Seis a?os en la c¨¢rcel por un amor de Facebook
El indio Hamid Nehal Ansari vuelve a su pa¨ªs tras haber cumplido prisi¨®n por espionaje en Pakist¨¢n
La rocambolesca historia de Hamid Nehal Ansari ha terminado el pasado martes cuando ha sido repatriado a India desde Pakist¨¢n, a trav¨¦s del punto fronterizo de Wagah, seg¨²n han informado los medios de ambos pa¨ªses. El joven indio se encontraba preso en Pakist¨¢n desde finales de 2012, cuando fue detenido y acusado de esp¨ªa. Ansari, que entonces ten¨ªa 27 a?os, adujo que se hab¨ªa enamorado de una joven paquistan¨ª a trav¨¦s de Facebook y que iba a su encuentro. Nadie le crey¨®.
Su amor no se enfrentaba a la enemistad entre capuletos y montescos, como en el caso de Romeo y Julieta, sino a la mucho menos literaria entre dos pa¨ªses vecinos, dotados con el arma nuclear y que han librado cuatro guerras desde su independencia del Reino Unido en 1947. Tanto India como Pakist¨¢n encarcelan de vez en cuando a ciudadanos del otro atrapados en los altibajos de sus complicadas relaciones.
Los hechos: Ansari, hijo de una profesora y un banquero, acababa de empezar a trabajar como maestro en una academia cuando, en noviembre de 2012, dijo a sus padres que se iba a Afganist¨¢n a una entrevista con una compa?¨ªa a¨¦rea. Pero desde all¨ª cruz¨® ilegalmente a Pakist¨¢n y su pista se perdi¨® en Kohat, una localidad de la provincia fronteriza de Khyber Pakhtunkhwa, a donde, seg¨²n su abogado y sus familiares, le llev¨® ¡°un amor ciego y tonto¡±.
Dio la voz de alarma una periodista local, Zeenat Shahzadi, que tambi¨¦n desapareci¨® mientras investigaba el caso (y que ha evitado la atenci¨®n medi¨¢tica desde que recuper¨® la libertad en 2017). Poco despu¨¦s, el Ej¨¦rcito admiti¨® que hab¨ªa detenido a Ansari, tras encontrarle con un carn¨¦ de identidad falso. A finales de 2015, cuando ya llevaba tres a?os bajo custodia, un tribunal militar lo conden¨® a tres a?os de c¨¢rcel por espionaje y actividades contra el Estado. Al parecer, durante la vista, ¨¦l neg¨® las acusaciones; dijo que solo intentaba ayudar a una chica con quien hab¨ªa entablado amistad a trav¨¦s de Facebook y que le hab¨ªa dicho que ten¨ªa problemas.
La chica: No est¨¢ claro si Ansari lleg¨® a entrar en contacto con la mujer. Ni los medios paquistan¨ªes, que apoyan la tesis del espionaje de su Gobierno, ni los indios, que defienden la historia de amor, han revelado su identidad.
Final (relativamente) feliz: Ansari cumpli¨® su condena el pasado 15 de diciembre y el alto Tribunal de Peshawar pidi¨® a las autoridades responsables que prepararan su deportaci¨®n en el plazo m¨¢ximo de un mes ¡°para evitar da?ar la imagen del pa¨ªs¡±, seg¨²n recoge el diario paquistan¨ª Dawn. Al otro lado de la frontera, le esperaba su familia, funcionarios y periodistas indios, que sin duda van a convertir su caso en un nuevo motivo para vapulear a su vecino del norte.
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