Los pol¨ªticos rusos pierden el sentido de la realidad
Subidas de precios e impuestos ponen a prueba la paciencia de los ciudadanos
Tras avalar una depredadora reforma de las pensiones de jubilaci¨®n, los pol¨ªticos rusos recurren a gestos ret¨®ricos e imitaciones para intentar demostrar que les preocupa la ¡°justicia social¡±, un tema que est¨¢ cada vez m¨¢s presente en el sentir ciudadano. Pero el comportamiento de funcionarios y legisladores indica m¨¢s bien una progresiva p¨¦rdida del sentido de la realidad del pa¨ªs en que viven.?
Entre quienes han ¡°desconectado¡± de la realidad, figura Natalia Sokolova, hasta hace poco ministra de Trabajo y Migraci¨®n de la regi¨®n de Sar¨¢tov (en el Volga), quien trat¨® de convencer a un diputado comunista de que para satisfacer las ¡°necesidades fisiol¨®gicas m¨ªnimas¡± bastaban 3.500 rublos al mes (48 euros). Cuando el diputado la invit¨® a poner en pr¨¢ctica el experimento, la ministra contest¨® que su estatus no se lo permit¨ªa, pero sigui¨® argumentando que la suma daba de s¨ª para alimentarse durante un mes consumiendo fruta y verdura del tiempo y macarrones. La ministra, cuyos ingresos anuales eran de 2,3 millones de rublos, tuvo que dimitir tras la indignaci¨®n que provocaron sus palabras.
La semana pasada fueron los diputados de la Duma estatal de Rusia (C¨¢mara baja del Parlamento) los que protagonizaron una teatral discusi¨®n. Y todo, porque Moskovski Komsomolets (MK), un diario de gran tirada de la capital, se atrevi¨® a comparar de forma lac¨®nica los ingresos mensuales medios de un legislador (algo m¨¢s de un mill¨®n de rublos en 2017) con los ingresos mensuales medios de un ciudadano (algo m¨¢s de 32.000 rublos al mes en 2017). El diario no ment¨ªa; la informaci¨®n estaba basada en la media aritm¨¦tica de todos los ingresos anuales de los diputados, recogidos en las declaraciones fiscales del a?o pasado. El salario de los parlamentarios (parte del conjunto de los ingresos) fue entonces de 399.000 rublos brutos.
En abril, MK hab¨ªa publicado la misma comparaci¨®n de cifras, entre muchas otras, y nadie se soliviant¨® por ello. Pero el terreno es m¨¢s movedizo hoy despu¨¦s de que los diputados cruzaron una l¨ªnea roja al aprobar el pasado septiembre la ley que incrementa la edad de jubilaci¨®n. La poblaci¨®n da muestras de malestar ante las dificultades crecientes de la vida cotidiana. Han subido ya los precios del pan y del az¨²car (esto ¨²ltimo en un 50%) y se anuncia la subida de la gasolina (nuevos impuestos), el transporte y tambi¨¦n el IVA, en un 20% a partir de enero y, en consecuencia, incrementos generalizados. Los expertos pronostican un repunte de la inflaci¨®n que fue de 2,5% en 2017, y que este a?o est¨¢ prevista en 3,7%- 3,9%, siempre y cuando el cambio del rublo no oscile demasiado.
Las declaraciones de ingresos de los diputados son p¨²blicas, pero recordarlas ahora echa por tierra la operaci¨®n de imagen que hab¨ªan ideado los dirigentes del partido gubernamental Rusia Unida (RU). Para subrayar su solidaridad con el ruso de a pie, a principios de septiembre, un grupo de diputados y senadores, al frente del cual se encontraba Andr¨¦i Turchak, secretario del consejo de RU, presentaron una iniciativa legislativa que, por decirlo de alguna manera, ¡°riza el rizo¡± en torno a los complementos a las pensiones que los diputados pueden cobrar cuando se jubilan. Si un diputado ha servido en el Parlamento m¨¢s de 10 a?os, tiene derecho a complementar su pensi¨®n hasta la suma de 63.581 rublos; si el diputado ha servido menos de 10 a?os, hasta los 46.626 rublos. Esta situaci¨®n no ha cambiado, pero, seg¨²n la nueva ley, que fue aprobada la semana pasada, los diputados que deseen renunciar a sus complementos, deber¨¢n formalizar la renuncia por escrito. Antes, bastaba con que no solicitasen los complementos, si no los quer¨ªan. En resumen, se trata del mismo calcet¨ªn, visto de derecho o del rev¨¦s.
Los diputados est¨¢n nerviosos, pero en vez de abordar las causas de su malestar, buscan chivos expiatorios y la prensa es siempre ¨²til para ello. La comparaci¨®n con el ruso de la calle result¨® inc¨®moda a los legisladores, que en v¨ªsperas de una semana de trabajo en provincias junto con sus electores, la emprendieron con el peri¨®dico en el mismo pleno. Un diputado propuso querellarse contra MK, otro afirmaba que ¡°el cuarto poder¡± intentaba ¡°calumniar conscientemente al Legislativo¡±, y el jefe de la Duma, Viacheslav Volodin, cuyos ingresos anuales son de 51,3 millones de rublos, tergiversaba la informaci¨®n aparecida. MK volvi¨® a publicar los mismos datos al d¨ªa siguiente.
Mientras tanto, el ministro de Trabajo, Maksim Topilin, ha dicho que el sueldo medio de los rusos se ha incrementado pr¨¢cticamente en un 11% en lo que va de a?o, pero los economistas acusan al ministro de manipular los conceptos estad¨ªsticos y hacen hincapi¨¦ en la necesidad de distinguir ¡°ingresos¡± y ¡°sueldos¡±, y tambi¨¦n el concepto de ¡°nominal¡± y ¡°real¡±. En septiembre, los ingresos reales de los rusos descendieron en 1,5% en relaci¨®n a septiembre de 2017 y en agosto la ca¨ªda hab¨ªa sido del 0,9%. En el conjunto de los ¨²ltimos cuatro a?os, los ingresos reales de la poblaci¨®n disminuyeron un 11%.
Seg¨²n Yevgueni Gontmajer, profesor de la Escuela Superior de Econom¨ªa y miembro del grupo de expertos Di¨¢logo Europeo, resulta una paradoja que el ministro Topilin detecte un ¡°aumento sin precedentes¡± de los sueldos. mientras las estad¨ªsticas muestran el descenso los ingresos reales de la poblaci¨®n. El aumento medio de los sueldos viene de las inyecciones financieras, sobre todo a principios de a?o, antes de las elecciones presidenciales de marzo, que estaban destinadas a cumplir las promesas electorales de 2012, viene tambi¨¦n de los grandes encargos del Estado a la industria militar y de la exportaci¨®n de gas y petr¨®leo. Sin embargo, el aumento de impuestos y precios hace pensar que ¡°las autoridades se preparan claramente para vivir en una fortaleza asediada donde los ¡°jefes¡±, como en el bloqueo de Leningrado, gozar¨¢n comiendo bizcocho mojado en ron, y el resto tendr¨¢n que contentarse con una pobre raci¨®n¡±.
La historia y la cultura rusa nos dan ejemplos muy diversos sobre c¨®mo reacciona el ruso de a pie ante el sentimiento de injusticia social
¡°A esto se a?adir¨¢ la limitaci¨®n del internet, la introducci¨®n de limitaciones para viajar al extranjero, la ¡°desdolarizaci¨®n¡± en sus formas m¨¢s rapaces¡±, se?ala Gontmajer, seg¨²n el cual aumentan r¨¢pidamente las posibilidades de que" estas perspectivas, que no contemplan ¡°ning¨²n aumento de los sueldos¡± se hagan realidad.
La historia y la cultura rusa nos dan ejemplos muy diversos sobre c¨®mo reacciona el ruso de a pie ante el sentimiento de injusticia social. El espectro va desde el odio popular en la revoluci¨®n de 1917 a un ilustrativo cuento de Ant¨®n Ch¨¦jov titulado Rasmasni¨¢ (traducible por La cobarde). En este cuento, un adinerado se?or decide gastarle una broma a la institutriz de su hijo y, con m¨²ltiples pretextos, le va descontando cantidades de su exiguo sueldo, sin que la mujer se atreva a contestar. Asombrado ante la resignaci¨®n de la institutriz, que incluso da las gracias al recibir la miserable cantidad que le ha quedado tras m¨²ltiples descuentos, el patr¨®n le pregunta a su empleada c¨®mo es posible tener tanta paciencia ante un robo tan descarado. La respuesta de la mujer fue muy sencilla: otros patronos ni siquiera le daban la cantidad que ahora recib¨ªa.
El cuento concluye con una moraleja ¡°!Es f¨¢cil ser fuerte en este mundo!¡± ¡°?Acaso se puede ser tan cobarde?¡±.Ch¨¦jov escribi¨® el relato en 1883 y ha llovido mucho desde entonces, pero en la memoria hist¨®rica de los rusos est¨¢ arraigada la idea de que el intento de corregir una situaci¨®n mala puede provocar otra peor. En el siglo XXI ser¨ªa deseable una tercera v¨ªa, sin sangre y sin miedo. Bas¨¢ndose en sondeos sociol¨®gicos recientes, Gontmajer opina que ¡°la sociedad rusa est¨¢ viva y no dar¨¢ la posibilidad de que la transformen en una Corea del Norte light¡±.
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