La crisis en Argentina pone a prueba la fortaleza de la econom¨ªa uruguaya

La crisis econ¨®mica en Argentina es, para los uruguayos, una pel¨ªcula repetida. Inevitablemente, un peque?o escalofr¨ªo ha recorrido el pa¨ªs rioplatense, acostumbrado a sufrir los bandazos de su vecino m¨¢s grande ¡ªcon una poblaci¨®n superior a los 40 millones de personas¡ª en su econom¨ªa de poco m¨¢s de tres millones de habitantes. El Gobierno de Tabar¨¦ V¨¢zquez ha salido a calmar los ¨¢nimos con una bater¨ªa de medidas preventivas, esperando que el modelo aguante la depreciaci¨®n de peso argentino.

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El principal temor se concentra en el turismo: el 60% de los viajeros que visitan Uruguay son argentinos. Para compensar parte de la brecha cambiaria que se ha abierto entre los dos pa¨ªses ¡ªpara un argentino es hoy mucho m¨¢s caro salir del pa¨ªs y tener que pagar con una moneda distinta del peso¡ª, el Gobierno uruguayo volver¨¢ a devolver el IVA aplicado a todos los turistas extranjeros en sus compras. Adem¨¢s, pondr¨¢ en marcha ayudas a los sectores exportadores que puedan verse afectados por la crisis ¡ªde golpe, tambi¨¦n por el tipo de cambio, los productos uruguayos son m¨¢s caros en Argentina¡ª y establecer¨¢ controles para evitar la ruina de los comercios de las zonas de frontera, que ven como los nacionales cruzan hacia el lado argentino para sacar partido de los precios m¨¢s competitivos.

Uno de los pilares del modelo econ¨®mico uruguayo ha sido tratar de distanciarse comercialmente de sus dos vecinos m¨¢s grandes, Brasil y Argentina, en aras de una mayor diversificaci¨®n de sus mercados. En menos de 20 a?os, sus socios de Mercosur pasaron de representar el 40% de las exportaciones uruguayas al 19% actual. En 2015, cuando empez¨® la crisis en la regi¨®n, Uruguay aguant¨® el golpe y hoy ha logrado alinear 15 a?os ininterrumpidos de crecimiento, con un 2,4% previsto este a?o, a pesar de tener el vecindario en llamas.

Esta semana, el presidente V¨¢zquez ¡ªquien habla poco y aparece en p¨²blico lo justo¡ª?dijo que ¡°los hechos tan dram¨¢ticos que viven Argentina y Brasil demuestran fehacientemente la solidez de la conducci¨®n pol¨ªtica de los tres gobiernos del Frente Amplio¡±. Los ministros se han sucedido para explicar que el pa¨ªs est¨¢ ¡°blindado¡± y que la depreciaci¨®n del peso uruguayo frente al d¨®lar ¡ªmucho menor, en todo caso, que la sufrida por la moneda argentina¡ª puede ser contenida gracias a los buenos niveles de reservas del banco central.

En el manejo de la econom¨ªa, el izquierdista Frente Amplio ha hecho del racionalismo su bandera, tratando de encontrar un equilibrio entre la ortodoxia y las pol¨ªticas sociales. La deuda del pa¨ªs sudamericano goza de buenas calificaciones de riesgo y la pobreza volvi¨® el a?o pasado hasta el 7,9%, uno de los porcentajes de la poblaci¨®n m¨¢s bajos de Latinoam¨¦rica.

De todas formas, y pese al aparente triunfalismo de V¨¢zquez, la crisis argentina es una p¨¦sima noticia para Uruguay: las relaciones con Mauricio Macri eran ¨®ptimas, un b¨¢lsamo despu¨¦s de las tensiones que tanto V¨¢zquez como su antecesor, Jos¨¦ Mujica, sufrieron con las sucesivas administraciones del matrimonio Kirchner. El actual presidente argentino, Mauricio Macri, levant¨® algunas medidas del Gobierno anterior, como la prohibici¨®n de recalar en los puertos uruguayos a barcos en tr¨¢nsito, pero mantuvo muchas de las barreas proteccionistas que perjudican a Uruguay. Sin embargo, un di¨¢logo era posible y en la medida que Argentina mejorase, todo el entorno se beneficiar¨ªa.

Ese escenario se ha esfumado y Uruguay tendr¨¢ que evolucionar en un contexto regional dif¨ªcil que convierte en peligrosas sus fragilidades: el d¨¦ficit fiscal llegar¨¢ este a?o al 4%, la deuda p¨²blica alcanza el 56% del PIB y un 40% de esa deuda est¨¢ emitida en d¨®lares ¡ªpor lo que cualquier variaci¨®n en el tipo de cambio afecta directamente a las finanzas p¨²blicas¡ª. Por otro lado, la nueva clase media no est¨¢ totalmente consolidada. Un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo confirm¨® que muchas de las familias que salieron de la pobreza pueden volver a ella muy r¨¢pido si la econom¨ªa empeora. Y la inflaci¨®n se mantiene alta, un 8% anualizado a junio, lo que socava el poder de compra de los salarios, que ya sufren una importante presi¨®n fiscal.