Christine Blasey Ford: un testimonio que vale una presidencia

Una mujer de 51 a?os tiene este jueves sobre sus hombros el peso de una Presidencia. Christine Blasey Ford era una an¨®nima profesora de universidad hace solo 10 d¨ªas. Hoy, su nombre ya forma parte de la historia de Estados Unidos. Es la primera mujer que acus¨® al juez Brett Kavanaugh de agredirla sexualmente en una fiesta completamente borracho. Ella ten¨ªa 15 a?os y ¨¦l, 17. Este jueves, esa historia ser¨¢ juzgada por el Comit¨¦ de Justicia del Senado en el que una mayor¨ªa republicana quiere confirmar como sea a Kavanaugh, un conservador fiable, para el Tribunal Supremo de Estados Unidos. La confirmaci¨®n de Kavanaugh tiene que hacerse antes de las elecciones del 6 de noviembre, de las que puede depender la mayor¨ªa en el Congreso. Y esa mayor¨ªa puede condicionar la Presidencia de Donald Trump.

La mujer que ha puesto en cuesti¨®n el futuro del poder republicano en Washington creci¨® en los alrededores de esa ciudad. Entre 1980 y 1984, fue al instituto Holton-Arms, en Bethesda, Maryland, a 15 kil¨®metros del edificio del Congreso. Se trata de una escuela centenaria solo para chicas. Las alumnas conoc¨ªan chicos de las escuelas de la zona, como Landon, Georgetown Prep y Gonzaga, seg¨²n cuenta Blasey en la declaraci¨®n inicial que va a leer en el Senado este jueves. As¨ª es como conoci¨® a Kavanaugh, alumno de Georgetown Prep. En una de las fiestas en las casas de la zona, ¨¦l intent¨® violarla borracho.

Blasey asegura que aquello ¡°alter¨® dr¨¢sticamente¡± su vida. Solo se cont¨® a unas pocas personas a lo largo de los a?os. Sus amigos de entonces no recuerdan que lo comentara. No pronunci¨® el nombre de Kavanaugh hasta que lo cont¨® en una terapia de pareja con su marido en 2012. Multitud de amigos de Kavanaugh de entonces lo califican como incapaz de hacer algo as¨ª.

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Despu¨¦s del instituto, Blasey curs¨® una carrera de Psicolog¨ªa Experimental en la Universidad de Carolina del Norte, en el campus de Chapel Hill. Despu¨¦s, se mud¨® a California, donde obtuvo un m¨¢ster en Psicolog¨ªa Cl¨ªnica en la Universidad de Pepperdine, un centro religioso de Malib¨². All¨ª se aficion¨® al surf. En 1996, obtuvo un doctorado en Psicolog¨ªa Educativa por la Universidad del Sur de California, un centro privado de Los ?ngeles. En 2009, hizo otro m¨¢ster en Epidemiolog¨ªa en la Universidad de Stanford.

En 2002, conoci¨® a su actual marido, Russell Ford, de quien toma su segundo apellido. Tienen dos hijos y viven en Palo Alto, en el coraz¨®n de Silicon Valley. Es profesora de psicolog¨ªa y estad¨ªstica en la Universidad de Palo Alto e investigadora asociada en Stanford. Su nombre aparece en decenas de publicaciones especializadas. Su especialidad es el an¨¢lisis estad¨ªstico en estudios de medicina y psicolog¨ªa.

Desde que su nombre se hizo p¨²blico, ha recibido amenazas de muerte y la familia se ha tenido que mudar. Los reporteros han llamado a su puerta, le han dejado mensajes y han entrevistado a todo aquel que haya tenido alg¨²n contacto con ella desde el instituto hasta la actualidad. Su vida ya no es suya, es un arma pol¨ªtica de primer orden para una batalla en la que hay mucho en juego. Todos sus amigos y conocidos entrevistados en los medios norteamericanos la describen como una persona seria, met¨®dica y centrada, que jam¨¢s se inventar¨ªa algo as¨ª. Blasey ha decidido contar su historia tras meditarlo mucho y con gran sacrificio personal, aseguran. Un amigo suyo entrevistado por The Wall Street Journal asegura que tiene un aparente trauma. Ella le cont¨® que necesita tener m¨¢s de una salida en el dormitorio porque si no se siente atrapada.

De sus preferencias pol¨ªticas se sabe que es dem¨®crata, algo no muy sorprendente para un profesor universitario del norte de California. Est¨¢ registrada como votante por ese partido, seg¨²n Journal. En 2017, hizo tres donaciones por un total de 42 d¨®lares a un grupo que apoya a candidatos dem¨®cratas.

Estados Unidos ya sabe casi todo sobre la vida de Christine Blasey Ford. Este jueves, a las 10 de la ma?ana de Washington, le ver¨¢ la cara. Todo ser¨¢ estudiado al detalle. Su mirada, su postura, el tono de su voz, la seguridad en las respuestas, si se cansa, si duda, si hace gestos raros. Casi cuatro d¨¦cadas despu¨¦s de aquel a?o en el instituto, Blasey Ford est¨¢ ante el juicio m¨¢s duro de su vida, en directo y en streaming para el mundo entero.