L¨®pez Obrador muestra hasta el ¨²ltimo rinc¨®n de Los Pinos
El nuevo presidente mexicano exhibe el estilo de vida de los exmandatarios al abrir la residencia presidencial al p¨²blico
Dos polic¨ªas militares abren la reja de la residencia presidencial de Los Pinos y durante unos segundos la gente que espera afuera duda sobre si puede entrar. Este s¨¢bado, el Gobierno mexicano, encabezado por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ha abierto al p¨²blico la que durante 84 a?os ha sido la casa oficial de los presidentes mexicanos. Hasta ahora, entrar a alguno de los seis edificios del complejo hab¨ªa sido un privilegio limitado para los expresidentes, sus familias y sus equipos de trabajo. ¡°No hab¨ªa entrado a las habitaciones, vigilabamos el edificio por fuera¡±, cuenta una polic¨ªa militar que tiene la renovada misi¨®n de cuidar las instalaciones durante las visitas de los ciudadanos.
La lavander¨ªa en el s¨®tano de una de las casas todav¨ªa huele a jab¨®n. El expresidente Enrique Pe?a Nieto y su familia dejaron la residencia hace m¨¢s de una semana, pero fue hasta la noche del viernes cuando entreg¨® las llaves del recinto al nuevo Gobierno. Pe?a Nieto tuvo como ¨²ltimo visitante al rey Felipe VI de Espa?a, con el que convers¨® en las ¨²ltimas horas de su administraci¨®n en una de las habitaciones de la casa. Esta ma?ana cientos de personas pudieron entrar a esa misma sala donde cuelga una pintura de Jos¨¦ Mar¨ªa Velasco. ¡°Nunca pens¨¦ que iba a tener la oportunidad de recorrer las habitaciones y pasillos donde se ha formado mucha de la historia del pa¨ªs¡±, comenta Juan Carlos Melgar, que en su rutina para correr en el Bosque de Chapultepec se ha acercado a la casa presidencial al ver el port¨®n abierto.
La alta seguridad para ingresar al complejo se ha relajado y los visitantes pueden entrar a casi todos los rincones en los que los expresidentes mexicanos, desde L¨¢zaro C¨¢rdenas (1934-1940), han vivido y trabajado. En la entrada principal, la Secretar¨ªa de Cultura ha instalado un arreglo floral con la leyenda ¡°Bienvenido pueblo de M¨¦xico a Los Pinos¡±. La apertura de la residencia ha servido tambi¨¦n para saciar la curiosidad de los visitantes. ¡°Quiero ver las cortinas car¨ªsimas que dicen que puso Vicente Fox¡±, dice una se?ora mientras sube las escaleras de la casa Miguel Alem¨¢n. Con tel¨¦fono en mano, algunas personas retratan o graban en v¨ªdeo las habitaciones, casi todas, vac¨ªas. Una cocina minimalista, una sala de cine y el b¨²nker de Felipe Calder¨®n han llamado la atenci¨®n de los visitantes. ¡°Mira nada m¨¢s, hasta cine ten¨ªan aqu¨ª¡±, comenta un joven al acceder al s¨®tano.
El que hasta el viernes era el despacho del presidente ahora parece una sala de museo. De casi todas las paredes han desaparecido las obras de arte que anteriormente adornaban la casa. Las pinturas han sido devueltas a la colecci¨®n de la Secretar¨ªa de Hacienda, que hist¨®ricamente ha resguardado las obras de arte propiedad de la naci¨®n. En algunos muros est¨¢n pinturas de Miguel Hern¨¢ndez Urb¨¢n, Luis Nishizawa Flores, David Alfaro Siqueiros y Ernesto Icaza. Para la apertura de la residencia, el Gobierno de L¨®pez Obrador organiz¨® una serie de conciertos musicales encabezados por la orquesta de la Escuela Carlos Ch¨¢vez. La Secretar¨ªa de Cultura definir¨¢ en las pr¨®ximas semanas el uso art¨ªstico del recinto y la museograf¨ªa del complejo. ¡°Se integrar¨¢ al Bosque de Chapultepec para convertirse en uno de los espacio m¨¢s interesantes del mundo para el arte y la cultura¡±, dijo L¨®pez Obrador sobre la residencia en su primer discurso como presidente.
En el garage de la residencia hay cinco autom¨®viles antiguos: desde Miguel Alem¨¢n hasta Vicente Fox los ic¨®nicos veh¨ªculos aguardan su exhibici¨®n. A las puertas de la residencia, los polic¨ªas militares miran con incredulidad la gran cantidad de gente que se ha acercado desde la estaci¨®n de metro m¨¢s cercana para entrar por primera vez al complejo. ¡°Nunca en mi vida pens¨¦ que iba a vender nieves en las puertas de Los Pinos¡±, dice Mar¨ªa Elena Flores, vendedora de helados y nieves desde 1966, que se ha plantado con un modesto carrito en la entrada principal de la antigua casa presidencial.
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