Argentina reduce los l¨ªmites de la polic¨ªa para disparar
Un nuevo protocolo para las fuerzas federales deja de lado la voz de alto y permite el uso de armas sin agresi¨®n previa
Hace exactamente un a?o, el polic¨ªa Luis Iscar Chocobar dispar¨® siete veces por la espalda a un hombre que hu¨ªa tras asaltar y apu?alar a un turista estadounidense. El turista sobrevivi¨®. El ladr¨®n, de 18 a?os, muri¨® poco despu¨¦s. Chocobar se convirti¨® entonces en protagonista de un debate nacional sobre los l¨ªmites del uso de la fuerza letal por parte de la polic¨ªa. Mientras el presidente Mauricio Macri recibi¨® al agente en la Casa Rosada como un h¨¦roe, un juez lo proces¨® por ¡°uso excesivo de la leg¨ªtima defensa¡±. El caso Chocobar dividi¨® a los argentinos entre los que piden ¡°mano dura¡± contra la delincuencia y los que se oponen a entregar un cheque en blanco para la polic¨ªa. El Gobierno ratific¨® el lunes de qu¨¦ lado est¨¢ con un nuevo protocolo para el uso de armas de fuego que permite a los uniformados disparar sin dar la voz de alto ni agresi¨®n previa.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, firm¨® el nuevo reglamento el 27 de noviembre, pero esper¨® para su difusi¨®n p¨²blica al lunes que sigui¨® a la celebraci¨®n de la cumbre del G20 en Buenos Aires. Durante el evento de presidentes, la ministra blind¨® la capital argentina con un despliegue de fuerzas sin precedentes. Como resultado no hubo un solo incidente. El nuevo protocolo, llamado Reglamento General para el Empleo de Armas de Fuego, se conoci¨® en un clima de ¨¦xito que, sin embargo, no alcanz¨® para neutralizar la pol¨¦mica.
El uso de armas letales es v¨¢lido en ¡°defensa propia o de otras personas, en caso de peligro inminente de muerte o de lesiones graves¡± o ¡°para impedir la comisi¨®n de un delito particularmente grave¡±, dice el texto. Hasta aqu¨ª no difiere demasiado del que estaba vigente. El problema surge cuando se extiende el mismo principio a ¡°cuando se presuma veros¨ªmilmente que el sospechoso pueda poseer un arma letal¡± o ¡°cuando efectuase movimientos que indiquen la inminente utilizaci¨®n de un arma¡±. Sobre la voz de alto, el texto aclara que no ser¨¢ necesaria ¡°cuando resultare ello evidentemente inadecuado o in¨²til, dadas las circunstancias del caso¡±.
La ministra Bullrich dijo que el protocolo s¨®lo pone negro sobre blanco en situaciones donde los polic¨ªas optan por no actuar por el temor a ir presos. Y puso como ejemplo el caso Chocobar. ¡°La sociedad va a tener claro d¨®nde est¨¢ el bien y d¨®nde el mal¡±, dijo Bullrich. ¡°Si los reglamentos de usos de las armas de fuego son como el que dimos, claros y transparentes, vamos a tener una sociedad ordenada¡±, agreg¨®. El ministro de Interior, Rogelio Frigerio, neg¨® que el texto suponga una ¡°licencia para matar¡± otorgada a los polic¨ªas. ¡°Es aclarar un poco la forma en la que se tienen que manejar las fuerzas de seguridad frente a un riesgo de vida. Es lo que ocurre en la gran mayor¨ªa de los pa¨ªses del mundo, no es algo que hemos inventado nosotros¡±, dijo.
La seguridad es un viejo reclamo de la sociedad Argentina, pero no es ahora el principal. La ¨²ltima encuesta de la consultora Isonom¨ªa destaca la preocupaci¨®n ciudadana por los problemas econ¨®micos, la corrupci¨®n, la inflaci¨®n y la desocupaci¨®n (en ese orden). La inseguridad est¨¢ en quinto lugar. Sucede que m¨¢s all¨¢ del debate p¨²blico, que se alimenta con casos m¨¢s o menos medi¨¢ticos, la tasa de homicidio en Argentina est¨¢ lejos de ser las peores de la regi¨®n. Seg¨²n datos del Ministerio de Seguridad difundidos en junio, 2017 cerr¨® con una tasa de 5.2 muertes violentas cada 100.000 habitantes, la segunda m¨¢s baja del continente despu¨¦s de Chile, con 3,5. En el otro extremo est¨¢ Venezuela, con 89 homicidios cada 100.000 habitantes.
El nuevo protocolo, como era de esperar, mereci¨® el rechazo de distintas organizaciones de Derechos Humanos. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, lo consider¨® ¡°nefasto¡± y acus¨® de Bullrich de ¡°legalizar la muerte¡±. La Correpi, una ONG que trabaja contra los excesos policiales, dijo que el nuevo reglamento ¡°es un resumen de las principales excusas utilizadas por miembros de las fuerzas de seguridad en su defensa cuando son juzgados por el fusilamiento de personas¡±.
El protocolo no es una ley sino un reglamento interno de las fuerzas de seguridad federales. Pero tendr¨¢ efectos sobre las decisiones de los jueces, que escuchar¨¢n c¨®mo los polic¨ªas se amparan ahora en un concepto ampliado de ¡°cumplimiento del deber¡±. ¡°El Gobierno trata de marcarles la cancha a los jueces para las interpretaciones que puedan hacer caso por caso. Para adentro de las fuerzas es un mensaje problem¨¢tico, porque dice ¡®ustedes act¨²en como lo vienen haciendo y no tendr¨¢n problemas con la justicia¡±, dice el coordinador del equipo de Seguridad Democr¨¢tica del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Manuel Truf¨®. La legislaci¨®n argentina solo permite disparar en leg¨ªtima defensa ¡ªesto es si el ladr¨®n tiene una pistola y est¨¢ amenazando con usarla¡ª o para impedir que el delincuente agreda a alguien.
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