El destino incierto de los rohingya un a?o despu¨¦s de escapar de la muerte
M¨¢s de 700.000 personas siguen en campos de refugiados en Banglad¨¦s. Las autoridades insisten que su estancia all¨ª es provisional, pero el regreso a Myanmar a¨²n es arriesgado
El destino de los rohingya es incierto. Un a?o despu¨¦s de una ofensiva militar donde la ONU vio ¡°un ejemplo de libro de limpieza ¨¦tnica¡±, esta minor¨ªa musulmana que huy¨® masivamente de Myanmar hacia la vecina Banglad¨¦s se debate entre la permanencia en una tierra donde su presencia solo es autorizada de forma provisional y la imposibilidad de emprender un arriesgado camino de regreso a casa. Las cerca de 720.000 personas que se han instalado en Kutapalong ¡ªel mayor campo de refugiados del mundo¡ª y otros enclaves cercanos viven liberadas de la sombra muerte tras la ofensiva que las Fuerzas Armadas birmanas emprendieron el pasado 25 de agosto de 2017, pero siguen sufriendo las consecuencias de una grave crisis todav¨ªa por resolver.
¡°Cuando llegamos no ten¨ªamos noticias de los siete hijos que dejamos atr¨¢s. Nos dijeron que hab¨ªan incendiado nuestra casa y que ellos se hab¨ªan marchado. No ten¨ªamos forma de contactar con ellos, est¨¢bamos muy preocupados¡±, relata Abu Ahmad, de 52 a?os, desde un asentamiento temporal. Este padre de familia, cuyo testimonio ha recogido la ONG M¨¦dicos Sin Fronteras, encontr¨® en Banglad¨¦s la asistencia m¨¦dica que su hija paral¨ªtica no pod¨ªa tener en Myanmar y tambi¨¦n pudo reunirse, al fin, con el resto de sus hijos. ?l y su mujer los dejaron atr¨¢s para buscar ayuda antes de que la violencia se desatara en la regi¨®n el verano de 2017. Ahora, explica Ahmad, sobreviven con uno o dos euros al mes en una vivienda que ellos mismos construyeron a partir de madera, bamb¨² y pl¨¢stico que les ofrecieron las autoridades banglades¨ªes. La tranquilidad recobrada no ha hecho retroceder a la familia en el deseo de volver a su hogar: ¡°La gente de un pa¨ªs no puede quedarse en otro. Estamos preparados para regresar, pero ?c¨®mo podremos hacerlo si a¨²n hay un conflicto all¨ª?¡±
Hasta la fecha no se han alcanzado las garant¨ªas para un viaje de vuelta pese a la urgencia de la comunidad internacional por resolver la crisis migratoria. En junio, la enviada de la ONU en Myanmar, Christine Schraner Burgener, alert¨® de que las tensiones entre los rohingya y la mayor¨ªa budista del estado de Rajine siguen vivas y pidi¨® una investigaci¨®n ¡°transparente e independiente¡± sobre las violaciones de derechos humanos en la regi¨®n. M¨¢s recientemente, la ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado las torturas que han sufrido seis rohingya que regresaron moment¨¢neamente de Banglad¨¦s a su tierra natal. ¡°Myanmar no ha emprendido ninguna de las medidas necesarias para que puedan volver de forma segura y digna. Con las condiciones actuales, el regreso no va a llevar meses sino a?os¡±, advierte por correo electr¨®nico Phil Robertson, director de la organizaci¨®n en Asia.
Los responsables pol¨ªticos no han despejado el horizonte incierto para los rohingya. El pacto entre Banglad¨¦s y Myanmar por el retorno de los refugiados de noviembre de 2017 no se ha empezado a aplicar y los representantes de ambos pa¨ªses no se comprometen a fijar un calendario para el regreso. La l¨ªder birmana, Aung San Suu Kyi, dijo este martes que la rapidez del proceso depende de Banglad¨¦s y el ministro de Asuntos Exteriores banglades¨ª, Shahriar Alam, admiti¨® en una reciente entrevista en la cadena Al Jazeera que los progresos son muy lentos y que no han comenzado las repatriaciones. Adem¨¢s, Alam se mostr¨® tajante sobre una eventual asimilaci¨®n de la minor¨ªa musulmana: ¡°No existe tal plan porque Banglad¨¦s es el pa¨ªs con m¨¢s densidad de poblaci¨®n de la Tierra. Les quitaron sus derechos como ciudadanos, pero esto es algo de lo que se debe ocupar Myanmar¡±.
Las lluvias del monz¨®n?¡ªque se prolongan desde junio hasta septiembre¡ª hacen a¨²n m¨¢s dif¨ªcil el d¨ªa a d¨ªa en los campos de refugiados. Sin embargo, la posici¨®n de esta minor¨ªa musulmana a la que un Estado de mayor¨ªa budista arrebat¨® la ciudadan¨ªa en 1992 tampoco es mejor en su tierra. "Desde principios de este a?o, unos 13.000 refugiados han emprendido la ruta de Myanmar a Banglad¨¦s", explica por correo electr¨®nico Paul Vrieze, portavoz de ACNUR (la agencia de la ONU para los refugiados) en Myanmar. Aunque Vrieze asegura que desde agosto de 2017 no han podido verificar de forma independiente las condiciones de vida sobre el terreno, la ONU estima que 120.000 personas siguen internadas en campos de detenci¨®n y otras decenas de miles est¨¢n confinados en sus pueblos. Al respecto, un informe de de Amnist¨ªa Internacional (AI) de este marzo denunciaba, a partir de im¨¢genes?obtenidas por sat¨¦lite, la ocupaci¨®n de tierras por parte del Ej¨¦rcito birmano arrasando casas y vegetaci¨®n.
El 23 de agosto de 2017, dos d¨ªas antes de la ofensiva militar, el exsecretario general de la ONU y recientemente fallecido, Kofi Annan, ya lanz¨® una advertencia: ¡°Si no se toman acciones concretas pronto, existe el riego de volver a otro ciclo de volver a otro ciclo de violencia y radicalizaci¨®n¡±. Sus palabras, parece, cayeron en saco roto y la crisis no ofrece signos de mejora. ¡°En el ¨²ltimo a?o la situaci¨®n ha ido a mucho peor tanto para los rohingya que siguen en Myanmar y como para los que se han marchado¡±, sentencia Robertson.
Una lista de muertes para condenar la represi¨®n
La ONG M¨¦dicos Sin Fronteras estim¨® que en el primer mes de violencia contra los rohingya, en agosto de 2017, al menos 6.700 fueron asesinadas. Sin embargo, este recuento solo alcanz¨® a contabilizar las muertes en 31 d¨ªas de una ofensiva que tuvo un impacto m¨¢s all¨¢ de estas fechas. Por este motivo, un grupo de refugiados ha empezado a elaborar una lista de fallecidos que en un futuro podr¨ªa constituir una herramienta para perseguir a los responsables de las matanzas.
Mohib Bullah, uno de los responsables de la iniciativa que se ha gestado desde el exilio en Banglad¨¦s, asegur¨® a Reuters que fueron ¡°familia a familia y nombre a nombre¡± para elaborar la lista. El ¨ªndice, que eleva el n¨²mero de asesinatos a 10.000, cataloga las v¨ªctimas por nombre, edad, apellido del padre, direcci¨®n y motivo de la muerte. El registro tambi¨¦n incluye el balance de un brote de violencia contra los rohingya que tuvo lugar en octubre de 2016.
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