y guardar la ropa. Para evitar una dimisi¨®n que hubiera resultado obligatoria si votaba en contra de la tercera pista decidi¨® inventarse un viaje a Afganist¨¢n que, ni estaba en la agenda del ministerio, ni respond¨ªa a ning¨²n asunto perentorio, ni resultaba necesario. Provoc¨® la mofa de gran parte de pol¨ªticos y periodistas y un clamor de exigencias de dimisi¨®n que ignor¨® ol¨ªmpicamente.

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Johnson acabar¨ªa dimitiendo dos semanas despu¨¦s, pero por razones mucho m¨¢s interesadas. Tras aprobar el Gobierno de May en el mes de julio un plan para negociar con Bruselas un Brexit m¨¢s blando, renunci¨® a su cargo con estr¨¦pito para afianzar su liderazgo entre las filas pro Brexit del Partido Conservador. El esc¨¢ndalo del viaje a Afganist¨¢n, aun as¨ª, le sigue persiguiendo.

The Ferret, un medio digital brit¨¢nico consagrado al periodismo de investigaci¨®n, ha conseguido que el Gobierno haga p¨²blicos al menos parte de los costes del viaje rel¨¢mpago. Solo el viaje de los asesores que acompa?aron al pol¨ªtico supuso m¨¢s de 22.000 euros del erario.

El Partido Laborista ha exigido ya a Johnson que devuelva el dinero y le sugiere que utilice para ello los ping¨¹es ingresos que obtiene gracias a la columna semanal que ha vuelto a escribir en el diario conservador The Daily Telegraph. Desde que reanud¨® su colaboraci¨®n con este diario, cada columna suya ha sido un peque?o incendio. En especial, la primera con la que se estren¨®, en la que no dud¨® en comparar a las mujeres musulmanas que visten burka en Reino Unido con "ladrones de banco o buzones postales". El Partido Conservador ha decidido abrir expediente disciplinario a Johnson por estas palabras, aunque muchos de sus miembros se muestran convencidos de que el expediente se cerrar¨¢ en falso y de que solo servir¨¢ para que Johnson siga en boca de todos, para su propia delicia.