Siete diputados laboristas abandonan el partido por discrepancias con Corbyn

La profunda divisi¨®n que arrastra el laborismo brit¨¢nico desde la elecci¨®n como cabeza de Jeremy Corbyn, hace casi tres a?os y medio, tiene visos de convertirse en una fractura en toda regla con el detonante de la causa europea. Siete diputados han confirmado este lunes su abandono del partido, principalmente arguyendo la ambig¨¹edad de su jefe de filas a la hora de intentar forzar un segundo refer¨¦ndum sobre el Brexit. Los reproches tambi¨¦n se han extendido a la supuesta indulgencia del l¨ªder ante las voces antisemitas.

¡°A partir de hoy mismo [por este lunes] nos sentaremos en el Parlamento como integrantes de un nuevo grupo de diputados independientes¡±, precis¨® la parlamentaria laborista Luciana Berger, descartando de ese modo los insistentes rumores que apuntan a la creaci¨®n de un nuevo partido de corte centrista e integrado tanto por desafectos del Labour como por sectores proeuropeos del Partido Conservador en el poder. Suscribieron la misiva de Berger los diputados Chuka Umunna, Chris Leslie, Angela Smith, Mike Gapes, Gavin Shuker y Ann Coffey, todos ellos autocalificados de moderados y enfrentados a Corbyn desde el mismo momento en que se erigi¨® en l¨ªder, con el apoyo del 60% de las bases, en 2015.

Se trata por el momento de solo siete nombres, pero no son los ¨²nicos que denotan el creciente malestar en el laborismo ante la figura de Corbyn, tolerado hasta ahora y a la fuerza por el sector centrista, consciente de su popularidad entre las bases, pero finalmente descalificado por su p¨¦sima gesti¨®n del reto del Brexit. La entrada en vigor del art¨ªculo 50 (que fija la fecha de salida de la UE en el 29 de marzo) es inminente y Corbyn se muestra incapaz de definir una estrategia com¨²n en su partido que rentabilice para la oposici¨®n laborista la notoria debilidad de la primera ministra conservadora, Theresa May. Porque, al igual que los tories est¨¢n enfrentados entre recalcitrantes euroesc¨¦pticos, los posibilistas y una minor¨ªa proeuropea, en el campo laborista sus electores ¡ªy sus delegados en el Parlamento¡ª escenifican tambi¨¦n la fractura que vive el pa¨ªs.

¡°Representamos diferentes contextos, pertenecemos a generaciones diferentes y procedemos de puntos diversos del pa¨ªs, pero todos compartimos los mismos valores¡±, ha subrayado este lunes Berger en su promoci¨®n de un laborismo diferente.

La diputada se ha destacado en los ¨²ltimos tiempos por su denuncia de una impronta antisemita en el laborismo de Corbyn. En su relato destacan, entre otros ejemplos, la defensa de Corbyn de un mural callejero en las calles brit¨¢nicas que denigraba a la comunidad jud¨ªa o la condescendencia hacia un candidato local que sostiene el negacionismo del Holocausto.

Antisemitismo

Hasta el punto de que, hace ahora un a?o, Corbyn se vio forzado a admitir que ¡°los laboristas debemos hacerlo mejor en la lucha contra el antisemitismo¡± para contener las reiteradas protestas de organizaciones jud¨ªas por su actitud m¨¢s que permisiva ante las agresiones sufridas por esta comunidad. No lo logr¨® y la cuesti¨®n sigue latente en el partido.

Pero principalmente es la cuesti¨®n europea la que, como ya vaticin¨® en su d¨ªa el ex primer ministro Tony Blair, amenaza con una fractura del Partido Laborista. La nueva prueba de fuego tiene fecha inmediata en el calendario: el pr¨®ximo 27 de febrero, la C¨¢mara de los Comunes someter¨¢ a votaci¨®n una iniciativa (promovida por la laborista Yvette Cooper y el conservador Nick Boles) para imponer una pr¨®rroga del Brexit y adem¨¢s prohibir legalmente que Reino Unido abandone la Uni¨®n Europea sin un acuerdo previo. La misma enmienda fue derrotada semanas atr¨¢s gracias al voto en contra de dos decenas de diputados laboristas, representantes de circunscripciones del norte en las que sus electores se decantaron por el Brexit en el refer¨¦ndum de 2016.

Las diferencias sobre Europa agrietan tanto a?Labour como a los tories. Si a partir de esa votaci¨®n del d¨ªa 27 Theresa May no se compromete a descartar una salida a las bravas de la UE, un grupo de miembros de su propio Gabinete amenazan con darle el portazo. Todos los escenarios, por tanto, permanecen abiertos, a poco m¨¢s de un mes de la fecha fijada para que Reino Unido deje de ser socio comunitario.