?De qu¨¦ huyen los rohiny¨¢? ?volver¨¢n a Myanmar?... claves de la crisis
Unos 700.000 miembros de una minor¨ªa birmana han huido de una ofensiva militar y la discriminaci¨®n sistem¨¢tica a la vecina Banglad¨¦s. Es una crisis que viene de lejos
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A finales de agosto pasado miles de rohiny¨¢s, una minor¨ªa musulmana de Myanmar, emprendieron la huida del pa¨ªs en el que viv¨ªan hace generaciones para cruzar a Banglad¨¦s, que abri¨® sus puertas. Escapaban de una ofensiva militar en represalia por un ataque armado de Arsa (Ej¨¦rcito de Salvaci¨®n Rohiny¨¢ de Arakan), un grupo insurgente rohiny¨¢ muy poco conocido. En solo tres semanas, medio mill¨®n de personas hab¨ªa cruzado la frontera para ponerse a salvo. Ahora suman ya 700.000 los que se han instalado en Kutupalong, que se ha convertido en el campo de refugiados m¨¢s grande del mundo.
Estas son algunas de las claves para entender esta crisis y el conflicto que la origin¨®.
?Qui¨¦nes son los rohiny¨¢?
Integrada por 1,2 millones de personas, es de las muchas minor¨ªas que viven en Myanmar con la diferencia, muy importante, de que no est¨¢ incluida en las 135 oficialmente reconocidas. Unos 700.000 rohiny¨¢s han escapado a Banglad¨¦s y, del medio mill¨®n que sigue en el estado de Rajine, unos 120.000 est¨¢n internados en campos de detenci¨®n y otras decenas de miles est¨¢n confinados en sus pueblos, seg¨²n la ONU. Son musulmanes sistem¨¢ticamente discriminados?¡ªni siquiera se les llama rohiny¨¢s, sino bengal¨ªes o se les insulta con el t¨¦rmino despectivo kalar (musulmanes)¡ª en un pa¨ªs de mayor¨ªa budista en el que las autoridades y el Ej¨¦rcito han promovido un intenso proceso de burmizaci¨®n social en las ¨²ltimas d¨¦cadas, como relata Francis Wade en su libro The Enemy Within (El enemigo interno). El Estado arrebat¨® a los rohiny¨¢ la ciudadan¨ªa en 1992 y desde entonces son ap¨¢tridas, personas sin derecho a la sanidad, a la educaci¨®n, a la libertad religiosa o a la libertad de circulaci¨®n. Les acusan de ser inmigrantes.
A los recelos actuales al islam que profesan los rohiny¨¢ se suman los recelos hist¨®ricos, relata Wade. Esta minor¨ªa, que era probrit¨¢nica, y sus vecinos en Rajine, projaponeses, se enfrentaron en la Segunda Guerra Mundial. Los colonizadores brit¨¢nicos llevaron a Myanmar a cientos de miles de indios que desplazaron a los mayoritarios bamar (grupo ¨¦tnico dominante de Myanmar) de la burocracia y con el tiempo ¡°ocurri¨® un fen¨®meno extra?o: comunidades musulmanas de Myanmar que pod¨ªan trazar sus ra¨ªces varios siglos de repente fueron agrupados con los reci¨¦n llegados y considerados una amenaza al orden tradicional¡±, explica el autor.
?Por qu¨¦ huyen de Myanmar?
La ONU explica que escapan de una crisis que viene de lejos y que se agrav¨® radicalmente tras los ataques perpetrados en 2016 y 2017 por Arsa y las denominadas ¡°operaciones de limpieza¡± emprendidas por las Fuerzas Armadas birmanas. Naciones Unidas les acusa de destruir completamente 319 pueblos, de asesinatos por disparos indiscriminados y a quemarropa, de quemar a personas vivas en sus casas, de matar a otros a machetes, de violencia sexual, seg¨²n el informe preliminar de la comisi¨®n creada para investigar los hechos. La agencia considera que los soldados segu¨ªan un plan previo. Tanto el secretario general de la ONU, Ant¨®nio Guterres, como EE UU, sostienen que supone una limpieza ¨¦tnica. Algunos acad¨¦micos argumentan que estos asesinatos masivos y la persistente discriminaci¨®n son parte de un proceso de genocidio.
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Los rohiny¨¢ han sufrido otras oleadas de violencia que derivaron en huidas masivas a Banglad¨¦s, aunque de menor escala, en 1978 y en 1992. En ambos casos, la mayor¨ªa regres¨® posteriormente.
?C¨®mo los ha recibido Banglad¨¦s?
Las autoridades de este pa¨ªs peque?o y superpoblado (m¨¢s de 160 millones de habitantes) abrieron sus fronteras desde el inicio, pero solo ahora empiezan a asumir que los m¨¢s de 800.000 instalados en campos de refugiados (los 700.000 llegados ahora se suman a los que se quedaron en anteriores oleadas) no van a poder regresar a Myanmar a corto plazo. Ambos pa¨ªses firmaron un acuerdo de repatriaci¨®n que no se ha empezado a aplicar. Las autoridades y las ONG se preparan contrarreloj para minimizar el impacto del monz¨®n; tienen que reubicar a 150.000 refugiados por el riesgo de corrimientos de tierras e inundaciones.
El Gobierno tambi¨¦n planea trasladar en junio a unos 100.000 rohiny¨¢s a una isla cercana a la costa, en un plan que la ONU y otras agencias internacionales ven con grandes recelos porque temen que se inunde y que all¨ª no se garantice su acceso a servicios b¨¢sicos.
?Qu¨¦ dice Myanmar?
Las autoridades birmanas niegan todas las acusaciones de haber violado la ley internacional. Sostienen que su ofensiva militar son operaciones antiterroristas contra los insurgentes de Arsa. La Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, militante prodemocracia, encarcelada por la dictadura militar durante d¨¦cadas y ahora principal miembro de un Gobierno donde los militares son a¨²n muy poderosos, tard¨® tres semanas en referirse al ¨¦xodo de los rohiny¨¢s, no conden¨® la brutalidad del Ej¨¦rcito y asegur¨® que la mitad de los pueblos de esta minor¨ªa estaban intactos.
El Ej¨¦rcito solo ha reconocido una matanza: el asesinato extrajudicial de 10 campesinos acusados de pertenecer al grupo armado, una masacre que investigaban dos periodistas de Reuters encarcelados desde diciembre acusados de vulnerar una ley de secretos oficiales. Siete mandos militares acaban de ser condenados a 10 a?os de trabajos forzados por la masacre.
El exgobernador estadounidense Bill Richardson, amigo personal de Suu Kyi, dimiti¨® en enero del comit¨¦ internacional asesor creado por Myamar para gestionar la crisis: ¡°El principal motivo de mi dimisi¨®n es que est¨¢ comisi¨®n es un (instrumento) para blanquear (los hechos) y jalear al Gobierno¡±, dijo a Reuters.
?Qui¨¦n atiende a los rohiny¨¢?
Doce agencias de la ONU, 50 ONG internacionales y 39 ONG locales, en coordinaci¨®n con el Gobierno banglades¨ª, son las encargadas de facilitar cobijo, alimentos, agua, servicios sanitarios y de nutrici¨®n y educaci¨®n a los cientos de miles de refugiados rohiny¨¢s repartidos entre Kutupalong (que se ha convertido en el campo de refugiados m¨¢s grande del mundo) y los otros 11 repartidos por una lengua de tierra en Banglad¨¦s fronteriza con Myanmar. Para este 2018 necesitan unos 950 millones de d¨®lares, pero los donantes solo han comprometido el 7% por ahora.
El mill¨®n de rohiny¨¢s que se estima permanece a¨²n en Myanmar est¨¢ en unas condiciones mucho peores. Unos 130.000 est¨¢n en campos de detenci¨®n atendidos por la Cruz Roja tras la expulsi¨®n de otras agencias y ONG internacionales en los ¨²ltimos meses. Buena parte del resto est¨¢n confinados en sus pueblos. Es dif¨ªcil conocer la situaci¨®n sobre el terreno porque el acceso de las ONG internacionales y la prensa est¨¢ restringid¨ªsimo.
?Volver¨¢n los refugiados a Myanmar?
Desde luego no a corto plazo. Los Gobiernos de Banglad¨¦s y Myanmar firmaron un acuerdo de repatriaci¨®n voluntaria que no se ha empezado a aplicar. Los propios refugiados y la ONU sostienen que es imprescindible que el retorno sea coordinado por Acnur y que se haga de manera digna, segura y voluntaria, condiciones que por ahora no se cumplen. Los afectados tampoco quieren regresar si no se les otorga la ciudadan¨ªa birmana con todos los derechos que conlleva. Mientras, Banglad¨¦s tampoco los reconoce como refugiados sino que los tiene registrados como ¡°inmigrantes indocumentados de Myanmar¡± y no pueden salir de los campos de refugiados de la ciudad de Cox¡¯s Bazar.
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