¡®Roma¡¯, una palanca para la lucha de las empleadas del hogar en EE UU
El ¨¦xito de la pel¨ªcula ayuda a impulsar la primera Carta de Derechos para las Trabajadoras del Hogar
Cuando Alfonso Cuar¨®n present¨® la pel¨ªcula Roma al p¨²blico en el Festival de Venecia, Rosa Sanluis -empleada dom¨¦stica en EE UU durante 20 a?os- ocupaba una de las butacas. El director invit¨® a la emigrante de 60 a?os en su calidad de dirigente del movimiento de trabajadoras dom¨¦sticas de Valle Grande, Texas. Como el avi¨®n reflejado en las sucias baldosas del patio, Sanluis se reflej¨® en Cleo: al recoger la ropa una vez que la casa quedaba vac¨ªa, al cuidar de los ni?os como si fuesen propios, al sentirse discriminada. ¡°Nosotros, los inmigrantes mexicanos en EE UU, somos sujetos de discriminaci¨®n igual que nuestras hermanas ind¨ªgenas en M¨¦xico. A nosotros nos discriminan por el trabajo, por ser inmigrantes, por ser mujeres, por ser de color¡±, narra v¨ªa telef¨®nica.
Con el filme en la cresta de la ola y Yalitza Aparicio surfeando sobre los elogios por su interpretaci¨®n de Cleo, la Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar de Estados Unidos (NDWA, en ingl¨¦s) ha aprovechado para presionar a que se reconozcan los derechos de las empleadas dom¨¦sticas. La organizaci¨®n y Participant Media, coproductora de la cinta, se han unido para impulsar en Washington la primera Carta de Derechos para las Trabajadoras del Hogar. En M¨¦xico tambi¨¦n est¨¢n haciendo lo propio. Las activistas son conscientes de que el excepcional contexto que pone en alza el valor de quienes se dedican a cuidar de los hogares ajenos puede brindar frutos no solo cinematogr¨¢ficos, sino que tambi¨¦n pol¨ªticos.
Sanluis, como muchos de los dos millones de trabajadores dom¨¦sticos -90% mujeres- lleg¨® con lo puesto y sin un hogar a Estados Unidos. Acept¨® un trabajo de interna en una casa donde, seg¨²n cuenta, le pagaban 60 d¨®lares a la semana -lo que hoy equivaldr¨ªa al doble-, y sin un horario establecido. Las jornadas sol¨ªan comenzar a las 5.30 para despertar, ba?ar, vestir, alimentar a los dos ni?os que ten¨ªa a su cuidado antes de que se fueran al colegio y acababan pasadas las 22 horas, cuando dejaba la cocina limpia para la ma?ana siguiente. ¡°Cuar¨®n me dijo que ama a su nana como solo se puede amar a una madre. Creo que esta pel¨ªcula va a servir para que la gente nos valore hoy y vea que merecemos los mismos derechos que el resto de los trabajadores¡±.
La carta de las trabajadoras dom¨¦sticas exige que se les paguen las horas extra, que la ley antidiscriminaci¨®n no sea solo aplicable en empresas con m¨¢s de 15 empleados, que se puedan sindicalizar, entre otras. A¨²n est¨¢n limando los detalles. La senadora y actual candidata dem¨®crata a la presidencia Kamala Harris y la congresista del mismo partido Pramila Jayapal han apoyado y promovido el documento. "Ahora tenemos la mayor¨ªa [en la C¨¢mara de Representantes] y vamos a mover esta legislaci¨®n, no es una aspiraci¨®n dem¨®crata, es algo positivo para todos", afirm¨® Jaypal la segunda semana de enero, cuando la NDWA y Participant Media proyectaron Roma a miembros del Congreso en la capital estadounidense.
Esta alianza estar¨¢ presentando el filme en decenas de ciudades de EE UU hasta marzo. "Dado el poder de la historia de Cleo, nos pareci¨® importante asegurarnos de que los trabajadores dom¨¦sticos estuvieran entre los primeros en ver la pel¨ªcula", cuenta Nicole Starr de Participant Media. Ya se la han presentado a m¨¢s de 1.000 empleadas. "Creemos que la gran narraci¨®n de historias tiene el poder de inspirar y acelerar el cambio social positivo (...) Es maravilloso ver a Roma dar un impulso a esta conversaci¨®n cultural y animar a los espectadores y tomadores de decisiones a reflexionar sobre c¨®mo podemos mejorar las condiciones de trabajo de los Cleo del mundo".
Ai-jen Poo, directora de la NDWA, conf¨ªa en que la ley ¡°que llega con 80 a?os de retraso¡± ser¨¢ aprobada. ¡°En 2020 habr¨¢ elecciones presidenciales y tambi¨¦n en el Senado as¨ª que aprobar¨¢n la ley para ganarlas¡±, prev¨¦ Poo. Tambi¨¦n cree que la percepci¨®n sobre la empleada dom¨¦stica, en su opini¨®n nunca bien valorada por ser un trabajo de mujeres, en general realizado por negras o inmigrantes, est¨¢ cambiando. ¡°Hoy cada vez son m¨¢s los que se relacionan a fondo con la Cleo¡±. Con los ¨ªndices de esperanza de vida escalando a paso firme las cuidadoras del hogar figuran entre las 20 ocupaciones con mayor crecimiento en la pr¨®xima d¨¦cada: ¡°Nos necesitan m¨¢s que nunca. Y nosotros necesitamos que se respeten nuestros derechos¡±.
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