Corbyn anuncia una moci¨®n para reprobar a May en el Parlamento por su gesti¨®n del Brexit
La decisi¨®n de la primera ministra de posponer a mediados de enero la votaci¨®n sobre el acuerdo de salida de la UE ha generado rechazo en la oposici¨®n y parte de su partido
Jeremy Corbyn ha dado con la soluci¨®n para presentar una moci¨®n de censura contra Theresa May sin asumir los riesgos que conlleva una medida parlamentaria tan dr¨¢stica. El l¨ªder del laborismo anunci¨® este lunes el registro en la C¨¢mara de los Comunes de una moci¨®n ¡°personal¡± contra la primera ministra por haber retrasado la votaci¨®n del acuerdo del Brexit. Al no dirigirla espec¨ªficamente contra el Gobierno, aunque saliera adelante ¡ªy las posibilidades son altas¡ª no acarrear¨ªa obligatoriamente el adelanto de las elecciones generales.
Corbyn juega a dos bandas. Busca dar espacio a May para que se incinere ella sola, con la inestimable ayuda de la oposici¨®n interna de su partido, y a la vez contentar a un importante sector del laborismo que le reclama dar ya el golpe definitivo.
La moci¨®n presentada, que vendr¨ªa a equivaler a una reprobaci¨®n, no tendr¨ªa las consecuencias que la Ley de Mandatos de T¨¦rmino Fijo de 2011 estableci¨®, la convocatoria anticipada de elecciones generales. El texto legal deja claro que, para provocar ese resultado, la moci¨®n debe retirar la confianza en ¡°el Gobierno de Su Majestad¡±, y fue aprobado para acabar con la confusi¨®n que provocaron mociones anteriores.
En cualquier caso, el movimiento pol¨ªtico podr¨ªa resultar devastador. En primer lugar porque fuentes laboristas ya han advertido de que si la moci¨®n no es votada hoy mismo, ir¨¢n un paso m¨¢s adelante y presentar¨¢n una moci¨®n de censura convencional. Pero sobre todo, porque ya cuenta con el respaldo de los nacionalistas escoceses y de los liberales-dem¨®cratas, y porque apenas ha pasado una semana desde que 117 diputados conservadores dejaron claro en una votaci¨®n interna que hab¨ªan perdido la confianza en May.
Est¨¢ por ver que el laborismo cumpla sus amenazas. Al no tener la condici¨®n de una moci¨®n convencional, queda en manos del Gobierno fijar la fecha para su votaci¨®n, o incluso decidir si tal votaci¨®n tiene o no lugar. Corbyn siempre podr¨ªa introducir el texto en pleno en los ¡°d¨ªas de la oposici¨®n¡±, que son las sesiones asignadas en el Parlamento al segundo partido para que introduzca temas de debate a su elecci¨®n. Y eso no tendr¨ªa que ser inmediatamente, sino que se podr¨ªa retrasar a las primeras semanas de enero.
El objetivo pol¨ªtico de Corbyn, en cualquier caso, se alcanzar¨ªa. Un Gobierno que no se atreve a someter a la confianza de la C¨¢mara a su primera ministra no es digno de la confianza del Parlamento, concluyen los laboristas. Apuestan sobre seguro.
May hab¨ªa intentado frenar la jugada en su intervenci¨®n de este lunes, al poner fecha a la votaci¨®n del acuerdo del Brexit alcanzado con la UE. El primer intento, previsto para el 11 de diciembre, fue suspendido abruptamente despu¨¦s de que al Gobierno le entrara un ataque de p¨¢nico, al comprobar que no contaba con el respaldo suficiente y que el texto iba a ser rechazado.
May dijo este lunes que habr¨ªa un nuevo debate a partir del 7 de enero, y que se proceder¨ªa a la votaci¨®n el lunes 14 o el martes 15. Convencida de que las buenas palabras que, seg¨²n ella, logr¨® el pasado fin de semana de los l¨ªderes europeos se ver¨¢n reforzadas en las pr¨®ximas semanas con nuevos compromisos, la primera ministra descart¨® de plano cualquier otra opci¨®n que no fuera su propio acuerdo del Brexit. Ni soluciones de consenso fraguadas en el Parlamento, como proponen algunos de sus ministros, ni mucho menos un nuevo refer¨¦ndum.
¡°Una nueva votaci¨®n causar¨ªa un da?o irreparable a la integridad de nuestra pol¨ªtica, porque enviar¨ªa a todos los millones de ciudadanos que confiaron en nuestra democracia el mensaje de que la democracia de Reino Unido no cumple con sus promesas¡±, dijo.
La idea de una nueva consulta aterra a los euroesc¨¦pticos conservadores y produjo extra?os aliados de la primera ministra, como el ultracat¨®lico Jacob Rees-Mogg, que defini¨® esa soluci¨®n como ¡°la de los perdedores¡±, y asegur¨® que May cuenta en esto con su confianza.
Fecha para el voto
La intervenci¨®n m¨¢s dura de la sesi¨®n fue la de Corbyn. ¡°La primera ministra ha retrasado c¨ªnicamente el reloj para conducir al Parlamento a elegir entre dos soluciones igual de inaceptables: su acuerdo o ning¨²n acuerdo¡±, dijo.
Parec¨ªa en un primer momento que Corbyn se echaba atr¨¢s en su voluntad de presentar la moci¨®n de censura, despu¨¦s de que May le diera una fecha para la votaci¨®n del acuerdo. Pero a ¨²ltima hora anunci¨® la ¡°moci¨®n personal¡±, que cogi¨® por sorpresa a muchos de los suyos. En particular a John McDonnell, su segundo y el cerebro del laborismo, quien hab¨ªa anunciado minutos antes que el partido se daba por satisfecho con una fecha para el voto.
La maniobra de Corbyn a?ade nueva incertidumbre al debate pol¨ªtico de Reino Unido y retrasa cualquier posible avance. En los d¨ªas previos al receso navide?o en Westminster ¡ªprevisto para el jueves salvo sorpresa de ¨²ltima hora¡ª, las discusiones volver¨¢n a girar en torno a la viabilidad de May como primera ministra en lugar de trabajar en posibles soluciones para salir del laberinto del Brexit. El Gobierno deber¨¢ ahora concentrarse en evitar este nuevo golpe contra su l¨ªder, que nadie sabe si ser¨¢ mortal o al menos muy embarazoso para ella.
Nada une m¨¢s a los conservadores, de todos modos, que su animadversi¨®n hacia Corbyn y hacia la pol¨ªtica de izquierdas que supone su laborismo, y algunos adversarios internos de la primera ministra como el n¨²mero dos del Grupo de Investigaciones Europeas, Steven Baker, anunciaron su voluntad de no seguirle el juego a Corbyn. ¡°Los euroesc¨¦pticos ya asumimos la decisi¨®n democr¨¢tica de nuestro partido de otorgar a May su confianza. No respaldaremos ninguna moci¨®n de censura¡±, dijo.?
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