La espa?ola que paraliza la purga del Supremo polaco
Rosario Silva de Lapuerta ha desembarcado en la vicepresidencia del TJUE con una decisi¨®n hist¨®rica
Rosario Silva de Lapuerta ha irrumpido en la vicepresidencia del Tribunal de Justicia de la UE como una exhalaci¨®n. Diez d¨ªas despu¨¦s de asumir el cargo, la jueza madrile?a de 64 a?os ha dictado el auto que ordena a Polonia que suspenda la purga de magistrados del Tribunal Supremo y restablezca en su puesto a los ya cesados. Se trata de una medida sin precedentes. Nunca antes la Corte europea hab¨ªa bloqueado una reforma de tanto calado de uno de los Estados miembros, aunque la decisi¨®n no sea todav¨ªa definitiva.
La jueza tiene experiencia en eso de ser pionera. A los 24 a?os, poco despu¨¦s de terminar la carrera de Derecho en la Universidad Complutense, se convirti¨® en la primera mujer Abogada del Estado, donde fue destinada en M¨¢laga. Un cuarto de siglo despu¨¦s aterriz¨® en el Tribunal de Justicia de la UE, concretamente en octubre de 2003. En medio, un historial que ya auguraba una carrera mete¨®rica. En su hoja de servicios aparecen cargos en los ministerios de Transporte, Exteriores y Justicia. Tambi¨¦n un paso por las aulas como profesora de derecho comunitario en la Escuela Diplom¨¢tica y la codirecci¨®n de una revista de actualidad europea.
Los antecedentes hablan de una mujer con el veneno del derecho comunitario en la sangre. En la votaci¨®n del martes de la semana pasada, los 28 jueces del TJUE le dieron un mandato de tres a?os como vicepresidenta, hasta 2021, renovable tantas veces quiera si vuelve a presentarse y ser elegida. Sustituye al italiano Antonio Tizzano, ahora jubilado. Solo un espa?ol, Gil Carlos Rodr¨ªguez, presidente del organismo entre 1994 y 2003, ha llegado m¨¢s alto que ella en el escalaf¨®n de la justicia comunitaria.
Esa habilidad para alcanzar cotas de poder in¨¦ditas para una mujer ha sido imitada por la peque?a de sus ocho hermanos, Marta Silva, la primera en llegar a Abogada General del Estado, posici¨®n que ocup¨® entre 2012 y 2016 tras ser elegida por Alberto Ruiz-Gallard¨®n, entonces ministro de Justicia. La familia no es un aspecto menor en la biograf¨ªa de Rosario Silva. Es hija de Federico Silva Mu?oz, tambi¨¦n Abogado del Estado pero m¨¢s conocido por haber sido ministro franquista de Obras P¨²blicas entre 1965 y 1970, fundador de Alianza Popular y, antes del nombramiento de Adolfo Su¨¢rez, uno de los tres nombres que son¨® para ser presidente del Gobierno una vez muerto el dictador Francisco Franco.
Tambi¨¦n es sobrina del extesorero del Partido Popular ?lvaro Lapuerta, se?alado por su implicaci¨®n en el caso G¨¹rtel, cuya causa fue finalmente archivada por su mal estado de salud. Pero ni ese parentesco ni el pasado franquista de su padre han sido fuente de problemas en Luxemburgo. Las mayores suspicacias por sus lazos familiares se produjeron en 2004, cuando el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar nombr¨® a su marido, Julio N¨²?ez, embajador en el Gran Ducado para evitar que el matrimonio viviera separado. Rosario Silva pas¨® entonces a ser simult¨¢neamente jueza del TJUE y embajadora de Espa?a en Luxemburgo ¡ªtrato que suele darse por deferencia a las esposas de los embajadores¡ª. Esa situaci¨®n sin precedentes la releg¨® durante a?os a un papel secundario. "Las sentencias del tribunal se notifican a los Estados en las embajadas en Luxemburgo. Est¨¦ticamente era muy feo", recuerda una fuente cercana a los hechos.
Silva, a la que algunos excompa?eros describen como una persona distante en el trato personal pero muy trabajadora, ha sido una ardua defensora de los tribunales europeos frente a la tentaci¨®n de algunos pa¨ªses de hacer sus propias interpretaciones de las leyes comunitarias. "Hay alg¨²n magistrado con ideas especiales y que no se calla a la hora de exponerlas, nosotros no nos callamos tampoco y decimos lo que pensamos. Entendemos que ellos son muy importantes pero hay muchos Tribunales Constitucionales en los Estados miembros y si cada uno piensa que es el ¨²ltimo int¨¦rprete [de la legislaci¨®n comunitaria] se nos va la Uni¨®n Europea al traste", afirm¨® durante una conferencia en referencia al todopoderoso Tribunal Constitucional alem¨¢n.
Pese a que antiguos miembros del tribunal perciben un cierto giro hacia posturas m¨¢s duras en asuntos migratorios sobre los que Rosario Silva ha sido ponente, su independencia no est¨¢ en cuesti¨®n. El entorno conservador en el que se ha movido siempre la jueza espa?ola no ha impedido que haya sido ella la responsable de pararle los pies al Gobierno ultraconservador polaco en su controvertida reforma del Tribunal Supremo. El partido Ley y Justicia ha aprobado una rebaja de la edad de jubilaci¨®n de los jueces del Supremo que fuerza la salida de casi un tercio de sus miembros, una intervenci¨®n en el poder judicial que la Comisi¨®n Europea ha denunciado ante la Corte de Luxemburgo. Los 15 jueces de su Gran Sala tienen la ¨²ltima palabra al respecto.
El movimiento de Lapuerta pod¨ªa intuirse si se observan los precedentes. La jueza fue la ponente hace tres meses de un caso que culmin¨® en varapalo a Polonia. El tribunal europeo sentenci¨® que un pa¨ªs de la UE puede aplazar la entrega de un sospechoso si percibe riesgo de que no se le garantice un juicio justo en el pa¨ªs que emite la euroorden. El fallo fue un claro recado a Varsovia: se refer¨ªa al caso de un ciudadano polaco arrestado en Irlanda que se opuso a ser entregado a su pa¨ªs alegando como argumento la intervenci¨®n del Gobierno en la justicia.
En el asunto polaco, como en muchos otros, su sinton¨ªa es total con Koen Lenaerts, el reci¨¦n reelegido presidente del TJUE. Ambos desembarcaron juntos en la instituci¨®n hace 15 a?os, y ambos ocupan ahora su c¨²pula. El cargo de vicepresidente, creado hace solo seis a?os, ha sido la antesala de dos caminos opuestos: trampol¨ªn para ser futuro presidente, y premio a una larga trayectoria antes de la jubilaci¨®n. El tiempo dir¨¢ si Rosario Silva Lapuerta vuelve a ser la primera en algo o hace de la vicepresidencia su ¨²ltimo servicio.
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