EE UU aumenta las donaciones a las agencias humanitarias en M¨¦xico ante las caravanas migrantes

El presidente de Estados Unidos (EE UU), Donald Trump, todav¨ªa no ha conseguido el muro fronterizo tantas veces prometido. Pero ese es el muro de ladrillo; hay otra barrera, m¨¢s discreta y menos tangible. Tras las caravanas migrantes del a?o pasado, la Administraci¨®n estadounidense ha aumentado la financiaci¨®n a dos de las principales agencias humanitarias en M¨¦xico, la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), dedicadas, entre otras cosas, al retorno voluntario y a la integraci¨®n de los migrantes. Las donaciones millonarias pueden ser vistas, seg¨²n los expertos, como una extensi¨®n de la pol¨ªtica antimigratoria de la Casa Blanca, por otros medios.

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¡°Si en alg¨²n momento del viaje quieres regresar a tu hogar¡­ la OIM te puede ayudar¡±, reza el tuit. A principios de noviembre, mientras una caravana de 7.000 hondure?os cruzaba M¨¦xico en direcci¨®n a EE UU y Trump arremet¨ªa contra ellos en sus discursos, la oficina de la OIM en M¨¦xico lanz¨® una nueva iniciativa. En el marco del 'Programa de retorno voluntario asistido', trabajadores con polo y gorra azul informan, organizan y pasan lista a aquellos migrantes que han decidido montarse en un autob¨²s para regresar a sus pa¨ªses. Los gastos del viaje corren a cargo de la organizaci¨®n. O, m¨¢s bien, del Gobierno de EE UU, que es quien financia con 1,2 millones de d¨®lares anuales el proyecto. En casi mes y medio, 627 personas, en su mayor¨ªa hondure?os, han sido devueltas por tierra o aire. Un 72% ha salido de Ciudad de M¨¦xico y otro 24%, de Tijuana, a las puertas de California.

Es el primer programa de este tipo que lanza en M¨¦xico OIM, organizaci¨®n que ha hecho del pol¨¦mico modelo del retorno voluntario una de sus se?as de identidad ¡ªsolo en 2016, en plena ola migratoria en el Mediterr¨¢neo, fueron devueltos casi 100.000 personas, principalmente desde la Uni¨®n Europea¡ª. Ahora, el dr¨¢stico incremento de la migraci¨®n centroamericana ha abierto nuevas oportunidades al otro lado del oc¨¦ano Atl¨¢ntico. La coordinadora para la regi¨®n, Alexandra Bonnie, apunta al inter¨¦s de EE UU como factor para lanzar el proyecto: ¡°Cuando hay una situaci¨®n especial y un inter¨¦s particular por parte de un donante, se hace algo espec¨ªfico para un pa¨ªs¡±, dice.

Adem¨¢s de la oficina de Tapachula en la frontera sur, que ya exist¨ªa, la OIM ha abierto puntos de informaci¨®n y de registro para el retorno en Tec¨²n Um¨¢n, la ciudad guatemalteca que hace frontera, y en Tijuana. Seg¨²n Andrew Selee, presidente del Instituto de Pol¨ªtica Migratoria, un think-tank basado en Washington, impulsar el retorno voluntario est¨¢ en sinton¨ªa con las prioridades de Trump: ¡°EE UU es una fuente de financiaci¨®n para OIM globalmente, pero en este caso el programa tiene una gran importancia estrat¨¦gica¡±, asegura. Hist¨®ricamente, OIM ha sido vista como una organizaci¨®n muy cercana al Gobierno de EE UU, que paga alrededor de un tercio del presupuesto, y desde su fundaci¨®n en 1951 casi todos sus l¨ªderes han sido estadounidenses.

Tambi¨¦n ha cambiado el rostro de Acnur, la agencia de humanitaria por excelencia. El incremento de la inmigraci¨®n centroamericana ha tenido su reflejo en el presupuesto y la cantidad de personal de la oficina en M¨¦xico. En julio de 2016, hab¨ªa 20 empleados mexicanos y otros ocho expatriados, y unos siete millones y medio de d¨®lares de presupuesto. Un a?o despu¨¦s, el personal era casi el doble y el presupuesto superaba los nueve millones. En 2018, momento en que las caravanas migrantes se convirtieron en un tema de pol¨ªtica dom¨¦stica en EE UU, la oficina se reforz¨® con 10 expatriados y 10 nacionales m¨¢s, y el presupuesto aument¨® en casi 10 millones de d¨®lares.

El apoyo del Gobierno de Trump ha sido fundamental para esta expansi¨®n. En 2018 hizo una donaci¨®n in¨¦dita a la oficina de M¨¦xico de casi siete millones y medio de d¨®lares, lo que represent¨® m¨¢s de un tercio del presupuesto total para ese a?o. En paralelo a este salto de financiaci¨®n en M¨¦xico, la contribuci¨®n estadounidense a las acciones de Acnur en Latinoam¨¦rica tambi¨¦n se ha duplicado en el ¨²ltimo a?o; de 27 a 62 millones de d¨®lares.¡°Puede ser una forma indirecta de compensar los costos que est¨¢ asumiendo M¨¦xico¡±, se?ala Selee. ¡°EE UU tiene un inter¨¦s en que este pa¨ªs fortalezca su sistema de asilo y su capacidad de recepci¨®n. Es una mezcla de buena voluntad y ego¨ªsmo¡±. Frente a esta dependencia financiera, Andr¨¦s Ram¨ªrez Silva, titular de la Comisi¨®n Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y extrabajador de Acnur, apunta a la necesidad de ¡°diversificar¡± la base de donantes. ¡°Ning¨²n dinero se da por amor al arte¡±, reconoce.

El reto al que se enfrenta M¨¦xico es real: el n¨²mero de solicitantes de asilo, que huyen de la pobreza y de la violencia, se ha disparado de menos de 9.000 en 2016 a casi 30.000 en 2018 y el sistema de asilo se encuentra desbordado. A pesar de un n¨²mero de peticiones de asilo r¨¦cord, la Comar, la encargada de procesarlas, tiene un presupuesto de 20 millones de pesos para 2019 ¡ªpoco m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares¡ª, el m¨¢s bajo en siete a?os y 18 veces menor al de un Acnur robustecido gracias, en parte, a las ayudas de EE UU. Ambas organizaciones negocian ahora un convenio por el que la agencia de la ONU incrementar¨ªa el apoyo financiero al ente mexicano.

"Las aportaciones de los donantes no responden a agendas ajenas a la de Acnur M¨¦xico¡±, se?ala una portavoz de la organizaci¨®n internacional. Pese a la independencia y prestigio del organismo, el profesor Carlos Elizondo, de la Escuela de Gobierno del Tecnol¨®gico de Monterrey, opina que la generosidad de EE UU no es casual. ¡°La intenci¨®n de Trump es que M¨¦xico se haga cargo lo m¨¢s posible del proceso de asilo¡±, asegura. ¡°En la medida en que Acnur juega un cierto papel en la contenci¨®n y recepci¨®n de los movimientos migratorios, puede ser de inter¨¦s mutuo¡±. La financiaci¨®n de EE UU, como la de los otros donantes, se ha destinado, entre otras cosas, a proporcionar informaci¨®n a los migrantes sobre su derecho al asilo, y apoyar su inserci¨®n laboral e integraci¨®n local. En M¨¦xico.

La ayuda exterior como instrumento

La fuente de las donaciones a OIM y Acnur es la Oficina de Poblaci¨®n, Refugiados y Migraci¨®n del Departamento de Estado, cuya misi¨®n es repatriar y reasentar a los refugiados en terceros pa¨ªses. Su cabeza visible, el secretario de Estado Mike Pompeo, partidario de la mano dura contra la inmigraci¨®n, anunci¨® en septiembre que en 2019 solo se admitir¨ªan 30.000 refugiados, el nivel m¨¢s bajo desde que se cre¨® el programa en 1980. Tambi¨¦n expuso uno de los pilares de la pol¨ªtica de asilo de la Administraci¨®n: ¡°El foco en ayudar a refugiados en el extranjero tambi¨¦n nos permite maximizar nuestros recursos. Podemos albergar, alimentar y dar tratamiento m¨¦dico a cientos de miles de refugiados m¨¢s cerca de sus casas y hacerlo m¨¢s r¨¢pidamente que aqu¨ª en EE UU¡±, dijo Pompeo. Se trata, en resumen, de atender a los refugiados antes de que lleguen a la frontera, precisamente lo que hacen OIM y Acnur.

La concepci¨®n de la ayuda exterior como instrumento para lograr objetivos migratorios ya ha quedado patente en varias ocasiones. En plena campa?a para las elecciones parciales al Congreso de EE UU, Trump amenaz¨® con cortar la ayuda a Centroam¨¦rica si las autoridades de esos pa¨ªses no frenaban las caravanas. Las amenazas han ido acompa?adas de mano tendida; una estrategia de palo y zanahoria. En noviembre, EL PA?S report¨® que los Gobiernos de Trump y del presidente mexicano Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador estaban negociando un ¡®Plan Marshall¡¯ para Centroam¨¦rica para promover el desarrollo y cortar la inmigraci¨®n desde la ra¨ªz. El plan se ha concretado con la promesa de la Administraci¨®n Trump de destinar 4.800 millones de d¨®lares a M¨¦xico y otros 5.800 para el tri¨¢ngulo centroamericano.

La inversi¨®n en organismos internacionales puede tener un efecto limitado en el freno de la inmigraci¨®n, seg¨²n los expertos. Por ahora, los migrantes que se han acogido al programa de retorno voluntario de OIM son un porcentaje relativamente peque?o. Como apunta una reciente encuesta hecha por la misma organizaci¨®n, un 68% de migrantes en Tijuana mantiene su deseo de poner pie en el vecino del norte y solo un 4% se plantea regresar a su pa¨ªs de origen. Por otro lado, la concesi¨®n de la condici¨®n de refugiado por parte de la Comar, apoyada por Acnur, se demora varios meses y, entretanto, el solicitante no puede salir del Estado donde se tramita, generalmente Chiapas, la regi¨®n m¨¢s pobre del pa¨ªs. Pese a las ventajas que ofrece, el proceso de asilo exige del migrante una paciencia que no tiene por qu¨¦ tener. Como apunta Elizondo, ¡°el sue?o americano no est¨¢ en M¨¦xico, sino en California¡±.