Enterrado 20 a?os despu¨¦s de su asesinato Matthew Shepard, s¨ªmbolo de los derechos gais
Muerto en Wyoming en 1998 por una brutal paliza, fue v¨ªctima de uno de los cr¨ªmenes de odio m¨¢s brutales de la historia de EE UU. Sus cenizas han sido sepultadas en la catedral de Washington
Hay un bulto colgado en una cerca de madera en medio de una parcela. Es una noche helada en Laramie, un pueblo de 30.000 habitantes de la conservadora Wyoming. La oscuridad desaparece pero el bulto sigue ah¨ª. 18 horas m¨¢s tarde un ciclista descubre que lo que ¨¦l cre¨ªa que era un espantap¨¢jaros, en realidad era un hombre. Matthew Shepard, de 21 a?os, 1,58 metros de altura y apenas 48 kilos agonizaba atado a valla. Una herida en el cr¨¢neo te?¨ªa sus cabellos rubios y ba?aba su rostro de sangre. Dos j¨®venes le hab¨ªan dado una paliza con el mango de una pistola por ser homosexual. Unos d¨ªas despu¨¦s, un 12 de octubre de 1998, Shepard muri¨® en el hospital. A dos d¨¦cadas del fallecimiento que se transform¨® en un s¨ªmbolo de la lucha por los derechos de los gais en Estados Unidos, la familia enterr¨® este viernes sus cenizas en la Catedral Nacional de Washington, en una ceremonia con centenares de personas.
Russell Arthur Henderson y Aaron James McKinney, ambos de 21 a?os, fueron los que le arrebataron la vida a Shepard. Los j¨®venes se encontraron con el estudiante de primer a?o de ciencias pol¨ªticas en un bar. Se hicieron pasar por homosexuales y lo enga?aron para que se fuera con ellos hasta su camioneta. En un erial le robaron, lo golpearon y escaparon. Horas despu¨¦s, los hom¨®fobos se vieron envueltos en otro altercado a donde lleg¨® la polic¨ªa. Los asesinos salieron corriendo y abandonaron su coche donde estaba la pistola ensangrentada. Las pistas derivaron en un juicio donde ambos recibieron una condena de doble cadena perpetua. Si no se hubieran declarado culpables el castigo hubiese sido la pena de muerte.
En medio del caos emocional, los padres de Shepard no sab¨ªan qu¨¦ hacer con los restos de su hijo. Las protestas de grupos anti-homosexuales a la salida del funeral en la Iglesia Bautista de Westboro los hab¨ªa traumatizado. Tem¨ªan dejar el cuerpo en un sitio que pod¨ªa ser profanado as¨ª que lo incineraron y conservaron las cenizas en casa. En un momento pensaron esparcirlas sobre las monta?as y llanuras del pueblo, pero el hijo menor se opuso, quer¨ªa tener un lugar donde visitar a su hermano.
Apenas unos meses despu¨¦s de la tragedia, la familia cre¨® la fundaci¨®n Matthew Shepard, dedicada a financiar programas educativos y orientar a una comunidad en l¨ªnea de adolescentes que discuten temas de orientaci¨®n sexual y g¨¦nero. Un religioso ha estado muy vinculado a la fundaci¨®n: Gene Robinson, que en 2003 fue ordenado primer obispo abiertamente gay en la Iglesia Episcopal. Fue ¨¦l quien habl¨® con el decano de la Catedral Nacional de Washington para evaluar la posibilidad de que Shepard fuera enterrado ah¨ª, junto a figuras como el expresidente Woodrow Wilson, la escritora sordociega Helen Keller y cerca de 200 personalidades m¨¢s, consideradas un ejemplo para la sociedad.
Robinson presidi¨® la ceremonia de este viernes junto a la obispo episcopal de Washington, Mariann Edgar Budde. Para los padres de Shepard tiene mucho sentido que su hijo termine el recorrido terrenal en ese templo g¨®tico. De ni?o fue ac¨®lito en la iglesia episcopal local y de joven se uni¨® a la comunidad que compart¨ªa su fe en la universidad. Los religiosos esperan que la catedral se vuelva un punto de peregrinaci¨®n para la comunidad LGTB ahora que uno de sus iconos descansa ah¨ª. Aunque las cenizas estar¨¢n guardadas en una zona privada, los administradores est¨¢n pensando colocar una placa.
Shepard termina su viaje interrumpido, pero su legado trasciende. El que se considera uno de los peores cr¨ªmenes de odio contra los homosexuales en Estados Unidos cambi¨® muchas cosas, entre ellas, la ley. En 2009 el expresidente Barack Obama firm¨® la ¡°Ley para la prevenci¨®n de los delitos de odio Matthew Shepard y James Byrd, Jr.¡±, donde se ampli¨® la normativa federal de 1969 al incluir los cr¨ªmenes motivados por g¨¦nero, orientaci¨®n sexual, identidad de g¨¦nero o discapacidad de las v¨ªctimas. Pero a pesar de los avances, los padres de Matthew est¨¢n preocupados. En una entrevista al Washington Post la madre del joven alert¨® de los niveles de intolerancia que se est¨¢n viendo en la era Donald Trump y lament¨® que ¡°va a tomar muchos a?os superar lo que ha sido destruido en los ¨²ltimos dos".
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