Hoja de ruta para superar 20 a?os de chavismo

Juan Guaid¨®, presidente de la Asamblea Nacional, se acerc¨® m¨¢s al poder el 23 de enero. Ese d¨ªa se conmemoraban los 61 a?os del derrocamiento del dictador venezolano Marcos P¨¦rez Jim¨¦nez y, para celebrarlo, la oposici¨®n convoc¨® una movilizaci¨®n multitudinaria. All¨ª se proclam¨® presidente interino de Venezuela y pidi¨® a Nicol¨¢s Maduro que no se aferrara a un cargo que, seg¨²n la oposici¨®n, no le pertenece. Fue la culminaci¨®n de un proceso que llevaba d¨ªas fragu¨¢ndose. Despu¨¦s de la manifestaci¨®n del mi¨¦rcoles, Guaid¨® permaneci¨® en paradero desconocido durante 24 horas, hasta que ayer reapareci¨® para dirigirse a la gente en un multitudinario acto en el municipio de Chacao, en las afueras de Caracas.

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Sus pasos hasta al momento han sido cautos. El dirigente tiene en mente una hoja de ruta que tiene que ver en buena medida con el respaldo financiero, el apoyo de la comunidad internacional y el impulso de la protesta ciudadana.

Mientras aumenta el conflicto, Guaid¨® ha empezado a tramitar donaciones internacionales para paliar la crisis. ¡°Comenzamos a gestionar los primeros pasos. Ya tenemos ayuda humanitaria de EE?UU por 20 millones de d¨®lares¡±, confirm¨® el jueves pasado en referencia al anuncio de Mike Pompeo, secretario de Estado de EE?UU, ante la Organizaci¨®n de los Estados Americanos. As¨ª se asegura el respaldo financiero para la transici¨®n. Tambi¨¦n cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo.

Lucha en la calle

Uno de sus grandes logros ha sido hasta ahora que, en menos de 15 d¨ªas, ha logrado resucitar la lucha en la calle. Ha levantado el entusiasmo popular tras un a?o y medio de apat¨ªa y desencanto entre los ciudadanos. La clave han sido los m¨¢s de 300 cabildos abiertos, o asambleas de ciudadanas, que se han extendido por todo el pa¨ªs. Con ellos respondi¨® a la toma de posesi¨®n de Maduro como presidente el 10 de enero ante sus aliados del Tribunal Supremo de Justicia, y no ante el Parlamento, como establece la Constituci¨®n.

Al d¨ªa siguiente se realiz¨® el primer cabildo, luego siguieron otros, que se han convertido en enormes manifestaciones. En esas asambleas han intervenido diputados de todos los partidos y representantes de la sociedad civil. All¨ª se fragu¨® la hist¨®rica movilizaci¨®n nacional del 23 de enero, la m¨¢s grande que se haya visto en los ¨²ltimos a?os de fricciones pol¨ªticas en Venezuela.

El actual l¨ªder de la oposici¨®n ha sabido transmitir con claridad la llamada ruta de la transici¨®n, que repite una y otra vez en sus mensajes: cese de lo que la oposici¨®n considera una usurpaci¨®n de la silla presidencial por parte de Maduro; impulsar un Gobierno de transici¨®n para atender la emergencia humanitaria, y crear las condiciones para alcanzar el tercer punto del camino, es decir, unas elecciones realmente democr¨¢ticas.

Tambi¨¦n ha sabido aterrizar las expectativas de la poblaci¨®n y se ha anticipado a las reacciones del r¨¦gimen como la anulaci¨®n que hizo el Tribunal Supremo de Justicia de los actos de la nueva junta directiva del Parlamento por el supuesto desacato se?alado en 2017.

Guaid¨® jur¨® el mi¨¦rcoles pasado como ¡°presidente encargado¡± del pa¨ªs. Para ello se vali¨® de los art¨ªculos 233, 333 y 350 de la Constituci¨®n. De ellos ya empez¨® a hablar el mismo 5 de enero, cuando tom¨® juramento como presidente de la Asamblea Nacional para el nuevo per¨ªodo. El art¨ªculo 233 da al presidente del Parlamento la potestad para asumir la presidencia de la naci¨®n en caso de vac¨ªo de poder y ordena convocar elecciones en 30 d¨ªas. Este supuesto no encaja totalmente en la situaci¨®n actual de Venezuela. En primer lugar, porque la Asamblea Nacional declar¨® ¡°una usurpaci¨®n¡± ¡ªasunci¨®n ileg¨ªtima del cargo¡ª. En segundo lugar, porque un mes no ser¨ªa suficiente para organizar unos comicios con garant¨ªas reales, que requieren la renovaci¨®n del poder electoral aliado ahora de Maduro. Por otra parte, los art¨ªculos 333 y 350 establecen la vigencia suprema de la Constituci¨®n y la potestad de autoridades y ciudadanos de desobedecer al poder que la est¨¦ violando.

Juan Guaid¨®, en cualquier caso, no est¨¢ solo en la pugna pol¨ªtica. A diferencia del aislado Maduro, el dirigente consolida importantes v¨ªnculos diplom¨¢ticos. Salvo algunos Gobiernos como Rusia, Turqu¨ªa, Cuba y M¨¦xico, el l¨ªder opositor ha recibido el respaldo de varios mandatarios del mundo para asumir el control del pa¨ªs, empezando por la Administraci¨®n, de Estados y los principales Gobiernos de Am¨¦rica Latina.

Cuerpo diplom¨¢tico

El mi¨¦rcoles, Maduro orden¨® en 72 horas la expulsi¨®n del cuerpo diplom¨¢tico de la Embajada de Estados Unidos de Venezuela. Enseguida, Guaid¨® emiti¨® un comunicado para instar a desconocer cualquier decisi¨®n contraria al ¡°poder leg¨ªtimo¡± (de la Asamblea Nacional) e invit¨® a las misiones diplom¨¢ticas y embajadas a continuar operando en el pa¨ªs. De momento, la Casa Blanca solo ha autorizado la retirada del personal no indispensable, pero evita sucumbir a la amenaza de Maduro, al que no reconoce como un presidente leg¨ªtimo por ser reelegido en unas votaciones sospechosas de fraude el 20 de mayo.

Desde sus primeros discursos, adem¨¢s, Guaid¨® coloc¨® la pelota en el terreno de los militares. A ellos se ha dirigido en las asambleas, en v¨ªdeos grabados y en transmisiones en vivo en redes sociales, ante la censura gubernamental que han impuesto a los medios.

A ellos se dirige tambi¨¦n la promesa de una ley de amnist¨ªa y garant¨ªas para funcionarios civiles y militares que colaboren con la transici¨®n. Este fue uno de los primeros acuerdos que aprob¨® el Parlamento, junto con la declaraci¨®n de usurpaci¨®n de la presidencia por parte de Maduro y el plan para repatriar activos confiscados en el extranjero al chavismo.

Un d¨ªa antes de que Guaid¨® se proclamara presidente interino de Venezuela, el l¨ªder opositor design¨® a Gustavo Tarre Brice?o como el nuevo embajador ante la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA). La oposici¨®n asumi¨® una medida que desautoriz¨® al Gobierno de Nicol¨¢s Maduro y acatada a nivel internacional.