La serena colonia brit¨¢nica
Curtidos en disputas soberanistas, en Gibraltar asisten a las negociaciones entre la resignaci¨®n y la preocupaci¨®n
El diablo est¨¢ en los detalles reza un viejo refr¨¢n anglosaj¨®n. Hay quien invoca ese dicho, preocupado por c¨®mo los m¨¢s de 14.000 trabajadores transfronterizos (8.700 de ellos espa?oles, seg¨²n Gibraltar) se ver¨¢n afectados por los acuerdos en torno al Brexit. Y hay quien cree, resignado, asistir a un teatro con tintes electorales.
A la sombra del Pe?¨®n, el d¨ªa a d¨ªa sigue su curso con apariencia de normalidad. ¡°El marco normativo cambiar¨¢ y hay que reinventarse de la noche a la ma?ana. Hay incertidumbre y temor sobre c¨®mo afectar¨¢ a la vida diaria. Pero lo estamos llevando con una madurez y serenidad ejemplar. El pueblo no se ha metido deprimido en un boquete y eso es de agradecer¡±, reconoce un exministro gibraltare?o que prefiere que no se cite su nombre.
Y eso que lo que ocurri¨® en Gibraltar en junio de 2016 no fue nada f¨¢cil de asumir para sus m¨¢s de 33.000 habitantes. El 95% de ellos vot¨® a favor de permanecer en la UE y, con el Brexit confirmado, han tenido m¨¢s de dos a?os para asumir que su salida de la Uni¨®n Europea depende de unas negociaciones muy complicadas.
El propio ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, hab¨ªa manifestado su optimismo por los acuerdos que regir¨¢n las relaciones bilaterales en cuestiones concretas como el paso de la frontera, el medio ambiente o el precio del tabaco. De ah¨ª el temor suscitado esta semana ante la amenaza de veto al acuerdo por parte espa?ola.? Para Loren Peri¨¢?ez, vicepresidente del Grupo Transfronterizo sobre Gibraltar, ¡°Espa?a ten¨ªa que dar la imagen de estar peleando¡±.
Las palabras del presidente espa?ol sobre la posibilidad futura de hablar con Reino Unido de la ¡°cosoberan¨ªa¡± auguran una nueva escalada dial¨¦ctica con Gibraltar. Este mismo s¨¢bado Picardo aseguraba que no habr¨¢ declaraci¨®n espa?ola que pueda cambiar la soberan¨ªa brit¨¢nica del Pe?¨®n.
En el Grupo Transfronterizo prefieren mantenerse al margen de cuestiones pol¨ªticas, pero recuerdan las consecuencias pr¨¢cticas de las negociaciones. ¡°Mientras los partidos hablan en clave electoral, la ciudadan¨ªa percibe m¨¢s inseguridad. Todo lo de arriba tiene consecuencias a nivel humano¡±, reconoce el sindicalista gibraltare?o y presidente del grupo, Lionel Chipolina. Por su parte, Peri¨¢?ez aporta un ejemplo: ¡°La libra ha perdido valor estos dos a?os y eso es malo para los trabajadores espa?oles porque pierden poder adquisitivo. Espero que con el desbloqueo de Espa?a, la libra suba ma?ana¡±.
Es el fr¨¢gil equilibrio al que se ven sometidos los empleados del Campo de Gibraltar y el que provoca el temor con el que, desde 2016, convive Inmaculada, una limpiadora de La L¨ªnea que cada d¨ªa cruza la frontera para trabajar en nueve casas. Cobra 10 libras (11,3 euros) la hora, aunque no est¨¢ dada de alta en la Seguridad Social y est¨¢ preocupada por su situaci¨®n cuando el Brexit se materialice. ¡°Es una incertidumbre. No creo que lleguemos al cierre de la frontera de 1969, pero ah¨ª est¨¢ la duda¡±, reconoce mientras atraviesa el paso.
La trabajadora alude al cierre decretado por el dictador Francisco Franco entre 1969 y 1982. El gibraltare?o Humberto Aguilera, de 69 a?os, es a¨²n m¨¢s pesimista: ¡°Confiamos en el Gobierno ingl¨¦s porque el espa?ol no tiene miramiento ninguno. Como lo hicieron con Franco, lo hacen de nuevo. Son el mismo perro con distinto collar [en referencia al cambio del PP al PSOE]¡±.
A pocos pasos, Kyle Sivers, nacido en el Pe?¨®n hace 30 a?os, tambi¨¦n censura la actitud de Espa?a. ¡°En el Gobierno son unos agresivos. Esa actitud no conviene a nadie. Solo hay que ver lo que est¨¢ ocurriendo en Catalu?a. Si no fuese por nosotros, de C¨¢diz a M¨¢laga se morir¨ªan de hambre¡±, tercia antes de continuar su paseo. La vida sigue su curso en Gibraltar, pese a la desconfianza y la resignaci¨®n. ¡°Tenemos que confiar en que los negociadores est¨¦n en lo cierto. Luego veremos qu¨¦ acuerdan. El demonio est¨¢ en los detalles. Son aguas desconocidas hasta para quien lleva el tim¨®n¡±, zanja sombr¨ªo Chipolina.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Brexit
- Conflicto Gibraltar
- Campo de Gibraltar
- Refer¨¦ndum UE
- Euroescepticismo
- Comarcas
- Elecciones europeas
- Uni¨®n pol¨ªtica europea
- Provincia C¨¢diz
- Administraci¨®n comarcal
- Refer¨¦ndum
- Andaluc¨ªa
- Elecciones
- Relaciones internacionales
- Uni¨®n Europea
- Ideolog¨ªas
- Organizaciones internacionales
- Espa?a
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Gibraltar
- Europa occidental
- Europa
- Reino Unido