Una agente rusa se declara culpable de influir en la campa?a electoral de 2016 en EE UU
Maria Butina se infiltr¨® en c¨ªrculos conservadores para influenciar a republicanos poderosos mientras serv¨ªa a la inteligencia rusa
Con ligero acento, Maria Butina se ha declarado este jueves en un tribunal federal de Washington ¡°culpable¡± de conspiraci¨®n como agente del Kremlin en Estados Unidos. La mujer rusa estuvo infiltrada en las altas esferas de la pol¨ªtica conservadora norteamericana desde 2015 hasta su detenci¨®n en julio de 2018. Butina, 30 a?os, se enfrenta a un m¨¢ximo de cinco a?os de prisi¨®n, aunque la sentencia no se dictar¨¢ de forma inmediata.
Su cooperaci¨®n con las autoridades federales puede reducir la pena considerablemente, desde seis meses a ninguno en prisi¨®n. Es muy probable que sea deportada una vez haya cumplido la sentencia que se le imponga.
Su declaraci¨®n de culpabilidad supone la admisi¨®n de conspirar con un estadounidense, supuestamente un influyente consultor del Partido Republicano llamado Paul Erickson, para, bajo las ¨®rdenes de Mosc¨², establecer canales de comunicaci¨®n secretos entre ¡°pol¨ªticos estadounidenses¡± con el fin ¨²ltimo de beneficiar a la Federaci¨®n Rusa, seg¨²n el acuerdo al que ha llegado con el tribunal. Butina deber¨¢ ahora aportar pruebas contra el hombre con quien trabaj¨® de forma cercana y con el que mantuvo una relaci¨®n rom¨¢ntica (se ha conocido una visita de ¨¦l a Mosc¨² en 2013). Erickson es un antiguo consejero del Partido Republicano que dirigi¨® la campa?a presidencial de Pat Buchanan en 1992.
Butina trabaj¨®, supuestamente, bajo las ¨®rdenes de un alto funcionario del Gobierno ruso, Alexander Torshin, quien ocupaba un alto puesto en el Banco Central ruso, y se benefici¨® de la ayuda econ¨®mica de un oligarca multimillonario cercano al Kremlin a quien llamaba su ¡°financiador¡±, seg¨²n informaron fiscales federales tras su detenci¨®n en julio.
La joven pidi¨® 125.000 d¨®lares a un multimillonario ruso con el objetivo de procurar conexiones con l¨ªderes republicanos a trav¨¦s de una red de contactos en la poderosa Asociaci¨®n Nacional del Rifle (NRA, siglas en ingl¨¦s) y grupos religiosos conservadores, entre ellos los organizadores del Desayuno de Oraci¨®n Nacional, siempre seg¨²n la fiscal¨ªa. ¡°La campa?a encubierta de influencia por parte de la acusada involucr¨® planificaci¨®n, coordinaci¨®n internacional y preparaci¨®n significativas¡±, dijeron.
Las actividades de la mujer rusa se sumaban a los ya conocidos esfuerzos de Mosc¨² para influir en la campa?a presidencial de 2016, que dio la victoria a Donald Trump frente a Hillary Clinton, mediante una sofisticada estrategia de difusi¨®n de propaganda y de informaci¨®n robada.
El abogado de la joven, Robert N. Driscoll, intent¨® distanciar a su clienta de la injerencia de Mosc¨² en las elecciones de 2016 enfatizando que Butina no ha sido acusada por el fiscal especial que investiga el caso, Robert S. Mueller, y que no debe ser agrupada bajo el mismo paraguas que la docena de ciudadanos rusos acusados de infiltrar los ordenadores de organizaciones dem¨®cratas o de utilizar ilegalmente las redes sociales para intentar influir en la elecci¨®n. ¡°Butina no actu¨® como agente en ninguno de estos temas serios o relevantes¡± que involucran la relaci¨®n entre Estados Unidos y Rusia, dijo Driscoll. ¡°No tiene nada que ver con Mueller¡±.
Desde al menos 2015, cuando lleg¨® a EE UU con un visado de estudiante bajo el pretexto falso de que cursaba un m¨¢ster en Washington, el objetivo de Butina era infiltrarse en el aparato pol¨ªtico estadounidense. Con sus contactos en la NRA, por ejemplo, logr¨® hablar brevemente en un acto en 2015 con Donald Trump, entonces solo candidato electoral, sobre su visi¨®n de la pol¨ªtica exterior estadounidense.
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