May se aferra a su plan con mejoras para convencer a los euroesc¨¦pticos
La primera ministra conservadora presenta en el Parlamento un pu?ado de promesas vagas
El plan alternativo que Theresa May se hab¨ªa comprometido a presentar ante el Parlamento, despu¨¦s del masivo rechazo que obtuvo su acuerdo del Brexit la semana pasada, ha consistido en un pu?ado de promesas vagas. La primera ministra ha lanzado gui?os al sector euroesc¨¦ptico de su partido y a los unionistas norirlandeses del DUP que sostienen su mayor¨ªa parlamentaria. Ha prometido m¨¢s participaci¨®n de los diputados en la negociaci¨®n de la futura relaci¨®n con la UE e intentar de nuevo, sin dar detalles, buscar una soluci¨®n al nudo gordiano del backstop, la salvaguarda irlandesa impuesta por Bruselas.
Una catarata de intervenciones de diputados laboristas y conservadores, comenzando por el l¨ªder de la oposici¨®n, Jeremy Corbyn, ha recordado a May las tres opciones que dominan hoy el debate pol¨ªtico en Reino Unido: rechazar de modo expreso que se vaya a producir un Brexit sin acuerdo, para tranquilizar a empresarios y ciudadanos; solicitar una extensi¨®n del art¨ªculo 50 del Tratado de Lisboa [que activ¨® la salida de Reino Unido, fijada para el 29 de marzo] para ganar un tiempo cada vez m¨¢s necesario; y, finalmente, preparar un segundo refer¨¦ndum que devuelva la voz a la ciudadan¨ªa. La primera ministra ha rechazado las tres con argumentos en los que sus escasos aliados ven l¨®gica y el resto del mundo, obstinaci¨®n.
¡°El ¨²nico modo de evitar un Brexit sin acuerdo es que esta C¨¢mara apruebe un acuerdo con la UE. O si no, revocar el art¨ªculo 50 y que Reino Unido permanezca en la Uni¨®n Europea¡±, ha respondido May con tono desafiante. Una petici¨®n de m¨¢s tiempo, ha explicado a continuaci¨®n, no depende solo de Londres. Y para convencer al resto de socios de la UE es necesario explicarles qu¨¦ se pretende hacer con esa pr¨®rroga. Finalmente, la primera ministra ha descartado de nuevo otro refer¨¦ndum, y esta vez ha a?adido una nueva amenaza para reafirmar su negativa: ¡°Un segundo refer¨¦ndum reforzar¨ªa la mano de aquellos que hacen campa?a en busca de una ruptura de la unidad territorial de Reino Unido¡±, ha advertido.
Y, sin embargo, May ha acudido a la C¨¢mara de los Comunes dispuesta a transmitir la idea de que hab¨ªa entendido la estrepitosa derrota de su plan: ¡°Despu¨¦s de la votaci¨®n de la semana pasada, ha quedado claro que el modo en que el Gobierno est¨¢ enfocando este asunto debe cambiar. Y ha cambiado¡±, ha anunciado al principio de su intervenci¨®n.
Los supuestos cambios iban claramente dirigidos al sector euroesc¨¦ptico de su partido y a los unionistas norirlandeses del DUP. May no tiene muchas esperanzas en dar la vuelta a la situaci¨®n con aproximaciones a los diputados laboristas indecisos.
La primera ministra ha prometido que tanto ella como sus ministros seguir¨ªan hablando con los diferentes partidos, con los sindicatos y con los empresarios a lo largo de la semana. Y que seguir¨ªa conversando con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE durante toda la semana en busca de una nueva soluci¨®n para el principal escollo del acuerdo, el backstop, o salvaguarda irlandesa.
¡°Quiero ofrecer nuevas garant¨ªas a esta C¨¢mara de que, en la negociaci¨®n de la futura relaci¨®n con la UE, buscaremos la aportaci¨®n de un amplio elenco de voces fuera del Gobierno, y aseguraremos que el Parlamento tenga participaci¨®n, y una mayor implicaci¨®n, en estas decisiones¡±, ha asegurado. Era el modo de tranquilizar al sector euroesc¨¦ptico de su partido, con la promesa de que tendr¨¢n voz y voto en el dise?o del futuro posterior al Brexit.
¡°Esto es realmente el d¨ªa de la marmota¡±, ha respondido el l¨ªder de la oposici¨®n, Jeremy Corbyn, a las promesas de May. El laborista le ha recordado que ya hab¨ªa prometido antes de Navidades acudir a Bruselas para extraer nuevas concesiones, y que no obtuvo nada. ¡°?Cu¨¢l es la diferencia entre una concesi¨®n y una garant¨ªa legal?¡±, le ha preguntado para expresar su incredulidad. Corbyn tambi¨¦n le pregunt¨® a la primera ministra si estaba dispuesta a honrar las votaciones de la C¨¢mara en el caso de que esta aprobara la moci¨®n conjunta presentada por dos diputadas, una laborista y una conservadora, que descarta la posibilidad de que haya un Brexit sin acuerdo.
Salida sin acuerdo
May se guarda esa baza negociadora, porque sabe que es su principal fortaleza a la hora de negociar con Bruselas y para infundir el miedo en aquellos parlamentarios, de una y otra bancada, que todav¨ªa mantienen un poso de indecisi¨®n
Pero al mismo tiempo los principales ministros de su Gobierno, como el de Econom¨ªa, Philip Hammond, se han encargado de transmitir a la comunidad empresarial que la idea de salir de la UE a las bravas, sin cl¨¢usulas de salvaguarda ni periodo de transici¨®n, es pr¨¢cticamente impensable. Y son bastantes los miembros del Gobierno, en los niveles pol¨ªticos altos y medios, que amenazan con presentar su dimisi¨®n si se consuma la tragedia.
¡°Intuyo que existen varios ministros, al m¨¢s alto nivel, y sospecho que incluso la primera ministra, que est¨¢n deseando que el Parlamento vaya adelante con esta moci¨®n¡±, ha se?alado a la BBC Yvette Cooper, la diputada laborista que ha impulsado la moci¨®n estrella con la que se pretende rechazar un Brexit sin acuerdo. Se votar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 29 junto al texto definitivo que presente May.
La primera ministra y su equipo son conscientes de que si alguna soluci¨®n milagrosa surge a lo largo de la semana, implicar¨¢ necesariamente una extensi¨®n del art¨ªculo 50, pero es una baza de la que no quiere a¨²n echar mano, hasta estar segura de que existe alguna posibilidad de salvar su acuerdo con la UE.
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