El z¨®calo de M¨¦xico, un ca?¨®n de esperanza para Am¨¦rica Latina
La plaza m¨¢s grande del continente se vuelca con L¨®pez Obrador, que abruma con un centenar de propuestas
El diccionario de la Real Academia Espa?ola (RAE) define esperanza como un estado de ¨¢nimo ¡°que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea¡±.M¨¢s terrenales fueron palabras como ¡°pueblo¡±, ¡°dignidad¡± o ¡°corrupci¨®n¡± que levantaron a la gente de las sillas y los anim¨® a mover banderitas con los ojos muy abiertos cuando habl¨® Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador.
M¨¢s abajo a¨²n, sobre la asfalto del z¨®calo de Ciudad de M¨¦xico, la ¡°esperanza¡± es una vendedora de empanadas de 70 a?os del barrio de Iztapalapa, que lleva cuatro horas bajo el sol con un cartel con una frase de Salvador Allende sobre la lucha y los principios que nadie lee. O Carlos, que lleg¨® de Michoac¨¢n con su hijo para mostrarle la llegada de un ¡°cambio hist¨®rico¡± y al que se le humedecen los ojos al ver a L¨®pez Obrador pronunciar frases como: ¡°Por el bien de todos, primero los pobres,¡±. O Meche y su madre, que hoy recuerdan juntas que en 2006 pasaron muchos d¨ªas acampando en esta misma plaza en protesta por lo que consideraban un robo electoral.
12 a?os despu¨¦s de aquello, unas 130.000 personas (seg¨²n Seguridad P¨²blica de la CDMX) se reunieron en el z¨®calo de la capital para darle la raz¨®n al diccionario. Esta vez la esperanza no se levanta despu¨¦s de una tragedia nacional y la plaza m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina se convirti¨® en un ca?¨®n de optimismo que dispara confeti al continente.
Para Jacinto, ind¨ªgena zapoteco de piel arrugada color caf¨¦, la palabra ¡°esperanza¡± fue ver a su nuevo presidente recibir el bast¨®n de mando y dejarse ahumar por el copal en un ritual de respeto a los pueblos originarios, nunca antes visto en el pa¨ªs. Antes de ir a presentar sus respetos al cardenal, L¨®pez Obrador se arrodill¨® ante los antiguos dioses y se comprometi¨® a ¡°mandar obedeciendo¡± mientras un cham¨¢n hac¨ªa sonar la caracola. A ellos les anunci¨® que ¡°a partir de ahora los ind¨ªgenas ser¨¢n prioritarios en todos los programas sociales del Estado¡±.
M¨¦xico cierra su a?o m¨¢s sangriento desde la Revoluci¨®n y es humillado cada d¨ªa por los tuits del presidente estadounidense Donald Trump que los llama "flojos" y "delincuentes. Sin embargo, una poderosa sensaci¨®n de optimismo y amor propio se apoder¨® del coraz¨®n de una capital que hiperventil¨® la noche del s¨¢bado con la irrupci¨®n de un est¨ªmulo de 65 a?os y pelo blanco que arrastra los pies al caminar, pero que llen¨® la plaza de familias, universitarios y maestros que creen, como dice la RAE, que ¡°es posible alcanzar lo que se desea¡±.
¡°Es emocionante. Pens¨¦ que nunca llegar¨ªa a verlo con la banda presidencial y que no le dejar¨ªan llegar pero ahora estamos de pie y M¨¦xico no tiene un presidente sino un l¨ªder¡±, resumi¨® Camila Ba?os de 42 a?os, llegada de Hidalgo.
Durante casi dos horas L¨®pez Obrador ley¨® 100 propuestas, que inclu¨ªan el aumento a las pensiones, la creaci¨®n de 100 universidades, grandes obras p¨²blicas y sus planes de austeridad. Entre otras novedades desde el lunes ¡°todos los contratos p¨²blicos que se firmen estar¨¢n supervisados por la ONU¡±, alarde¨® en se?al de transparencia.
La mayor¨ªa de quienes escuchaban cre¨ªan formar parte de una p¨¢gina de la historia en la que se escucharon frases como ¡°vamos a tener un sistema de salud como el de los pa¨ªses n¨®rdicos¡± o ¡°el cambio de M¨¦xico ser¨¢ ordenado pero profundo y radical¡±. Otras m¨¢s peculiares anunciaron que ¡°los funcionarios no estacionar¨¢n en lugares prohibidos¡± o que, ¡°se tratar¨¢ con amabilidad a los ciudadanos en las oficinas p¨²blicas a partir de ahora¡±.
L¨®pez Obrador se gust¨® donde m¨¢s c¨®modo se siente, en la plaza p¨²blica, y se retrat¨® en cada frase como un fen¨®meno puramente mexicano salido de una madre cat¨®lica y un poeta que escribi¨® sobre los hermosos paisajes de Tabasco y lo impuls¨® a la lucha.
Su ideario pol¨ªtico se forj¨® en el idealismo tropical y la pol¨ªtica real de la Ciudad de M¨¦xico, de donde fue alcalde. Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os, el hombre que anuncia la llegada de una transformaci¨®n similar a la Independencia, la Reforma o la Revoluci¨®n ha recorrido los m¨¢s de 2.500 municipios del pa¨ªs y este s¨¢bado recogi¨® una cosecha que florece junto a los afectos.
Millones de personas se sienten identificados con un presidente que utiliza refranes de abuelo, que se mueve en utilitario, que vivir¨¢ en su misma casa, que no quiere escolta y que hace promesas, aparentemente, muy simples: ¡°No mentir, no robar y no traicionar¡±.
L¨®pez Obrador empez¨® con la luz del d¨ªa ¡ªa un costado se ve¨ªan los impresionantes volcanes el Popo y el Izta¡ª y termin¨® de noche. Lo m¨¢s aplaudido por los miles de personas que lo escucharon fue ¡°el fin de la pensi¨®n para los expresidentes¡±, ¡°recuperar el petr¨®leo como hizo el general C¨¢rdenas¡± o ¡°investigar la desaparici¨®n de los 43 estudiantes de Ayotzinapa¡±, clam¨® con el bast¨®n de mando ind¨ªgena en la mano. Tres amigos, estudiantes de biolog¨ªa de la UNAM, sacaron las manos de los pantalones para aplaudir su promesa de que no habr¨¢ fracking, ni semillas transg¨¦nicas.
Cuando termin¨® de hablar empez¨® una fiesta popular con m¨²sica y poes¨ªa. Pocos eran capaces de recordar alguno de los cien puntos detallados pero en al aire sobrevolaba la sensaci¨®n de estar participando en una aventura m¨¢s ambiciosa hacia ¡°un M¨¦xico nuevo, m¨¢s democr¨¢tico y equitativo¡±.
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