El verano en que Corbyn fue ¡°antisemita¡± y May una ¡°racista¡±

El primero en sufrir los ataques de la prensa y de sus correligionarios m¨¢s cr¨ªticos fue Corbyn. Rescatados oportunamente de las hemerotecas, sus comentarios contrarios a la pol¨ªtica del Estado de Israel respecto a la poblaci¨®n palestina y una foto cuando menos desafortunada han provocado una ola de acusaciones de antisemitismo contra el l¨ªder laborista contra las que responde cada vez de modo m¨¢s airado y confundido.

T¨²nez. 2014. Corbyn deposita una corona de flores en la tumba de los que, seg¨²n ¨¦l, eran v¨ªctimas de bombardeos indiscriminados sobre la poblaci¨®n palestina. Algunos de los homenajeados eran miembros del comando que asesin¨® a 11 atletas del equipo ol¨ªmpico israel¨ª en las olimpiadas de Munich de 1970.

Londres. 2013. Corbyn participa en una conferencia organizada por el Centro para el Retorno de los Palestinos. Para criticar las posiciones de los lobbies?proisrael¨ªes se refiere a ellos como "sionistas", y asegura que "ni tienen conocimiento de la historia ni, habiendo vivido probablemente toda su vida aqu¨ª, entienden el sentido de la iron¨ªa inglesa". Desde que han resucitado las im¨¢genes de ese v¨ªdeo, Corbyn ha intentado explicar que us¨® el t¨¦rmino "sionista", que hoy arrastra una carga peyorativa, en su significado pol¨ªtico m¨¢s literal, es decir, por el modo en que se denominaba a los defensores de la construcci¨®n de un Estado propio para los jud¨ªos. De poco han servido sus explicaciones. Tres de los peri¨®dicos jud¨ªos m¨¢s influyentes en Reino Unido publicaron una portada conjunta en la? que aseguraban que un Gobierno de Corbyn "supondr¨ªa una amenaza existencial para la vida jud¨ªa".

El encendido debate sobre el supuesto antisemitismo de Corbyn ha agitado las aguas internas del Partido Laborista. Los seguidores m¨¢s fervientes del veterano pol¨ªtico de izquierdas han salido en su defensa y acusan a la prensa conservadora de sacar sus palabras de contexto. Aquellos que aceptaron a rega?adientes el liderazgo de Corbyn y su vuelta a un discurso m¨¢s a la izquierda han aprovechado el revuelo para volver a cuestionar su liderazgo. El exministro de Econom¨ªa, exl¨ªder laborista y protagonista fundamental, junto a Tony Blair, del viaje al centro del laborismo brit¨¢nico, Gordon Brown, ha exigido a Corbyn que rectifique sus palabras y cambie su actitud. ¡°Tenemos un problema en Reino Unido. No solo con la islamofobia o con el racismo contra la comunidad negra. El Partido Laborista tiene un problema de antisemitismo y debe hacerle frente", ha dicho Brown.

May redescubre a Mandela

Si Theresa May, enzarzada en su propia batalla interna a cuenta del Brexit,?confiaba en que Corbyn era un problema menos mientras el l¨ªder socialista se enredaba en sus pecados del pasado, le ha tocado probar a ella tambi¨¦n la misma medicina. En medio de su gira africana para promover nuevos lazos comerciales con el mundo para cuando Reino Unido salga definitivamente de la Uni¨®n Europea, la primera ministra brit¨¢nica decidi¨® que era una fant¨¢stica idea hacerse la foto de rigor en la celda que Nelson Mandela ocup¨® durante a?os en la prisi¨®n sudafricana de Robben Island.

Dotada de una ingenuidad para la pol¨ªtica que no deja de asombrar a los suyos, May se dej¨® entrevistar ante la infame instituci¨®n penitenciaria por Michael Crick, periodista veterano de Channel 4 y famoso por el modo casi inquisitorial en que entrevista a la clase pol¨ªtica. "?Qu¨¦ hizo usted en especial por ayudar a la liberaci¨®n de Nelson Mandela?", insist¨ªa Crick ante la cada vez mayor irritaci¨®n de May, quien se limitaba a responder generalidades sobre la gran tarea llevada a cabo por Mandela para reconciliar a la sociedad surafricana tras d¨¦cadas de apartheid. El periodista no dejaba de recordar a May que en los a?os 70 y 80, en los que la premier brit¨¢nica ya participaba activamente en pol¨ªtica, el Partido Conservador de Margaret Thatcher defin¨ªa la ANC de Mandela como una "organizaci¨®n terrorista" y respaldaba al Gobierno racista de Sud¨¢frica. May no quiso en ning¨²n momento de la entrevista desmarcarse de la l¨ªnea defendida entonces por Thatcher. El Partido Laborista ha decidido saborear la revancha recordando el activismo hist¨®rico de su l¨ªder Corbyn contra las pol¨ªticas de Sud¨¢frica.

Y as¨ª ha concluido un extra?o verano en Reino Unido. Laboristas y conservadores saben que en los pr¨®ximos meses deber¨¢n hacer frente a la crisis pol¨ªtica m¨¢s grave de las ¨²ltimas d¨¦cadas, provocada por el refer¨¦ndum que respald¨® la salida de la Uni¨®n Europea, y que esa crisis puede llevarse por delante el liderazgo de ambas formaciones. Pero hasta que llegue la implosi¨®n, nada mejor que mantener caldeado el debate pol¨ªtico con fantasmas del pasado que siempre est¨¢n listos para resucitar cuando resulte m¨¢s conveniente.