El ¨¦xodo venezolano, de crisis migratoria a prioridad humanitaria
El foco de la comunidad internacional se centra en la frontera colombiana. El Banco Mundial prepara un estudio para afrontar la emergencia
Livia Herrera cruz¨® la frontera colombiana cuando estaba embarazada de seis meses. Cuenta que viaj¨® desde Barinas, el Estado donde naci¨® Hugo Ch¨¢vez, y hace 25 d¨ªas dio a luz en C¨²cuta. Es una de los m¨¢s de 5.100 venezolanos que han pasado por el centro de atenci¨®n de Villa del Rosario, el municipio en el que desemboca el Puente Internacional Sim¨®n Bol¨ªvar, principal v¨ªa de acceso al pa¨ªs. All¨ª recibe ahora los cuidados de Cruz Roja y tiene el apoyo de la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM). Su objetivo es reunir el dinero suficiente para atravesar Los Andes y llegar a Ecuador, como Ren¨¦ A?asco, de 62 a?os, que tras una vida en Isla Margarita decidi¨® abandonar su trabajo de pescador y dejarlo todo en busca de oportunidades, relata a media voz. ?
La inmensa mayor¨ªa de los que huyen de la grav¨ªsima crisis social y econ¨®mica que golpea a Venezuela ¨Cal menos 2,3 millones de personas, seg¨²n Naciones Unidas¨C lo hacen a trav¨¦s de la frontera de Colombia. En el pa¨ªs hay alrededor de un mill¨®n de refugiados. En el hospital universitario de C¨²cuta se han atendido en los ¨²ltimos tres meses m¨¢s partos de migrantes que de mujeres locales. El ¨¦xodo, cuyas evidencias Nicol¨¢s Maduro volvi¨® a negar esta semana ante la Asamblea General de la ONU, contin¨²a. Y, aunque su intensidad es variable, la crisis, sin precedentes en Am¨¦rica Latina, se ha convertido en una prioridad de la llamada comunidad internacional. Es decir, ya no es solo una emergencia que compete a las autoridades colombianas. Ni siquiera se trata exclusivamente de un asunto regional. Esa respuesta queda de alguna manera reflejada en la fotograf¨ªa actual de esa zona, donde ya se ha multiplicado el trabajo de asistencia y la presencia de organismos multilaterales. Pero no es suficiente.
El siguiente paso consiste en actuar y unir fuerzas. "Este es un tema que ha ido en aumento, que se ha ido incrementando de manera exponencial y creo que se requiere una respuesta importante", se?ala Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para Am¨¦rica Latina y el Caribe. "Tenemos que buscar cerrar filas y ver c¨®mo podemos apoyar a Colombia y al resto de la regi¨®n para atender esta situaci¨®n", defiende. Familiar se reuni¨® el viernes con el presidente colombiano, Iv¨¢n Duque, y despu¨¦s viaj¨® a la frontera para conocer de primera mano la situaci¨®n. Su instituci¨®n prepara un informe sobre el impacto del ¨¦xodo, con un diagn¨®stico y unas recomendaciones que pueden respaldar a los Gobiernos de la regi¨®n. La repercusi¨®n en el pa¨ªs andino supera, de momento, los 1.500 millones de d¨®lares, un 0,5% del PIB, seg¨²n adelant¨® el propio mandatario.
En cualquier caso, son las historias detr¨¢s de esas cifras las que ayudan a comprender qu¨¦ est¨¢ pasando. "Mi hijo no tiene pasaporte, sigue en San Antonio", explica a un funcionario Leonardo Enrique Fern¨¢ndez, de Valencia, mientras tramita un Permiso Especial de Permanencia (PEP), un documento que da acceso a los servicios b¨¢sicos durante dos a?os. En Venezuela es cada d¨ªa m¨¢s complicado lograr un pasaporte, cuya expedici¨®n puede tardar m¨¢s de dos a?os y alienta la corrupci¨®n.
El Gobierno de Maduro niega la emergencia migratoria y ha organizado algunas repatriaciones colectivas de decenas, quiz¨¢ cientos de personas, con puesta en escena televisiva para tratar de rebajar la presi¨®n internacional. Sin embargo, el propio Consejo de Derechos Humanos de la ONU denunci¨® el jueves en una resoluci¨®n que "cientos de miles de ciudadanos de la Rep¨²blica Bolivariana de Venezuela, incluidos hombres, mujeres y ni?os, se ven obligados a abandonar el pa¨ªs, entre otras cosas, en raz¨®n de una crisis pol¨ªtica, econ¨®mica, social y humanitaria que afecta gravemente a sus derechos humanos". Tambi¨¦n hay una comunidad del pueblo ind¨ªgena yukpa, que tradicionalmente vive entre los dos pa¨ªses, que decidi¨® vadear el r¨ªo T¨¢chira e instalarse en C¨²cuta, cerca el puente Francisco de Paula Santander, uno de los m¨¢s transitados despu¨¦s del Sim¨®n Bol¨ªvar. Los l¨ªderes de las 23 familias, Dionisio Finol y Reynaldo Ram¨ªrez, cuentan las dificultades a las que enfrentan, de la lucha contra la desnutrici¨®n a un reciente brote de varicela.
"Hay cosas que se saben, porque uno lee reportes, obtiene informaci¨®n y ve datos, pero no hay nada c¨®mo verlas de primera mano", contin¨²a Familiar, que estuvo acompa?ado en su visita por el gerente de frontera, Felipe Mu?oz, y responsables de Acnur y la OIM. "Lo que se corrobora es una situaci¨®n que genera una presi¨®n muy grande, una migraci¨®n que tiene enormes impactos sobre la vida de las personas, empezando por los migrantes mismos, pero tambi¨¦n las poblaciones que los acogen". En su opini¨®n, "en estos procesos no solo se est¨¢n atendiendo las necesidades de los migrantes, sino que se est¨¢n generando bienes p¨²blicos regionales y globales".
"El servicio que est¨¢ dando el Estado colombiano al atender por ejemplo las necesidades de salud de unos migrantes que requieren de atenci¨®n es claramente un bien p¨²blico global", considera. En cualquier caso, la experiencia del Banco Mundial en otras crisis migratorias puede ayudar a ver el vaso medio lleno. "Adem¨¢s de la ayuda humanitaria hay un mediano y largo plazo. La migraci¨®n implica retos, pero tambi¨¦n trae beneficios. Una poblaci¨®n que migra, lo que ha sucedido en el mundo lo muestra, es una poblaci¨®n que es emprendedora y a la vez contribuye a las comunidades a las que migra", razona. Este es hoy uno de los principales desaf¨ªos de Colombia, de la regi¨®n y, en buena medida, de Am¨¦rica Latina.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.