El espectro del sabotaje a Trump en la Casa Blanca desata una tormenta pol¨ªtica
La columna an¨®nima de un alto funcionario de la Casa Blanca publicada por 'The New York Times' desencadena un vendaval de "Yo no he sido", del vicepresidente al jefe de la diplomacia
El peri¨®dico The New York Times public¨® el mi¨¦rcoles un art¨ªculo de opini¨®n an¨®nimo, algo excepcional en la prensa, que atribuye a un alto cargo de la Administraci¨®n de Donald Trump y relata una situaci¨®n tambi¨¦n excepcional: c¨®mo un grupo de miembros del Ejecutivo ha organizado una especie de ¡°resistencia¡± secreta que boicotea las pol¨ªticas y decisiones m¨¢s peligrosas del presidente. El texto desat¨® la ira del republicano y provoc¨® una situaci¨®n inaudita, una cascada de pesos pesados del Gobierno saliendo a entonar el ¡°yo no he sido¡±. El episodio sintetiza a la perfecci¨®n el grado de excentricidad pol¨ªtica que vive la primera potencia mundial.
El texto publicado resulta demoledor. Bajo el t¨ªtulo de Yo soy parte de la resistencia interna de la Administraci¨®n de Trump, el misterioso autor asegura que algunos miembros del Ejecutivo se sienten tan alertados por los ¡°impulsos¡± que llegaron a plantear, incluso, la posibilidad de pedir la incapacitaci¨®n del mandatario por motivos mentales pero rehusaron esta v¨ªa para evitar una crisis constitucional. ¡°Trabajo para el presidente pero como otros colegas he prometido boicotear partes de su agenda y sus peores inclinaciones¡±, afirma ese alto cargo an¨®nimo y, como si de una conjura vaticana se tratase, describe una suerte de Estado paralelo que evita que las barrabasadas que el mandatario estadounidense publica en Twitter, por ejemplo, o ante una c¨¢mara de televisi¨®n, se traduzca en da?os irreparables.
¡°La ra¨ªz del problema es la amoralidad del presidente¡±, dice el texto. ¡°Cualquier que haya trabajado con ¨¦l¡±, contin¨²a, ¡°sabe que no est¨¢ anclado a ning¨²n principio discernible que gu¨ªe su toma de decisiones¡±. Define el estilo de Trump como ¡°superficial, inefectivo, conflictivo e impulsivo¡±. En las reuniones sobre alg¨²n asunto, dice, suele desviarse del tema y enzarzarse en broncas repetitivas y sus impulsos le llevan a veces a tomar decisiones temerarias que luego hay que rectificar o enmendar. ¡°Los americanos deben saber que hay adultos en la habitaci¨®n¡±, trata de tranquilizar. Llov¨ªa sobre mojado: la publicaci¨®n tiene lugar al d¨ªa siguiente de que salieron a la luz extractos del nuevo libro del periodista Bob Woodward, que sale a la venta la pr¨®xima semana, y en el que tambi¨¦n se habla de miembros de la Administraci¨®n aterrados por la deriva de la Casa Blanca.
Cuando el art¨ªculo se public¨®, a media tarde del mi¨¦rcoles (hora de Washington), Trump mont¨® en c¨®lera. En un acto con sheriffs, se dirigi¨® a la prensa especialmente airado. ¡°El fracasado The New York Times ha publicado un art¨ªculo de opini¨®n an¨®nimo, ?pueden creerlo? An¨®nimo, o sea, cobarde, una tribuna cobarde¡±, dijo. Y en su cuenta de Twitter, antes escribi¨® en may¨²sculas ¡°?TRAICI?N?¡±. Acto seguido, plante¨® que si ese alto cargo exist¨ªa de verdad, el Times ten¨ªa obligaci¨®n de ¡°entregarlo al Gobierno por motivos de seguridad nacional¡±.
Los rumores sobre la autor¨ªa comenzaron a correr como la p¨®lvora en las redes sociales ¡ªTwitter, b¨¢sicamente¡ª y algunos analistas y reporteros comenzaron a buscar pistas que ayudasen a identificar al autor, comparando el estilo del escrito con algunos discursos p¨²blicos de miembros de la Casa Blanca. Refiri¨¦ndose de forma elogiosa al senador John McCain, recientemente fallecido, el art¨ªculo usa la palabra "lodestar" (faro, estrella polar), un vocablo antiguo y poco frecuente que el vicepresidente, Mike Pence, ha usado en ocasiones. Esta coincidencia desat¨® los rumores sobre la autor¨ªa, que el propio Pence tuvo que desmentir este jueves. La teleserie continu¨® este jueves por la ma?ana, cuando hasta 17 miembros de la Administraci¨®n se lanzaron a la carrera del ¡°yo no he sido¡±.
La cuenta de altos cargos inclu¨ªa tambi¨¦n al secretario de Estado, Mike Pompeo; el director de Inteligencia Nacional, Dan Coats; el fiscal general, Jeff Sessions, y el secretario de Defensa, Jim Mattis, entre otros. La larga lista de sospechosos, que fueron inquiridos acerca de la cuesti¨®n, refleja la imagen de aislamiento que desprende el presidente de EE UU. Hasta la exasesora Omarosa Manigault se sum¨® al fest¨ªn al se?alar en Twitter un pasaje de su libro, en el que tambi¨¦n habla de un ¡°ej¨¦rcito silencioso¡± dentro de la Casa Blanca, da alguna pista sobre el responsable, entre los que incluye a miembros de su propia familia.
Hasta la primera dama, Melania Trump, se meti¨® en harina y emiti¨® un comunicado en el que se dirig¨ªa as¨ª al supuesto autor: ¡°No est¨¢s protegiendo al pa¨ªs, est¨¢s sabote¨¢ndolo con tus acciones cobardes¡±. Tambi¨¦n para ella corren tiempos bizarros.
DOBLE ESTADO
El art¨ªculo de The New York Times habla de un Gobierno que act¨²a por dos carriles y pone como ejemplo la pol¨ªtica exterior: ¡°El presidente Trump muestra una preferencia por aut¨®cratas y dictadores, como Vlad¨ªmir Putin, de Rusia, o Kim Jong-un, de Corea del Norte¡±, pero la Administraci¨®n al mismo tiempo ¡°acusa a pa¨ªses como Rusia de interferencia y le castiga de forma consecuente¡±.
?Qui¨¦n lo ha escrito y por qu¨¦ ahora precisamente? Lo primero lo saben en el equipo de la secci¨®n de Opini¨®n del Times, para lo segundo hay unas cuantas hip¨®tesis posibles, que han querido enviar un mensaje a Trump por alg¨²n asunto concreto o que hay ansiedad entre los republicanos tradicionales de cara a las legislativas de noviembre.
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