Los ¡®?ngeles del Infierno¡¯ de Canad¨¢ exhiben su poder¨ªo en un evento con 500 participantes
Miembros del club de moteros, considerado el grupo criminal m¨¢s destacado del pa¨ªs, participaron en un encuentro anual en Quebec. La banda controla la mayor¨ªa del mercado de la coca¨ªna y la metanfetamina
El pasado fin de semana, la poblaci¨®n de Saint-Charles-sur-Richelieu (1.700 habitantes y a 50 kil¨®metros de Montreal) fue escenario de la reuni¨®n anual de los Hells Angels (?ngeles del infierno). Este club de moteros, fundado en California por veteranos de la Segunda Guerra Mundial, cumpli¨® este a?o siete d¨¦cadas de vida. Su presencia en suelo canadiense data de 1977 y, seg¨²n los documentos en poder de la Polic¨ªa Montada de Canad¨¢, es el grupo criminal m¨¢s importante del pa¨ªs, con presencia en todas sus provincias. Unos 500 miembros del club participaron en la reuni¨®n, la primera en Quebec desde hace 10 a?os.
La polic¨ªa de Quebec inform¨® de que la cita se llev¨® a cabo sin mayores incidentes. Los agentes policiales de la provincia franc¨®fona ¡ªcon el apoyo de la Polic¨ªa Montada de Canad¨¢¡ª instalaron puestos de control cerca del lugar del evento. Seg¨²n el parte oficial, se impusieron 300 multas por violaciones al c¨®digo de seguridad vial (circulaci¨®n en ¨¢reas prohibidas as¨ª como no portar el casco obligatorio). Una sola persona fue detenida por amenazas a los agentes del orden. Muchos de los participantes llegaron al evento con sus tradicionales motocicletas, pero otros tantos decidieron viajar en autom¨®vil o minib¨²s.
Los Hells Angels controlan la mayor¨ªa del mercado de la coca¨ªna y la metanfetamina en Canad¨¢ y participan en otras actividades como la extorsi¨®n o los fraudes por Internet
En una entrevista (poco habitual) al diario Le Journal de Montr¨¦al, miembros del club expresaron su descontento por la fuerte presencia policial. "Es una fiesta, una celebraci¨®n. Es como la Navidad de los Hells Angels. No hay asuntos criminales detr¨¢s", expres¨® Fr¨¦d¨¦ric Landry-H¨¦tu, figura conocida de la organizaci¨®n. Las fuerzas del orden aprovecharon los puestos de control para actualizar sus fichas de informaci¨®n.
Los Hells Angels controlan la mayor¨ªa del mercado de la coca¨ªna y la metanfetamina en Canad¨¢. Desde hace dos d¨¦cadas, abandonaron el cannabis, cuya producci¨®n, venta y consumo ser¨¢ legal en el pa¨ªs a partir del pr¨®ximo 17 de octubre. La agrupaci¨®n participa en otras actividades criminales (proxenetismo, extorsi¨®n, pr¨¦stamos usureros, fraudes por internet). A esto hay que a?adir sus esfuerzos en el lavado de dinero, ya que se ha detectado que cuenta con una amplia red de empresas con apariencia legal para este fin.
En los ¨²ltimos lustros, los Hells Angels se hab¨ªan debilitado por dos razones. La primera fue motivada por una guerra contra otros grupos de moteros criminales (principalmente los?Rock Machine) que entre 1994 y 2002 provoc¨® 160 muertos. La segunda lleg¨® tras el esfuerzo de las autoridades para frenar sus actividades. Redadas en varios puntos del pa¨ªs permitieron la incautaci¨®n de drogas, dinero en met¨¢lico y armas. Sin embargo, el golpe m¨¢s duro a los Hells Angels ocurri¨® en Quebec en abril de 2009. En el marco de la Operaci¨®n SharQc, puesta en marcha por la polic¨ªa de la provincia franc¨®fona, 156 miembros de la banda fueron detenidos. Cabe se?alar que, a pesar de que algunos de los l¨ªderes m¨¢s importantes permanecen entre rejas, muchos de los arrestados negociaron penas poco considerables y otros m¨¢s fueron puestos en libertad porque sus procesos habr¨ªan sido sumamente largos.
La elecci¨®n de Saint-Charles-sur-Richelieu como sede de la reuni¨®n anual de este grupo criminal no ha sido una coincidencia: la ¨²ltima en suelo quebequense hab¨ªa tenido lugar diez a?os atr¨¢s, antes de la Operaci¨®n SharQc. "Es una demostraci¨®n de fuerza. Quieren ser visibles", declar¨® Guy Lapointe, portavoz de la polic¨ªa de Quebec, a Radio-Canad¨¢. ¡°No se sienten inc¨®modos. Muestran sus colores especialmente desde hace uno o dos a?os¡±, agreg¨® Lapointe. Durante los periodos m¨¢s complicados para la banda, sus miembros dejaron de portar los caracter¨ªsticos chalecos con parches para no levantar sospechas. Hoy el escenario es distinto.
Las opiniones de los expertos coinciden en varios medios: es dif¨ªcil creer que el pasado fin de semana, los Hells Angels procedentes de todo el pa¨ªs ¨²nicamente se hayan deleitado con cerveza y carne a la parrilla; se trat¨® tambi¨¦n de un encuentro para abordar distintas actividades criminales. El famoso grupo de moteros retratado por la pluma de Hunter S. Thompson en los a?os sesenta es tema de actualidad en Canad¨¢.
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