La suerte de El Chapo, en manos de 12 mujeres y hombres an¨®nimos

Su identidad se mantuvo durante estos tres meses en secreto por motivos de seguridad. Pero las ocho mujeres y cuatro hombres an¨®nimos que en las pr¨®ximas horas van a decidir el futuro de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n pudieron mirarle directamente a los ojos durante las 39 sesiones que tuvieron enfrente, a solo una decena de metros, al sanguinario jefe del cartel de Sinaloa. Entre ellos estaba el equipo de la defensa.

Los miembros del jurado popular ¡ªque lo completan seis suplentes que no participan en las deliberaciones¡ª son reconocibles ¨²nicamente por n¨²mero para preservar su anonimato. Las ilustradoras tienen totalmente prohibido retratarlos en sus dibujos, la ¨²nica memoria visual que hay del que est¨¢ considerado como el mayor juicio contra el narcotr¨¢fico en la historia de los Estados Unidos. La selecci¨®n llev¨® cerca de tres d¨ªas de entrevistas. El arranque del juicio se retras¨® unas horas porque hubo que hacer un ajuste, tras una mujer sufrir un ataque de ansiedad.

El grupo es racialmente muy diverso. Entre los 12 miembros titulares, dos son mujeres blancas. La mayor¨ªa son afroamericanos y al menos un par habla o entiende espa?ol. El juez Brian Cogan, sin embargo, dej¨® muy claro al dar las instrucciones que la traducci¨®n en ingl¨¦s es la ¨²nica que vale como referencia a la hora de examinar los testimonios que ofrecieron los cooperantes protegidos.

Joaqu¨ªn Guzm¨¢n casi nunca les mir¨® directamente, salvo en ocasiones muy contadas cuando el juez se dirigi¨® directamente a ellos. El acusado, como el jurado, estuvo muy entretenido siguiendo en todo momento el recuento de los cooperantes. En algunos casos fue con un detalle espeluznante, como el que hizo Mem¨ªn de las torturas y asesinatos que a sangre fr¨ªa ejecut¨® el patr¨®n del cartel.

La portavoz del grupo es una mujer, que tiene aspecto hispano. Es joven y se sienta en la segunda fila. Se esperaba que el juicio durara hasta mediados de marzo. Pero concluir¨¢ posiblemente con un mes de antelaci¨®n. Cogan les agradeci¨® la atenci¨®n que prestaron durante todo este tiempo y ninguno se puso enfermo, lo que ayud¨® que el proceso avanzara sin grandes contratiempos.

Precisamente por la duraci¨®n del proceso, se decidi¨® que los miembros del jurado no permanecieran secuestrados en un hotel y pudieran cada tarde ir a sus casas. En los desplazamientos fueron siempre custodiados por oficiales armados de la polic¨ªa judicial, que se encargaban de la seguridad. El juez Cogan les permiti¨®, adem¨¢s, tener los viernes libres para que pudieran resolver cuestiones personales.

Sin miedo

Y como suele ser la norma en juicios de esta relevancia, ten¨ªan estrictamente prohibido recurrir a los medios de comunicaciones o las redes sociales para informarse sobre el caso, el acusado o los testigos. Tampoco pod¨ªan comentarlo entre ellas hasta ahora. El juez les pidi¨® este lunes que no se dejaran llevar por el miedo al examinar las evidencias presentadas por la acusaci¨®n en su causa contra El Chapo, ni tampoco por prejuicios o sentimientos hacia el crimen.

Algunos miembros del jurado admitieron durante las entrevistas saber que El Chapo era un gran traficante de droga y que trat¨® de fugarse varias veces. Otros vieron series televisivas policiacas o relacionadas con el narcotr¨¢fico. Pero todos dejaron claro que eso no iba a representar un obst¨¢culo a la hora de examinar las evidencias de una manera justa y decidir d¨®nde reposa la verdad.

¡°Las evidencias son vuestra ¨²nica gu¨ªa¡±, reiter¨® Cogan al instruirles, en un proceso que dur¨® cerca de tres horas. ¡°la presunci¨®n de inocencia del acusado prevalece hasta el final de las deliberaciones y el Gobierno haya probado su causa¡±. El magistrado les pidi¨® as¨ª que recurran al sentido com¨²n y su experiencia a la hora de determinar si los testimonios de los cooperantes son cre¨ªbles.

Joaqu¨ªn Guzm¨¢n se enfrenta a un total de 10 cargos penales. El primero, l¨ªder de una empresa criminal, es el m¨¢s importante y contiene a su vez 27 cr¨ªmenes. Est¨¢ sancionado con la cadena perpetua. Hay siete cargos relacionados con la producci¨®n, la posesi¨®n, la importaci¨®n y la distribuci¨®n de narc¨®ticos en EE UU. Se completan con otro por uso de armas de fuego y un ¨²ltimo por blanqueo.