Las mil y una bajas de la Casa Blanca de Trump

El secretario de Interior, Ryan Zinke, dejar¨¢ su cargo a finales de a?o asediado por las investigaciones sobre posibles conflictos de intereses con sus negocios privados. El jefe de gabinete de Donald Trump, John Kelly, ya tiene sustituto tras meses de rumores de mala relaci¨®n con el presidente. El fiscal general, Jeff Sessions, dimiti¨® en noviembre forzado por el mandatario. La embajadora ante Naciones Unidas, Nikki Haley, sin embargo, se va por su propio pie. Son solo tres de las ¨²ltimas bajas conocidas. Entre despidos, renuncias voluntarias y defenestraciones, la Casa Blanca de Trump acumula m¨¢s de 30 adioses en dos a?os. No se recuerda una ratio de mortalidad tan elevado en otra Administraci¨®n.

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Ha habido salidas sonadas, como el despido de la asesora y estrella televisiva Omarosa Manigault, en diciembre de 2017, el del director del FBI, James Comey, en mayo de ese mismo a?o, o la reciente dimisi¨®n forzada de Sessions. Algunas, han sorprendido por lo inmediatas, como la de Anthony Scaramucci, despedido tan solo 10 d¨ªas despu¨¦s de asumir el cargo como director de Comunicaci¨®n. Y otras, han resultado misteriosas, como el inesperado adi¨®s de Nikki Haley en la ONU, que se har¨¢ efectivo a finales de a?os alegando motivos personales.

Pero lo que le queda claro a cualquier persona que venga a Washington a trabajar para Donald Trump es que no le conviene firmar contratos de alquiler de larga duraci¨®n y debe pens¨¢rselo bien antes de colgar los cuadros. El cese de John Kelly, comunicado hace una semana, resulta el m¨¢s relevante de esta ¨²ltima oleada de cambios desatada tras las elecciones legislativas de noviembre. El presidente anunci¨® el viernes por la noche un sustituto de car¨¢cter interino, el actual director de presupuesto, Mick Mulvaney.

"Ha sido escogido porque al presidente le gusta, se llevan bien", explicaron fuentes del Gobierno. Tiene 51 a?os fue el encargado de presentar y defender el primer presupuesto de la Administraci¨®n de Trump, que marc¨® en 2017 un giro radical con el gran aumento del gasto militar y el recorte en ayuda exterior y pol¨ªtica ambiental. Trump tambi¨¦n ha valorado su experiencia en el Capitolio, ya que fue congresista republicano por Carolina del Sur, en un momento en el que se abre una nueva etapa para la Administraci¨®n, que ya no contar¨¢ con una mayor¨ªa conservadora en la C¨¢mara baja.

Se trata de un perfil muy diferente al de Kelly, un general condecorado que lleg¨® al universo Trump como consejero de Seguridad Nacional, pero se convirti¨® en jefe de gabinete despu¨¦s del primer semestre de Gobierno. Su misi¨®n fue poner orden en la Casa Blanca: defenestr¨® a agitadores, trat¨® de mejorar la relaci¨®n con los legisladores republicanos e intent¨® filtrar las visitas al presidente. Pero el papel de Kelly se fue diluyendo con el paso del tiempo y los rumores de su marcha llevaban ya meses circulando, al igual de la imagen de una presidencia ca¨®tica.

La sustituci¨®n del general tambi¨¦n ha generado esa sensaci¨®n. El presidente hab¨ªa barajado diferentes nombres para reemplazar al general. Su primera opci¨®n, que seg¨²n la prensa estadounidense era Nick Ayers, un asesor del vicepresidente Mike Pence de 36 a?os, rechaz¨® p¨²blicamente esta posibilidad advirtiendo de que dejaba la Administraci¨®n a finales de a?o. Otra baja. La idea de que no mucha gente quer¨ªa asumir tal trabajo corri¨® como la p¨®lvora, hasta el punto que el propio Trump recalc¨® en Twitter el viernes por la noche: ¡°Que conste: MUCHA gente quer¨ªa el puesto de jefe de gabinete¡±.

En el Washington de 2018, el presidente tiene que salir a desmentir que nadie quiere ocupar una de las plazas m¨¢s importantes de la Administraci¨®n.