El ultra brasile?o Bolsonaro recibe una pu?alada en un acto electoral

Jair Bolsonaro tendr¨¢ que permanecer ingresado en el hospital como m¨ªnimo una semana despu¨¦s de haber sido apu?alado en un acto electoral en las calles de Juiz de Fora, en lo profundo de Minas Gerais, un Estado del sudeste brasile?o. Seg¨²n los m¨¦dicos del hospital Santa Casa de Juz de Fora, el ultraderechista lleg¨® "muy grave" a la UCI: inconsciente, con el pulso bajo y habiendo perdido mucha sangre por una hemorragia interna. Tras dos horas de cirug¨ªa, la situaci¨®n parece haberse revertido y Bolsonaro est¨¢ estable y en observaci¨®n.

Todav¨ªa quedan dudas por resolver. El agresor fue detenido, pero se desconocen sus objetivos exactos. Se sabe que el candidato ha suspendido temporalmente su campa?a pero no de qu¨¦ forma afectar¨¢ este grave incidente a los comicios.

Ser¨ªa el ¨²nico. Ni en el peor momento de esta ca¨®tica campa?a, ni en los otros sufridos por la primera potencia latinoamericana en su reciente democracia, se hab¨ªa visto nada semejante. Nunca un candidato hab¨ªa sido agredido y menos con un arma. Todos los pesos pesados de la pol¨ªtica brasile?a se han apresurado a condenar el ataque y subrayar el da?o que ha sufrido hoy el proceso democr¨¢tico. Desde el presidente Michel Temer hasta muchos de sus rivales en la campa?a, como Lula da Silva, Ciro Gomes o Geraldo Alckmin. El Tribunal Electoral y la Orden de Abogados de Brasil tambi¨¦n emitieron sus comunicados: ¡°La democracia no aguanta este tipo de situaciones¡±.

La escena se ha visto en docenas de v¨ªdeos que acabaron en las redes: Bolsonaro va aupado a los hombros de sus seguidores sobre la multitud por la calle. La imagen de un d¨ªa m¨¢s su campa?a por la presidencia de Brasil. Hoy lleva una camiseta amarilla, promocionando su agrupaci¨®n, el Partido Social Liberal. Saluda triunfalmente a la multitud de una acera levantando un brazo y abre la boca, sonriente. Se gira para saludar a la otra acera, hace amago de levantar la otra mano y entonces ocurre. En una fracci¨®n de segundo se encoge sobre s¨ª mismo, con las manos en el abdomen y la sonrisa ahora convertida en gesto de dolor, y se desploma sobre sus portadores. Es el momento, capturado en varios v¨ªdeos, en el que el candidato a la presidencia brasile?a al que m¨¢s votos y a la vez m¨¢s rechazo otorgan las encuestas, recibe una pu?alada en el abdomen. Un hombre, Ad¨¦lio Bispo de Oliveiro, se le hab¨ªa acercado cuchillo en mano y perforado los intestinos y una arteria.

Bispo de Oliveiro, exmilitante del Partido Socialista entre 2007 y 2014, es un hombre retratado por su perfil de Facebook como defensor del presidente venezolano Nicol¨¢s Maduro y cr¨ªtico frecuente de Bolsonaro. En referencia a su costumbre de defender la dictadura militar brasile?a (1964 ¨C 1895) y de decir que tendr¨ªan que haber matado m¨¢s, Ad¨¦lio escribi¨®: ¡°Da asco o¨ªr que la dictadura deber¨ªa haber matado a unos 30.000 comunistas¡±. Otro de sus objetivos frecuentes: la ¡°derecha mas¨®nica¡±.

El ataque viene precisamente tras uno de los d¨ªas m¨¢s desagradables dentro de una campa?a que Bolsonaro ya ven¨ªa inyectando de odio y llamadas a la violencia. El ultraderechista, famoso por su nostalgia por la dictadura, por su filosof¨ªa de que ¡°el ¨²nico bandido bueno es un bandido muerto¡±, por su plan de legalizar las armas en uno de los pa¨ªses m¨¢s violentos del mundo, hab¨ªa subido el tono de sus discursos en su primera parada por Brasilia. Repiti¨® una vez su amenaza de ¡°fusilar¡± a los miembros del Partido de los Trabajadores (el de Lula da Silva): ¡°Vamos a darle una patada en el culo al comunismo¡±, dijo. Se hab¨ªa re¨ªdo de un periodista gay que le hizo una pregunta: ¡°T¨² tienes pinta de que te pintabas las u?as de peque?o¡±. Y por ¨²ltimo, hab¨ªa cuestionado la legitimidad del proceso electoral brasile?o. ¡°Gane quien gane las elecciones va a estar bajo sospecha, sin duda¡±, hab¨ªa dicho.

Luego remat¨® el d¨ªa con una estupenda noticia: hab¨ªa vuelto a subir en las encuestas, de un 20% hace unas semanas a un 22%. Segu¨ªa siendo el favorito a la presidencia (solo por detr¨¢s de Lula da Silva, quien cumple pena en prisi¨®n y fue vetado como candidato el viernes pasado). Y tambi¨¦n alguien a que el 44% del electorado se negaba a votar. El mayor rechazo de ning¨²n otro candidato. A menos hasta que una tragedia impredecible cambie ese panorama.