Llegaron para quedarse
Vemos como el furor antiinmigrante se ha hecho Gobierno en algunos pa¨ªses de Europa o en la obsesi¨®n por un muro de m¨¢gica funci¨®n que se pretende en EE UU
Dos migrantes menores de edad muertos en la frontera mexicano-estadounidense, dato dram¨¢tico que palidece, sin embargo, frente a los m¨¢s de 14.000 muertos ahogados o desaparecidos en el Mediterr¨¢neo por obra de los guardacostas libios operando por delegaci¨®n de una Europa que parece haberse puesto de espaldas a sus obligaciones legales y morales internacionales. Drama de nuestros tiempos y term¨®metro de c¨®mo marchan nuestras sociedades.
El a?o que termina ha sido especialmente pr¨®digo en informaci¨®n sobre el tema migratorio. De as¨¦ptico dato demogr¨¢fico y social, se est¨¢ convirtiendo en un hecho agitado por sectores racistas y ultraconservadores ¡ªy sus activas redes sociales¡ª como la gran ¡°amenaza¡± de los tiempos que corren alimentando peligrosas corrientes intolerantes. Activas y beligerantes, xen¨®fobas y racistas, algunas de estas redes pueden ser comparables a la ola antisemita y racista europea previa a la segunda guerra mundial.
Un examen objetivo de la realidad, sin embargo, lleva a conclusiones diferentes. Que no debe soslayar ciertos problemas que se presentan, pero que tiene que partir de constatar los hechos como son, su verdadera dimensi¨®n, y no en distorsiones de titulares comunicacionales nutridos de intolerancia. Ciertas pol¨ªticas p¨²blicas tendr¨ªan que ser, en este orden de ideas, seriamente revisadas.
Cuatro aspectos merecen ser especialmente destacados a modo de apretado balance de fin de a?o.
Primero, hist¨®ricamente la porci¨®n de poblaci¨®n que emigra de un pa¨ªs a otro ha sido y contin¨²a siendo muy peque?a. De acuerdo con el m¨¢s reciente informe de la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM), el total de migrantes internacionales es de 258 millones (3,4% de la poblaci¨®n mundial). Esta porci¨®n es s¨®lo ligeramente superior a la de d¨¦cadas anteriores: 2,8% en el 2000 y 2,3% en 1980. Nada, pues, muy nuevo bajo el sol.
Segundo, el inmigrante suele aportar juventud, capacidades t¨¦cnicas y, en general, una necesaria fuerza de trabajo en pa¨ªses demogr¨¢ficamente envejecidos. Alemania ¡ªprincipal receptor de inmigrantes en Europa¡ª termina el a?o con m¨¢s de un mill¨®n de plazas laborales vacantes; gente joven y laboriosa es indispensable y no puede venir sino del exterior. Es cada vez mayor, por ello, el n¨²mero de inmigrantes que encuentran empleo. De concretarse el sue?o xen¨®fobo de expulsarlos a todos, se dar¨ªa un golpe en el plexo a la vigorosa econom¨ªa germana.
Tercero, es errada conclusi¨®n de que el aumento de la inmigraci¨®n est¨¢ asociada al aumento de la delincuencia. Pongamos, otra vez, el ejemplo de Alemania que ha recibido m¨¢s de 1,3 millones de peticiones de asilo en los ¨²ltimos tres a?os, especialmente de personas provenientes de Siria. Sin embargo, la criminalidad no ha aumentado, sino todo lo contrario. Los informes del Ministerio de Interior indican, por ejemplo, que en 2017 el n¨²mero de delitos registr¨® su m¨ªnimo desde 1992, y un 10% menos que el a?o anterior, a pesar del aumento poblacional por la inmigraci¨®n.
Cuarto, la receptividad y procesamiento de la inmigraci¨®n se est¨¢ convirtiendo en un divisor de aguas en la pol¨ªtica de varios pa¨ªses. Paradoja: la fuente mayor de intolerancia est¨¢ en algunos pa¨ªses ricos y democr¨¢ticos y no en los pa¨ªses con menos recursos (como los latinoamericanos, Jordania o L¨ªbano). Ning¨²n pa¨ªs del tercer mundo ha tipificado como delito prestar ayuda a un inmigrante, como si lo ha hecho Hungr¨ªa este a?o.
As¨ª, vemos como el furor antiinmigrante se ha hecho Gobierno en algunos pa¨ªses de Europa o en la obsesi¨®n por un muro de m¨¢gica funci¨®n que se pretende en EE UU. Ello ya va arrojando resultados dantescos (como los 14.000 muertos en el Mediterr¨¢neo).
No se trata de comparar pero el hecho macizo es que Latinoam¨¦rica, con todas sus dificultades, est¨¢ actuando en direcci¨®n positiva en expresi¨®n coherente de que la democratizaci¨®n es en serio. Desde las ideas anunciadas por AMLO en M¨¦xico sobre estrategias de inversi¨®n y desarrollo que permitan acoger a refugiados y desplazados centroamericanos, hasta los cerca de dos millones de venezolanos ya acogidos en Colombia y Per¨² en los ¨²ltimos dos a?os y con situaci¨®n migratoria regularizada para la gran mayor¨ªa. En ello hasta el momento, sin embargo, el mundo es a¨²n indiferente frente a este esfuerzo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.