La historia de un trasplante de cara contada a lo largo de dos a?os
Un reportaje de National Geographic narra el largo proceso por el que la joven estadounidense Katie Stubblefield recibi¨® un nuevo rostro
La estadounidense Katie Stubblefield se destroz¨® el rostro cuando ten¨ªa 18 a?os, en 2014, en un fallido intento de suicidio con un arma de fuego. Como cada vez m¨¢s pacientes, la joven ha recibido un trasplante de cara que le dar¨¢ una oportunidad de normalizar su vida.?Parte del largo proceso ha sido documentado en un reportaje por la revista National Geographic que acompa?¨® a la joven y a su familia durante cirug¨ªas y rehabilitaciones gracias al acceso privilegiado que le dio la Cleveland Clinic.
Stubblefield es la persona m¨¢s joven sometida a un trasplante facial en Estados Unidos. Su trasplante es?el cuadrag¨¦simo de los que existe constancia en el mundo, seg¨²n la revista estadounidense.?El primer trasplante total de cara fue realizado en 2010 en el hospital de la Vall d'Hebr¨®n en Barcelona.?
Our new cover story may be difficult to look at, but Katie¡¯s story is incredible and profound. pic.twitter.com/dHSZN6aYs7
— Vaughn Wallace (@vaughnwallace) August 14, 2018
El trasplante de cara de Stubblefield fue pagado por el Pent¨¢gono en un intento de mejorar el tratamiento a los militares estadounidenses heridos en combate con da?os bal¨ªsticos en el rostro. La joven estuvo esperando una nueva cara durante m¨¢s de un a?o hasta que apareci¨® un donante compatible. La operaci¨®n fue realizada el 4 de mayo de 2017 gracias a la donaci¨®n de Andrea Schneider, una mujer de 31 a?os que hab¨ªa fallecido recientemente.
La joven se intent¨® suicidar tras descubrir una infidelidad de su novio. Dolida, se meti¨® en el cuarto de ba?o, apoy¨® la barbilla sobre el ca?¨®n de la escopeta de caza de su hermano Robert y apret¨® el gatillo. El disparo la dej¨® sin parte de la frente, la nariz, la boca (salvo las comisuras de los labios) y buena parte de los maxilares, los huesos que conforman las mand¨ªbulas y la parte delantera de la cara. Los ojos segu¨ªan all¨ª, pero desplazados y muy da?ados.?
Ahora la joven tiene planes de llevar una vida lo m¨¢s normal posible. Espera ir a la universidad y asesorar a adolescentes que intentan suicidarse. "Mucha gente me ha ayudado", le dijo a la revista con la esperanza de que su caso sirva para prevenir el suicidio. "Ahora quiero ayudar a otra gente".
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