¡°La democracia no est¨¢ sabiendo atajar ni la desigualdad, ni la violencia en Latinoam¨¦rica¡±
La chilena cree que la pervivencia en Am¨¦rica Latina de una clase baja que no progresa explica la elecci¨®n de l¨ªderes autoritarios como el futuro presidente de Brasil
La chilena Marta Lagos (Santiago de Chile, 66 a?os) entrelaza descripciones de algunos de los confines m¨¢s m¨ªseros de Latinoam¨¦rica con sentencias acerca del rumbo que considera que est¨¢ tomando la regi¨®n. Pero en su discurso abundan ante todo n¨²meros, porcentajes y tendencias con los que en ocasiones ha anticipado la deriva que despu¨¦s ha seguido el continente. Lagos es fundadora del sondeo Latinobar¨®metro, la mayor encuestadora de Am¨¦rica Latina, que dirige desde hace m¨¢s de 25 a?os. El ¨²ltimo sondeo de esta organizaci¨®n, publicado el pasado noviembre, se?ala que los latinoamericanos que se perciben como de clase baja han pasado del 45% en 2017 al 51% en 2018. En una entrevista este mi¨¦rcoles en la Casa Am¨¦rica de Madrid, la chilena defiende que esta percepci¨®n que comparten uno de cada dos ciudadanos de la regi¨®n explica en gran parte la crisis de la democracia que sufre Latinoam¨¦rica y que, a su juicio, se ha intensificado este 2018.
Pregunta (P). La situaci¨®n econ¨®mica es el principal problema para los latinoamericanos, seg¨²n el ¨²ltimo Latinobar¨®metro ?En qu¨¦ medida explica los resultados de los ¨²ltimos procesos electorales?
Respuesta (R). La falta de atenci¨®n de Gobiernos y partidos pol¨ªticos a la situaci¨®n econ¨®mica de la regi¨®n es uno de los motivos centrales por los que la gente ha perdido la fe en la democracia. Los partidos se dirigen a la clase media, que ciertamente se ha desarrollado en los ¨²ltimos a?os, pero dejan en segundo plano a aquellos que sufren los mayores niveles de desigualdad. Y esto en Latinoam¨¦rica, donde los pobres han sido durante generaciones siempre los mismos. En esto late la desidia hacia la democracia que se ha manifestado en los ¨²ltimos procesos electorales.
P. El sondeo revela que el n¨²mero de personas ¡°indiferentes¡± a la democracia ha pasado en ocho a?os del 16% al 28%.
R. Ese casi 30% de indiferentes se debe al agotamiento de la politiquer¨ªa, de la pol¨ªtica mal entendida. Es una respuesta a la ausencia de la agenda de los partidos de realidades como que la gente no llega a fin de mes, no tiene educaci¨®n ni [acceso a la] sanidad, o se muere a la puerta de un hospital. Todo esto se trata como problemas de segundo orden. La polarizaci¨®n ideol¨®gica que se expresa en p¨²blico no ataja la situaci¨®n de muchas personas y ha generado cierto desd¨¦n hacia la democracia.
P. ?Ha sido este rechazo a los partidos lo que explica la elecci¨®n de Jair Bolsonaro en Brasil y la de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador en M¨¦xico?
R. Sin duda. Estos pa¨ªses son los que lideran ese fen¨®meno que consiste en que el sistema de partidos deja de representar a la mayor¨ªa y acaba por encapsularse en una lucha ideol¨®gica entre muros sin ser capaz de captar las nuevas demandas de la poblaci¨®n.
P. El triunfo de Bolsonaro se ha producido en un pa¨ªs donde el apoyo a la democracia ha ca¨ªdo en diez a?os del 81% al 56% ?Pueden repetirse triunfos de candidatos similares en otros pa¨ªses de la regi¨®n?
R. La elecci¨®n de Brasil ha terminado por confirmar una trayectoria que este pa¨ªs ya hab¨ªa iniciado a?os antes. Desde hace tiempo Brasil vive una profunda crisis: las instituciones est¨¢n en el suelo y la gente no cree ni en partidos ni en Gobiernos. [El fen¨®meno] Bolsonaro hace ya al menos diez a?os que est¨¢ ocurriendo. Aunque este se?or llevaba varios per¨ªodos como parlamentario, ahora se ha presentado como alguien que viene de afuera y dice ¡®Yo no tengo nada que ver con estos tipos¡¯. Algo parecido ha ocurrido con L¨®pez Obrador. Los votantes han optado por romper con lo tradicional. Y claro que esto se puede repetir en otros lugares. En Paraguay, m¨¢s de un 20% de la poblaci¨®n se declara autoritaria; en Bolivia, la decisi¨®n de que Evo Morales opte a un cuarto mandato ha generado una gran reacci¨®n social; la violencia en varios pa¨ªses centroamericanos no cesa. La democracia no est¨¢ sabiendo atajar ni la desigualdad, ni la violencia, y tampoco est¨¢ garantizando la alternancia pol¨ªtica. Si hay algo en crisis en Am¨¦rica Latina es la democracia representativa. Excluir¨ªa ¨²nicamente a Argentina, Uruguay y Chile como pa¨ªses candidatos a elegir a tipos como Bolsonaro, porque en estos lugares, aunque no completamente, la democracia s¨ª se ha traducido en poder para la ciudadan¨ªa.
P. ?Qu¨¦ espera la ciudadan¨ªa de l¨ªderes antiestablishment como Bolsonaro o L¨®pez Obrador?
R. A Bolsonaro lo eligieron 50 millones de brasile?os que son exactamente igual que los tipos que en otros pa¨ªses m¨¢s ricos, como Chile o Uruguay, quieren un smartphone y el mundo que ven en ¨¦l. Bolsonaro no es un dictador como dicen muchos, ni lo podr¨ªa ser aunque lo intentara. ?Por qu¨¦? Porque tiene en contra a la mitad del pa¨ªs y va a tener a otros 50 millones de brasile?os en la calle. Quienes lo han votado son tipos que vieron c¨®mo era el mundo afuera y dicen ¡®?Y nosotros por qu¨¦ no lo tenemos? ?Si eso es lo que nos prometieron!¡¯ Si uno mira los datos de expectativas de Latinoam¨¦rica, ve que son una l¨ªnea plana. Los gobernantes han prometido durante a?os, pero... ?ay del que no cumple lo que promete! En Am¨¦rica Latina hay un gap (brecha) entre lo que uno es y lo que quiere ser. Y como esa brecha no se cierra, se opta por soluciones que suponen un quiebre con lo tradicional. Bolsonaro podr¨ªa ser interpretado como el quiebre que necesita el sistema pol¨ªtico brasile?o para poder ser reformado, porque ahora mismo ese sistema desde dentro no puede combatirlo.
P. ?Y qu¨¦ puede revertir la tendencia a optar por este tipo de l¨ªderes?
R. Principalmente cabe esperar grandes movimientos sociales protestando en las calles por distintos temas, que pueden ser salud, corrupci¨®n o salarios, por ejemplo. Ser¨ªa positivo que estas movilizaciones condujeran a reacciones de los Gobiernos que no fueran mera politiquer¨ªa, sino que respondieran a cuestiones como que M¨¦xico lleva 25 a?os esperando la prosperidad. O que para la ciudadan¨ªa de Brasil, donde resulta iluso pensar que lo fundamental es Lula, lo ¨²nico verdaderamente importante es sobrevivir.
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