El Gobierno corporativo
Hay democracias en las que no hay una l¨ªnea clara entre grupos privados econ¨®micos y la Administraci¨®n
Las democracias contempor¨¢neas atraviesan tres grandes desaf¨ªos, por un lado el surgimiento de Gobiernos autoritarios, que son algo distintos a las dictaduras tradicionales de los a?os sesenta y setenta del siglo XX. En segundo lugar, el surgimiento de los neopopulistas, que los hay de izquierda y de derecha. En el continente hay muy buenos ejemplos de ambos casos y la Europa liberal y garantista tiembla ante el avance de los xen¨®fobos y eur¨®fobos populistas. El tercer riesgo es algo que se hab¨ªa advertido por todos los expertos y acad¨¦micos en temas de democracia y partidos pol¨ªticos desde el siglo XIX y son las democracias corporativas: es decir, aquellas en las cuales no hay una l¨ªnea clara entre grupos privados econ¨®micos y los Gobiernos p¨²blicos.
Una serie de te¨®ricos hab¨ªa advertido de que el crecimiento demogr¨¢fico y la multiplicaci¨®n de intereses sociales segmentados llevar¨ªan a la creaci¨®n de grupos de presi¨®n que desempe?ar¨ªan un papel m¨¢s articulado entre el Estado y los individuos. El problema de esta teor¨ªa es que en las democracias contempor¨¢neas ha hecho carrera un corporativismo salvaje, depredador y que solo representa un peque?o segmento de la sociedad. Tal vez el caso colombiano sea el mejor ejemplo
Por ejemplo, el actual ministro de Hacienda colombiano, Alberto Carrasquilla, estuvo involucrado en el esc¨¢ndalo de los Panam¨¢ Papers. Adem¨¢s, en las ¨²ltimas horas, el periodista Daniel Coronell destap¨® otro gran esc¨¢ndalo: cuando Carrasquilla fue ministro en la administraci¨®n de ?lvaro Uribe, promovi¨® activamente la aprobaci¨®n de una ley que al final lo terminar¨ªa favoreciendo con la creaci¨®n de una empresa y el empobrecimiento de m¨¢s de un centenar de municipios del pa¨ªs. Por si fuera poco, en las ¨²ltimas semanas el ministro anunci¨® una fuerte reforma tributaria, que en resumidas cuentas busca bajarles impuestos a los ricos y gravar con el IVA a la canasta familiar, lo que significa que terminar¨¢ afectando a los m¨¢s pobres. El gran problema es que el anuncio de una reforma tributaria, un tema de pol¨ªtica p¨²blica, lo hizo en un evento de empresarial, en la convenci¨®n de Asobancaria.
El otro ejemplo del Gobierno corporativo se refiere al actual ministro de Defensa, el se?or Guillermo Botero, quien durante a?os fue el presidente de FENALCO, el gremio de los comerciantes. Botero no tiene ni idea del tema de seguridad. De hecho, la semana pasada, en el debate de control pol¨ªtico que hizo la bancada de oposici¨®n en el Congreso de la Rep¨²blica, debido a los m¨¢s de 200 asesinatos de l¨ªderes sociales en los ¨²ltimos meses, la intervenci¨®n de Botero fue por decirlo menos vergonzosa. No ten¨ªa conoc¨ªa el tema. En lugar de hablar sobre las estrategias, medidas o acciones de protecci¨®n a l¨ªderes sociales, su intervenci¨®n gir¨® en torno al plan de choque del Gobierno Duque para contrarrestar la delincuencia com¨²n y organizada en el pa¨ªs.
El otro ejemplo es el nombramiento de Andr¨¦s Valencia Pinz¨®n como ministro de Agricultura. Valencia ven¨ªa de ser presidente de FENAVI o Federaci¨®n Nacional de Avicultores de Colombia desde 2013. Como era de esperarse, el gremio de la SAC o Sociedad de Agricultores de Colombia, que agrupa a los empresarios rurales o grandes poseedores de tierra saltaron de la alegr¨ªa y elogiaron el nombramiento. Horas despu¨¦s, se conoci¨® un proyecto de ley que busca pr¨¢cticamente eliminar el proceso de restituci¨®n de tierras. No debe olvidarse que en el marco del conflicto armado que azot¨® al pa¨ªs, m¨¢s de seis millones de hect¨¢reas fueron despojadas, en su mayor¨ªa a peque?os campesinos. El proyecto de ley para acabar de ese proceso fue presentado por el partido de gobierno es apoyado por los grandes poseedores de tierra en Colombia. Todo cuadra, un c¨ªrculo perfecto.
Cuando no hay una distinci¨®n entre intereses privados de una minor¨ªa e intereses p¨²blicos de la gran mayor¨ªa, no solo se cae en corrupci¨®n, sino en una situaci¨®n en la cual el inter¨¦s p¨²blico es subsumido por intereses de unos pocos, lo que se denomina un Estado corporativo. Es decir, todo lo contrario a lo que se propone una democracia.
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