Dimite el l¨ªder budista acusado de abusos sexuales en China
El Maestro Xuecheng, bajo investigaci¨®n tras las denuncias de varias monjas, deja el cargo de presidente de la Asociaci¨®n Budista de China
El Maestro Xuecheng, uno de los l¨ªderes espirituales m¨¢s conocidos de China y acusado de haber cometido abusos sexuales a varias monjas, ha dimitido de uno de sus cargos m¨¢s relevantes. El abad del famoso templo de Longquan, situado a las afueras de Pek¨ªn, renunci¨® a la presidencia de la Asociaci¨®n Budista de China, un cargo que le convert¨ªa en el monje budista de m¨¢s alto rango del pa¨ªs. La salida, anunciada el mi¨¦rcoles por la propia organizaci¨®n, no se relacion¨® directamente con la investigaci¨®n sobre su figura, seguramente la de mayor perfil p¨²blico que se vincula con el creciente movimiento que lucha contra del acoso sexual a las mujeres en el pa¨ªs.
La retirada de este famoso l¨ªder budista, que con menos de cincuenta a?os se convirti¨® en 2015 en el monje m¨¢s joven en ostentar este cargo, no ha sido justificada. Xuecheng ha sido acusado, en un documento que se comparti¨® a trav¨¦s de las redes sociales a principios de agosto, de haber abusado sexualmente de varias disc¨ªpulas en su templo. El texto recog¨ªa el testimonio de hasta seis de ellas que aseguran haber recibido mensajes con contenido expl¨ªcito por parte del monje, que las presion¨® para que mantuvieran relaciones sexuales con ¨¦l. Cuatro de ellas accedieron a ello en contra de su voluntad.
Xuecheng, acusado tambi¨¦n de corrupci¨®n y de permitir la construcci¨®n de edificios adyacentes al templo de forma ilegal, neg¨® las acusaciones y tach¨® los hechos descritos de ¡°falsos y distorsionados¡±. Siempre muy activo en redes, donde cuenta con m¨¢s de un mill¨®n de seguidores, el abad no ha hablado desde entonces, ni de este caso en particular ni de ning¨²n otro asunto. Xuecheng sigue siendo oficialmente el m¨¢ximo responsable del templo de Longquan, de acuerdo con su p¨¢gina web. Un empleado dice no saber si el monje est¨¢ o no en el recinto y se remite a la informaci¨®n oficial cuando se le pregunta por su paradero. Explica que no le ha visto ¡°desde hace d¨ªas¡±, pero que su ausencia del templo puede deberse ¡°a su apretada agenda¡±.
La Administraci¨®n Estatal de Asuntos Religiosos es la encargada de la investigaci¨®n sobre Xuecheng. El abad fue interrogado despu¨¦s de que se conocieran estos supuestos abusos sexuales, pero a las pocas horas fue puesto en libertad, seg¨²n informaron los medios locales. Desde entonces apenas hay informaci¨®n sobre ¨¦l, lo que podr¨ªa indicar que en la pr¨¢ctica est¨¦ bajo vigilancia e incluso tenga restringida la libertad de movimientos mientras se avanza en las pesquisas. Este m¨¦todo se aplica habitualmente con altos cargos del Partido Comunista de China acusados de corrupci¨®n y suele reflejarse en cambios en los cargos del afectado o el anuncio de ¡°dimisiones¡± de puestos relevantes. Xuecheng, como expresidente de la Asociaci¨®n Budista de China, ten¨ªa tambi¨¦n un asiento tambi¨¦n en la Conferencia Consultiva Pol¨ªtica del Pueblo Chino, un ¨®rgano asesor del Gobierno.
Las denuncias contra este l¨ªder espiritual chino suponen el caso m¨¢s prominente hasta la fecha del incipiente movimiento que lucha contra el acoso sexual a las mujeres en China. Influidas por el MeToo estadounidense, varias han explicado p¨²blicamente el acoso sufrido por parte de acad¨¦micos, l¨ªderes de organizaciones no gubernamentales o influyentes presentadores de televisi¨®n. El movimiento, sin embargo, no ha alcanzado los c¨ªrculos de poder del Partido Comunista chino. Incluso en el caso de las acusaciones contra Xuecheng, una figura indirectamente vinculada con la formaci¨®n, el detallado documento que relata los supuestos hechos delictivos fue elaborado por otros dos monjes del templo y era, en principio, material interno para hac¨¦rselo llegar a las autoridades competentes. El texto termin¨® filtr¨¢ndose y se comparti¨® de forma masiva en las redes sociales. Desde que se hizo p¨²blico, las informaciones sobre el caso se remiten a la escasa informaci¨®n oficial y est¨¢n sujetas a la censura de las autoridades. Pero su dimisi¨®n, obligada o no, supone ya una importante victoria para las mujeres en China si se confirman las acusaciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.