Un santo sin justicia ni culpables
La investigaci¨®n sobre el asesinato de monse?or Romero duerme en un juzgado de la capital salvadore?a 38 a?os despu¨¦s
Un recurrente sarcasmo recuerda estos d¨ªas en las calles que el nuevo santo salvadore?o, monse?or ?scar Romero, se identific¨® tanto con su pueblo que su asesinato sigue tan impune como el resto. En uno de los pa¨ªses m¨¢s violentos del mundo, su ejecuci¨®n, como el 98% de los cr¨ªmenes que se cometen en el pa¨ªs, duerme en una carpeta del juzgado cuarto de instrucci¨®n de San Salvador.
Sin embargo, su magnicidio, el 24 de marzo de 1980, es una de las p¨¢ginas importantes de Centroam¨¦rica. El asesinato y el tiroteo posterior contra la multitud durante su entierro, es considerado el inicio de la guerra civil y uno de los tableros donde se disput¨® la guerra fr¨ªa que dej¨® decenas de miles de muertos hasta 1992.
El de monse?or Romeo no fue precisamente un asesinato discreto. Los grupos de extrema derecha hab¨ªan intentado terminar con el "cura comunista" con una bomba bajo el p¨²lpito. Fallaron. Meses despu¨¦s, la tarde del 24 de marzo se eligi¨® un plan menos sutil y fue acribillado en el propio altar de la iglesia. En ese momento hab¨ªa decenas de testigos en los primeros bancos celebrando una misa luctuosa por do?a Sara Meardi. Cuando Romero estaba a punto de dar la comuni¨®n, un Volkswagen Passat rojo ocupado por dos personas se detuvo frente a la puerta del templo. Uno de los sujetos apunt¨® al obispo y le dispar¨® en el coraz¨®n una bala de calibre 22. Luego huyeron calle abajo.
La investigaci¨®n del caso qued¨® estancada por el conflicto b¨¦lico hasta que un a?o despu¨¦s de los acuerdos de paz, la ¨²nica instituci¨®n capaz de hacer una investigaci¨®n con garant¨ªas en El Salvador de la postguerra, la ONU, concluy¨® que los responsables de su muerte eran los Escuadrones de la muerte creados por el coronel Roberto D'Aubuisson, l¨ªder de la inteligencia pol¨ªtica y fundador de Arena (Alianza Republicana Nacionalista), que gobernar¨ªa el pa¨ªs centroamericano durante dos d¨¦cadas.
Seg¨²n la comisi¨®n de la verdad creada a tal efecto, ¡°existe plena evidencia¡± de que D'Aubuisson dio a su equipo de seguridad?la orden de asesinar al arzobispo. El informe de Naciones Unidas lleg¨® a esta conclusi¨®n despu¨¦s de que al militar le encontraran durante un registro en su finca un cuaderno con los nombres de los implicados en la Operaci¨®n Pi?a, donde tambi¨¦n estaba escrito el tipo de arma empleada y el veh¨ªculo para la huida. D'Aubuisson sin embargo, muri¨® en 1992 de un c¨¢ncer de lengua sin conocer el resultado de la investigaci¨®n.
Pero hab¨ªa m¨¢s gente. Tambi¨¦n los capitanes ?lvaro Saravia y Eduardo ?vila tuvieron participaci¨®n en el asesinato del santo, as¨ª como Fernando Sagrera y Mario Molina, siempre seg¨²n la ONU. Otro m¨¢s, Amado Antonio Garay, fue el ch¨®fer que llev¨® al francotirador hasta la capilla de la Divina Providencia y vive en Estados Unidos en calidad de testigo protegido del Gobierno.
Garay confes¨® la participaci¨®n del capit¨¢n Saravia, quien vive oculto en alg¨²n lugar fuera de El Salvador. Desde la clandestinidad concedi¨® una entrevista a Carlos Dada, del peri¨®dico digital salvadore?o El Faro, en la que acept¨® su participaci¨®n. El sicario que ejecut¨® el disparo fue asesinado cuando hu¨ªa pocos d¨ªas despu¨¦s a Guatemala tr¨¢s cobrar el cheque.
Para la Iglesia salvadore?a es una ¡°verg¨¹enza¡± que no se haya investigado el caso m¨¢s de 38 a?os despu¨¦s y el padre Jos¨¦ Mar¨ªa Tojeira lo consider¨® "uno de los m¨¢s grandes casos de corrupci¨®n", dijo desde el p¨²lpito la noche del s¨¢bado durante una misa previa a su canonizaci¨®n.
"Si un asesinato tan emblem¨¢tico y con tantos elementos probatorios se encuentra paralizado que no suceder¨¢ con el resto de v¨ªctimas comunes", se?ala Arnau Baulenas, coordinador jur¨ªdico de la oficina de derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca). Para Baulenas la par¨¢lisis se debe "al poder del ej¨¦rcito que ha maniobrado como un poder f¨¢ctico para impedir una investigaci¨®n". A pesar de la llegada de un gobierno de izquierdas al poder, "el gobierno del Fmln, (Frente Farabundo Mart¨ª) ha impedido la apertura de los archivos del ej¨¦rcito en lo que supone una clara obstaculizaci¨®n en la investigaci¨®n" a?ade el abogado de Derechos Humanos.
En las ¨²ltimas semanas, la fiscal¨ªa de El Salvador ha dado se?ales de querer volver a impulsar el caso y ha anunciado que presentar¨¢ un requerimiento. Asociaciones de v¨ªctimas y desaparecidos de la Guerra Civil buscan la condena de otros de los colaboradores que formaron o financiaron los escuadrones de la muerte, entre ellos el conocido como grupo de Miami o algunas de las familias poderosas de El Salvador.
Paralelamente, buscan una condena hist¨®rica y moral contra D'Aubuisson.?Su figura contin¨²a siendo un s¨ªmbolo para amplios sectores de la derecha, que peregrinan cada a?o a su tumba? entonando alguno de los himnos de su partido y la famosa estrofa: ¡°Libertad se escribe con sangre y el trabajo con sudor, unamos sudor y sangre, pero primero El Salvador¡±.
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