El Departamento de Justicia de EE UU acusa a Harvard de discriminaci¨®n racial
La Administraci¨®n Trump respalda la demanda de estudiantes asi¨¢ticos-americanos y aviva el debate sobre la discriminaci¨®n positiva
El Departamento de Justicia se pone del lado de los estudiantes asi¨¢ticos-americanos que demandaron a la Universidad de Harvard por discriminaci¨®n racial en el proceso de admisi¨®n. En la opini¨®n hecha p¨²blica este jueves se cuestiona la legalidad de las pr¨¢cticas que sigue la prestigiosa instituci¨®n estadounidense para facilitar el acceso de otras minor¨ªas, al considerar que crean una desventaja y refuerza estereotipos.
El respaldo por parte del departamento que dirige Jeff Sessions a este grupo de estudiantes sigue a la decisi¨®n, hace dos meses, de revertir las pol¨ªticas adoptadas por el presidente Barack Obama para fomentar la diversidad racial en las universidades. En su lugar el organismo defiende que se sigan en el proceso de selecci¨®n de las solicitudes m¨¦todos que sean neutros y centrados en los m¨¦ritos de los estudiantes.
Esta reivindicaci¨®n tiene origen en una demanda presentada en 2014 en un tribunal federal en Boston por una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro integrada por estudiantes asi¨¢ticos a los que Harvard les neg¨® la admisi¨®n para favorecer a alumnos negros y latinos. El Departamento de Justicia se centra especialmente en un elemento del proceso que sigue la universidad al valorar a los estudiantes que llaman a su puerta, el ¡°personal rating¡±.
Considerar que este baremo es subjetivo y refuerza el estereotipo racial que exite hacia el car¨¢cter de los asi¨¢ticos. Como consecuencia, estos ver¨ªan da?adas sus posibilidades para acceder a sus programas de estudios incluso teniendo una mayor cualificaci¨®n acad¨¦mica. El Gobierno considera en este sentido que las pruebas presentadas por los demandantes han demostrado que los procedimientos de discriminaci¨®n positiva del centro son "ilegales".
"Harvard tiene la responsabilidad de gestionar sus admisiones sin discriminaci¨®n racial empleando criterios que cumplan con los requisitos legales", afirma Sessions en una nota de prensa. La batalla legal, que se suma a otras pasadas, est¨¢ siendo muy seguida en todo EE UU porque puede tener implicaciones en la manera en la que otras universidades muy selectivas admiten a sus estudiantes.
La Students for Fair Admissions ya present¨® un an¨¢lisis en este sentido, en el que revelaba que la metodolog¨ªa de Harvard les daba una nota m¨¢s alta que cualquier otra raza en el aspecto acad¨¦mico pero la m¨¢s baja en la personalidad. La Universidad argumenta, por su parte, que el proceso de admisi¨®n incluye tambi¨¦n otros aspectos, como la situaci¨®n socioecon¨®mica o la cualificaci¨®n atl¨¦tica.
Apoyo de otras universidades
La universidad admite que en el an¨¢lisis hol¨ªstico de cada aspirante se mide su aportaci¨®n a la diversidad. Sin embargo considera que los datos que manejan los demandantes en el an¨¢lisis de las admisiones no son correctos. En los argumentos adicionales presentados a comienzos de la semana insiste en que el criterio de la raza es necesario para garantizar la diversidad de sus clases y lograr los objetivos de excelencia acad¨¦mica que se marca.
En este sentido indic¨® que destina 200 millones de d¨®lares anuales a los programas de ayuda financiera a estudiantes. Tambi¨¦n advierte que si se elimina el criterio racial caer¨¢ en un 50% la proporci¨®n de estudiantes afroamericanos que son admitidos con las pr¨¢cticas actuales, lo que a su vez favorecer¨ªa a los estudiantes de raza blanca.
El Departamento de Justicia opina en todo caso que el m¨¦todo es ¡°vago y enga?oso¡±, al tiempo que considera que est¨¢ desafiando las decisiones del Tribunal Supremo por las que se requiere que la raza se utilice en los procesos de selecci¨®n de una manera muy ajustada para lograr la diversidad. Harvard, seg¨²n Sessions, no demostr¨® que se ajusta a esa decisi¨®n.
La m¨¢xima instancia judicial en EE UU no es contraria a que la raza sea un factor al decidir si un estudiante es admitido. Pero rechaza que las universidades traten de establecer un equilibrio en sus clases con cuotas para cada grupo racial. El juicio en Boston est¨¢ previsto que arranque en octubre. Un total de 16 universidades apoyan la posici¨®n de Harvard, porque consideran que prohibir la raza es una ¡°intrusi¨®n extraordinaria¡±.
En el grupo de universidades estadounidenses que apoyan a Harvard se encuentran las otras siete instituciones educativas que integran Ivy League as¨ª como Duke, Emory, George Washington, John Hopkins y Stanford. Argumentan que las decisiones que adoptan en los procesos de selecci¨®n est¨¢n protegidos por la Primera Enmienda de la Constituci¨®n porque se trata ¡°esencialmente de una valoraci¨®n educativa¡±.
¡°Las instituciones educativas tienen la experiencia requerida y el derecho de adoptar las decisiones acad¨¦micas sobre los criterios para admitir a sus estudiantes y en particular que tipo, calidad o grado de diversidad es el mejor para la experiencia educativa de los estudiantes y la que les permita florecer¡±, explica en la opini¨®n presentada hace un mes. Un modelo neutro, a?aden, minar¨ªa todo esto.
Medidas
El Departamento de Justicia ya inici¨® el a?o pasado una investigaci¨®n sobre el proceso de selecci¨®n en Harvard, en respuesta a esta denuncia. La decisi¨®n del tribunal, por tanto, es clava para que el equipo de Jeff Sessions pueda interpretar la legislaci¨®n federal en materia de discriminaci¨®n positiva y, llegado el caso, emprender acciones administrativas para haya un cambio. Tambi¨¦n se?ala que estos centros reciben fondos p¨²blicos.
Los abogados de Harvard piden a la corte federal que se pronuncie a su favor sin tener que ir a juicio. Pero el Gobierno considera que el proceso debe seguir adelante, para que las acusaciones puedan juzgarse. Consideran que la universidad lleva 45 a?os aplicando estas pr¨¢cticas sin contemplar una alternativa. "Est¨¢n orgullosos de c¨®mo lo hacen por la diversidad y est¨¢ pasando en muchos otros lugares", advierten los funcionarios.
Las pol¨ªticas que abogan por la discriminaci¨®n positiva en EE UU empezaron a adoptarse a ra¨ªz de una orden ejecutiva firmada por el presidente John F. Kennedy en 1961. En ella se instaba a la Administraci¨®n a evitar la exclusi¨®n racial, ¨¦tnica o religiosa en el acceso al empleo. Tambi¨¦n cubr¨ªa a las empresas privadas que ten¨ªa contratos con el Gobierno. Harvard se sum¨® a este movimiento una d¨¦cada despu¨¦s, a la que siguieron otros centros.
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